Cañas y barro (Miniserie de TV)

Serie de televisión, basada en el libro homónimo de Vicente Blasco Ibáñez, dirigida por Rafael Romero Marchent y estrenada por TVE en 1978. Con esta serie se iniciaba la práctica de TVE de adaptar para televisión grandes novelas de autores españoles de los siglos XIX y XX y que tendría continuación con "La barraca" (1979), "Fortunata y Jacinta" (1980), "Los gozos y las sombras" (1982), "Juanita, la Larga" (1982), "El mayorazgo de Labraz" (1983), "Los pazos de Ulloa" (1985) y "La Regenta" (1995). El 30 de abril de 2009 la serie fue reestrenada en la página web de Radio Televisión Española, donde se pueden ver íntegros todos los capítulos y de forma permanente y gratuita.

Se trata de una buena adaptación de la novela, que se mueve entre el naturalismo-costumbrismo y el drama, con acertados toques de comedia en algunos momentos. La acción se sitúa principalmente en El Palmar, una isla en medio del lago de L'Albufera habitada por pescadores. "Cañas y barro" se rodó en un poblado que se construyó a la entrada de El Palmar, en el Racó de l'Olla, en el terreno de Isidro El Palleter que desmontó después los decorados en contra de la opinión de los vecinos que intuían que aquel montaje habría atraído a más turistas.
Hoy en día El Palmar, debido a la desecación de L'Albufera que también aparece en la serie, ya no es tal isla, siendo una de las pedanías del sur de Valencia. Curiosa esa lucha entre el pescador y el labrador que deseca la tierra, lucha que nos hace recordar aquella entre rancheros y granjeros, trasfondo de tantos westerns.

Como relato costumbrista describe perfectamente la vida diaria de las gentes de El Palmar así como algunas tradiciones: el sorteo de La Sequiota para adjudicar las mejores zonas de pesca y que se sigue efectuando hoy en día, els cants d'albaes, etc...

La serie cuenta con personajes inolvidables: el tío Paloma (extraordinario Alfredo Mayo), Tono (un gran Manuel Tejada), el vago Tonet, la calculadora Neleta (espléndida Victoria Vera), la inocente Borda, Sangonera, el tío Canyamel (también inolvidable José Bódalo), la Samaruca... Solo les falta hablar en valencià, para hacer la trama más realista, aunque Blasco Ibáñez escribió casi siempre en castellano. Y es que ya no se hacen series como aquella.

Otra serie llevada a la pequeña pantalla del maestro Blasco Ibáñez, no podría decir cual me gusta más, si esta o la Barraca, para mi dos joyas.
Libro de 1902 y en el que se basa esta estupenda serie que narra las vicisitudes de la gente del Palmar (Valencia).
En la Barraca era la gente de la huerta la protagonista, aquí son los pescadores y labradores de la Albufera, más concretamente la familia Paloma y sus vecinos del Palmar.
El protagonista es la generación de los Paloma, una familia de pescadores donde el tío Paloma es el primer barquero de lago, que heredó de su padre cuando este murió, cuando el tío Paloma muera pasará a Tono su hijo y este a su vez al suyo.
Sin embargo no salió todo como el tío Paloma querría, hombre de honor y pescador de toda la vida, un hijo que no quiere ser pescador y prefiere cultivar tierras y tener su propio campo, un nieto vago y sin vergüenza, más amigo del vino que de cualquier trabajo.

La historia es el devenir de la familia Paloma, el patriarca el pescador más viejo del lago, el hijo un hombre fuerte y trabajador que decide comprar un trozo de albufera y convertirla en campo de siembra y Tonet el nieto un haragán que solo quiere divertirse sin compromiso y está enamorado desde muy crío de la bella Neleta, también está el rico pero bonachón del pueblo Cañamel, casado y con la mujer muy enferma, regenta un bar que a la vez hace de tienda del pueblo junto con su cuñada La Samaruca, una mujer de armas tomar y que le hace la vida imposible a su odiado cuñado.
Todo esto transcurre en un pequeño pero agradable pueblo El Palmar, donde como en todo pueblo pequeño todo se sabe y lo que no se inventa.
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La serie tiene ciertos toques de humor, casi todos por parte del borracho oficial del pueblo Sangonereta, aunque como en toda buena serie que se precie también hay momento para el amor, pero lo que más predomina es el drama (en spoiler).

La recreación de la época es magistral, queda un poco cutre los tacos que usan en la serie (recordones en su mayoría), parece ser que eran muy mal hablados los pescadores de la época, pero claro que seria muy ofensivo en la tele y deben moderar el lenguaje, por lo demás pocas pegas se le puede poner a esta magistral obra.



Como toda gran historia merece un reparto de lujo y esta serie lo tiene, con Alfredo Mayo (Tío Paloma), Manuel Tejada (Tono), Victoria Vera (Neleta), Luis Suárez (Tonet), José Bódalo (Cañamel), Terele Pávez (La Samaruca) y mención especial para Carlos Romero Marchent (Sangonereta, el simpático vago y borracho del pueblo), y muchos más, pero tranquilos que no voy a nombrar a todos, aunque gracias a ellos la serie es OBRA MAESTRA.


