Haz click aquí para copiar la URL

Los fantasmas de Sodoma

Terror Los espectros de unos nazis muertos durante un bombardeo mientras disfrutaban de una descomunal bacanal, regresan de la muerte para vengarse. (FILMAFFINITY)
Críticas 5
Críticas ordenadas por utilidad
28 de febrero de 2009
14 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tonta, previsible, aburrida, cutre y con unos diálogos y situaciones que producen vergüenza ajena. La crítica podría terminar aquí, francamente, porque no hay nada que merezca salvarse de este cúmulo de despropósitos.

Fulci estaba cascadísimo, en lo más bajo de su declive, eso ya lo sabía, pero no esperaba que fuera capaz de firmar un producto de un nivel artístico tan paupérrimo. Y eso que la historia prometía (al menos en su papel de delirante exploitation): fantasmas nazis tentando con sexo fácil a despistados adolescentes. Pero esto se materializa de puta pena. Es increíble la forma en que se desaprovechan escenas, situaciones que prometían bastante (de sangre y de sexo). Sólo tiene algo de interés y suspense el momento de la ruleta rusa, el resto es aburridísimo y subnormalísimo, coronado por uno de esos finales que uno desearía no haber visto jamás.

Pura caspa que ni siquiera inspira un mínimo de simpatía. Espantosa.

Lo mejor: el juego de la ruleta, por decir algo.
Lo peor: TODO lo demás.
nachete
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
23 de diciembre de 2011
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Qué mejor, ahora que se acerca la Navidad, que ir ejercitando nuestras papilas gustativas, tan desentrenadas ellas tras casi un año de tranquila y descansada rutina entre tristes verduras al vapor e insípidos filetitos a la plancha. Nada como una semana de festines nocturnos de casquería bien fresca y jugosita para ir entonando el cuerpo ante la que se le avecina. De hecho, Lucio Fulci es, si bien se mira, lo más parecido que debe haber en el mundo del cine a esas suegras que el día de Navidad le atornillan a uno a la mesa, no dejan de servirle paladas de asado y salsa en cataratas y no le permiten levantarse hasta que ha apurado hasta el último guisantito de la cazuela. A comer y a callar, hijo, que aquí no se tira nada.

Debo confesar que la cocina de Fulci me ha resultado, en conjunto, más bien pesada e indigesta. A pesar de su simpático aroma a producto casero y artesanal, los potajes del amigo Lucio son, en general, mejunjes torpes, repetitivos y toscos, y le dejan a uno el cuerpo como si se hubiera zampado una olla entera de garbanzos, caracoles y pies de cerdo. Es posible que esperara demasiado de ellas, pero las dos historias elegidas como entrantes, “Miedo en la ciudad de los muertos vivientes” y “Nueva York bajo el terror de los zombies”(3 y 4 agusanadas estrellitas, respectivamente), me parecieron demasiado estúpìdas para ser tomadas en serio y demasiado solemnes y efectistas para ser tomadas en broma. Me temo que el problema de Fulci es el mismo que el de las suegras: no sabe parar a tiempo.

Del sorbete que pedí como desengrasante, “La juez y su erótica hermana”, mejor ni hablamos. Una farsa imbécil y sin puta gracia cuyo único aliciente es el glorioso cuerpo de Edwige Fenech (su única estrella va por ti, amor, luz de mi infancia, tesoro de mi memoria). “Una historia perversa”, por su parte, es una sosa y deslavazada intriga de corte hitchcockiano protagonizada por un guapetón y pasmarote doctor y en que lo más destacable es la presencia de la escultural Marisa Mell. Cinco estrellitas gaseadas a la salud de sus ojazos bicolor.

La cosa mejora algo con el primero de los platos fuertes del menú, “El más allá”, donde Fulci modula algo sus excesos y juguetea con bastante gracia con el sonido, el terror extraído de lo cotidiano y la decadente escenografía del Sur estadounidense, aunque sea incapaz de sustraerse a su amor por las trepanaciones gratuitas y a la consabida y cargante procesión de difuntos parsimoniosos que arrinconan, pasito a pasito, a la pareja de protagonistas. Seis sulfurosas estrellas para ella.