PD: Recomiendo esta obra y sobre todo su libro, que hay que hacer más caso a la lectura
Jóvenes y mayores cinefilos.

63/04(08/05/14) Una de las mejores series de la historia de la televisión española, brillante adaptación de la novela homónima de Vicente Blasco Ibáñez de 1902, seis espléndidos capítulos dirigidos por el madrileño Rafael Romero Marchent Hernández (en sus inicios actor que hacía de galán, en los 60 dirigió spagueti-wersterns, y en los 70 realizó episodios de “Curro Jiménez”), el guión es de Manuel Mur Ortí (“Cielo Negro” o “La Barraca”) que es bastante fiel al libro (spoiler) para acentuar el dramatismo. Un deprimente fresco de un microcosmos rural, de cómo con el paso de las generaciones las cosas cambian, ello con un elenco actoral en estado de gracia.

El escenario es el Palmar a finales del SXIX, una pequeña población rural que vive de la pesca y del cultivo de arroz, están junto a las Albuferas valencianas. Allí residen durante generaciones la familia de pescadores Los Paloma, el patriarca es el viudo tío Paloma (grandioso Alfredo Mayo), un orgulloso pescador que tiene la fama de ser el mejor barquero del lago, como lo fue su padre, y como espera sea su único hijo, Tono (gran Manuel Tejada), un gran pescador con sueños de salir de pobre, este se casa con Rosa (buena Ana Marzoa), tienen un hijo, Tonet (buen Luis Suarez de mayor), un vividor sin ganas de trabajar, un mujeriego, jugador y bebedor, que es la deshonra de los Paloma, por deseo de Rosa adoptan una niña del orfanato, Borda (buena María Jesús Lara de mayor). Rosa muere y Tono debe sacar adelante a su familia y para ello decide saltarse la orgullosa tradición familiar, compra unos terrenos de la Albufera con la intención de inundarlos de tierra y hacerlos tierra fértil para sembrar arroz, una tarea titánica que sabe le llevará lustros completar, espera tener de ayuda a Borda y a Tonet, pero este es un haragán que le da problemas, el tío Paloma se peleará con él por abandonar la pesca. Personajes importantes son Canyamel (grandioso José Bódalo), el rico del pueblo, regenta un bar-tienda, además da prestamos a los que lo necesitan, está Neleta (buena Victoria Vera de mayor), enamorada de niña de Tonet, pero que ansia ser rica a toda costa, está la Samaruca (gran Terele Pavez), cuñada de Canyamel, hermana de su mujer que lleva enferma en la cama ya tiempo, espera poder ser su sustituta, está Carlos Romero Marchent (Sangonereta, simpático vago y borracho del pueblo, hermano del director), amigo de fechorías de Tonet, un filosofo beato muy divertido.

La serie es un magnífico melodrama que refleja con calidad impresionante un tiempo y un lugar, donde la dureza del trabajo afecta de un modo distinto a 3 generaciones de familia, donde el honor, el orgullo, y las ganas de salir de pobre predominan. Se tocan temas tan universales como el orgullo del trabajo, el valor de la familia, la codicia, el amor no correspondido, las relaciones paterno-filiales, la carroñería humana, la frustración vital, la ambición desmedida o la ociosidad. Se recrea con minuciosidad los lares gracias al decorador Eduardo Hidalgo (las series “Los Gozos Y Las Sombras”, “Proceso A Mariana Pineda” o “La Forja de Un Rebelde”), gran labor en las localizaciones, con las interminables Albuferas, el pueblo con sus barracas, los austeros interiores, o el vestuario, el maquillaje, excelente como nos trasladan a estos escenarios, con una estupenda fotografía de Manuel Merino (“La Barraca”), con tomas que reflejan el sol, emitiendo, calor, sudor, emitiendo la dureza del trabajo. La serie discurre con una gran agilidad, en el primer episodio con continuas elipsis temporales muy bien expuestas, describiendo maravillosamente a los personajes en pocos trazos, se desarrolla fluidamente con picos trémulos de dramatismo, con escenas de gran brío, y con diálogos sugestivos y sugerentes, dejando algunas sentencias abrasadoras como una de las últimas <Cuando se es pobre la pereza es un pecado mortal>, de enorme vigor que hacen te atrape por la fuerte intensidad que le imprimen. El director ha sabido dosificar dosis de humor para hacer esta ácida historia más digerible, muchos de estos toques vienen por el bohemio sacristán Sangonereta.

Y el gran pilar de esta fascinante serie es su excelso reparto tocado por un halo divino derivando en una actuaciones descomunales, empezando por un majestuoso Alfredo Mayo, un Titán con momentos estremecen por la energía estremecedora que nos traspasa, su poderosa voz que hipnotiza en sus declamaciones, su exuberante lenguaje gestual, su aura desborda la pantalla. Está un José Bódalo glorioso, su naturalidad, su bonhomía, su candidez ante Neleta, otro Titán. Está Manuel Tejada, hombre con el fuerte ideal de construir un futuro esperanzador con su trabajo, demuestra una gran dignidad, valentía, amor incondicional a su familia, angustiado por la vaguedad de su hijo, grande su interpretación dotando de matices su rol. Esta una volcánica Terele Pavez en un papel que borda con su arrabalería, su fuerza vital, su sibilinidad, su lengua viperina, fabulosa. Está Luis Suarez, encarnando con mérito al haragán Paloma, una actuación compleja de la que sale airoso, sabiendo evolucionar y siendo tridimensional. Está Carlos Romero Marchent con papel en el que desparrama jocosidad y arte, filosofando sobre lo divino y lo humano apoyándose de modo mordaz en la Biblia. Esta una Victoria Vera bellísima que sabe transmitir lo artero de su Neleta, una víbora con piel de cordero, brillante en su turbador papel. Está María Jesús Lara en su papel de melancólica que ama en secreto a su hermanastro, transmitiendo mucha calidez.

Una Obra maestra de la pequeña pantalla. Fuerza y honor!!!

Fue pionera y tuvo su mérito entonces. El éxito de “Cañas y barro” permitió una serie de producciones televisivas de gran calidad basadas en novelas clásicas españolas como “La barraca”, “Fortunata y Jacinta” o “Los gozos y las sombras”. Solo por eso es una serie histórica, pero es que además era muy buena. Realmente te transportaba a una época que se fue, la de los pescadores y campesinos de la Albufera a finales del siglo XIX.
Su ambientación y sus interpretaciones eran absolutamente creíbles, empezando por ese soberbio “Tío Paloma” (Alfredo Mayo), un viejo pescador que siempre había vivido de la misma manera y pretendía que su hijo fuera un calco de él. No aceptaba los cambios y sus escasos conocimientos eran para él una ley inalterable. Hay muchos “tíos Paloma”. Y hay muchos como Cañamel (genial José Bódalo) el veterano tabernero, el más rico de la región, que creía que podía comprar el amor de una jovencita. Inolvidable la bella y fría Neleta (Victoria Vera con 22 añitos), la Samaruca (Terele Pávez), el honesto Tono (Manuel Tejada), el irresponsable de Tonet (Luis Suarez) y todos los habitantes de El Palmar, cuya monótona existencia se veía conmocionada por la tragedia.

Ayer acabé de verla en La 2. Qué gran idea ha tenido TVE. Lástima que no se tenga valor para pasarla por el primer canal. Obra maestra. Esta vez al verla sola y ser mayor la he entendido mejor y no me he perdido ningún diálogo (cuando la estrenaron la vi con mis padres y era muy jovencita). Viendo esta serie te das cuenta de lo buena que era y es; en cambio, las series españolas de hoy en día, siempre los mismos temas, actores jóvenes que no saben hablar y no tan jóvenes (no todos), mucha técnica, muchas series de policías y mafiosos donde siempre salen los mismos y temas muy iguales; eso sí, movimientos de cámara muchas veces totalmente innecesarios, muchos tacos que no viene a cuento (en "Cañas y Barro", sí, y se quedan cortos porque he leído como cuando se rodó "lo suavizaron")

No diré nada del argumento...alguna cosa en spoiler. Ya se ha dicho y todos lo sabemos. Es una serie tan completa que no ves ningún defecto. Todos fantásticos. Grandioso actores de nuestra televisión, teatro y cine. Quiero destacar a Alfredo Mayo, magnífico actor que siempre me gustó (incluso trabajó con Saura, magnífico en "Pippermint Frappé"), y tuvo la mala suerte de que se dice que era franquista por lo que se le ha tenido manía y "mutis". Eso no está bien, y lo digo desde la izquierda. Debemos separar esas cosas. Hay que reivindicarlo. Qué decir de Manuel Tejada, que lo conocimos en televisión, y los demás, y Bódalo, eso es un actor como Mayo, Luís Suárez, del que nunca más se supo, no sé que pasó o se retiró...Victoria Vera, con esa cara de perversa, mala malísima y totalmente sexy con esas muecas tan características de ella y de las que abusa; todos, todos, y mención aparte para un actor bastante desconocido como Carlos Romero Marchent que está totalmente genial en el papel de Sangonereta.

En fin, ya no se hacen esas series de los setenta y ochenta. De las series de unos años para acá, solo destacaría por encima de todas "Isabel", esa sí que fue una gran serie y que considero que su éxito podía haber sido mas pero como hay "manía", con los Reyes Católicos, por parte de bastantes personas, pues, ya lo veis, lo mismo que he dicho antes de Alfredo Mayo, y también resaltar "La Señora" (La primera parte) No hablo de series de plataforma por ser de pago.

Puntuación: 9

Anna Inglés i Bardí. Barcelona.

PDT.- Espero que se animen a escribir las persones que la han visto ahora en La 2.