Lo mejor de Fulci, sin duda, se encuentra en “Angustia de silencio”, un áspero, brutal e inmisericorde “giallo” rural, que, con todas sus taras y limitaciones, inserta con eficacia la ultraviolencia hiperrealista del Fulci más desmelenado en una intriga criminal con ribetes atávicos y una carga nada desdeñable de crítica social. Allá se despeñan siete desolladas y chisporroteantes estrellas.

(sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Normelvis Bates
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
16 de noviembre de 2015
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Irregular y decepcionante trabajo de uno de los grandes iconos y artífices del cine de terror italiano, Lucio Fulci, ofreciendo una historia pobre e insulsa en la que un grupo de jóvenes va a parar al lugar donde una serie de nazis encontraron la muerte en una orgía fatal.

El argumento sirve de excusa para que el director explote su lado más porno erótico, ofreciendo numerosas escenas subidas de tono, para rellenar una historia totalmente forzada y prescindible.

Las secuencias de supuesto terror dejan mucho que desear y en ningún momento llegan a funcionar, haciendo que el interés del argumento se limite a contemplar la anatomía desnuda de las féminas protagonistas.

La calidad técnica e interpretativa del conjunto de la película deja mucho que desear y poco o nada merece la pena salvar de la quema. Los fantasmas de Sodoma se convierte en un trabajo menor y totalmente prescindible de su director,
Jon
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
5 de noviembre de 2022
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lucio Fulci ya en plena decadencia en un slasher que no acaba de ser un slasher, con el típico grupo de amigetes que se meten donde no deben. Sin rastro de tensión o suspense, solo un rancio erotismo de pacotilla en la que las féminas de turno nos deleitan con su anatomía, un guión torpe y absurdo y unos actores de saldo, algo muy típico en Fulci por desgracia, por rescatar algo, la escena de la ruleta rusa está muy bien, lo demás francamente olvidable. Una pena pues la historia tenía potencial.
zuriman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8 de agosto de 2017
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lucio Fulci no estuvo muy despierto en imaginación a finales de la década de los '80, y eso que nos brindó fantásticos films como "El Destripador de New York" o "Aquella Casa al Lado del Cementerio", pero tras la pelea que tuvieron él y Sacchetti, que le mermó bastante, y ese atisbo de genialidad que fue "El Espejo Roto", el italiano nos hace saber que está en plena caída libre con este producto de tres al cuarto que pretende hacerse un hueco en el cine de terror para adolescentes que tanto pitaba en la década.

De un prólogo que recuerda a "Las Noches Rojas de la Gestapo" pero en plan muy cutre, pasamos a ver al típico grupillo de seis jóvenes un tanto subnormales donde no faltan el valiente, el callado y sensato, el graciosillo, la santa o la bollera. Chavales de lo más estereotipados sin nada interesante que decir, vamos. Con algunas pequeñas introducciones a lo fantasmagórico, la mansión donde aterrizan estas cándidas almas se llena de soldados alemanes...lujuriosos y un poco lentos, además.
Se supone que esto tendría que funcionar como "slasher" o como un film de terror de marca Fulci, pero no, todo queda en mero destape erótico-festivo (que ni erótico ni nada, oiga) y unas horribles situaciones desarrolladas como el culo en el guión, escrito al alimón por Fulci y Carlo Alfieri. Porque hay que reconocer que, aunque haya atmósfera de fantasmas y escenas de "gore" un tanto asquerosas, la trama está plagada de sinsentidos y llevada muy mal, llevada mal con ansia y glotonería, diría yo. Y los actores...je, mejor no hablar de ellos...

Sólo se salva un momento de la película. Uno, y es ese donde vemos a Mark jugar a esa extraña partida de cartas contra el soldado, con ruleta rusa incluida, y su posterior escena con la mujer en la habitación. El momento más Fulci, lleno de suspense y cercano al terror, que es de agradecer porque todo lo demás no se salva ni de casualidad de la quema...
En fin, un bache que anunciaba que el final para este gran director estaba muy cerca, y si 81 minutos no son suficientes para corroborarlo esperad a los tres minutos del final...que anda, que vaya final más majo tiene la película para rematar bien.
Chris Jiménez
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow