Asalto al banco de St. Luis

Hace mucho tiempo descubrí que la vida funciona como un boomerang, todo lo que lanzas a ella, a su vez regresa a tí.

Adrien Brody, ha mantenido en su vida personal comportamientos, a mi parecer canallas... Su evolución en el cine, no ha sido la esperada, tal vez, atravesado, por esa misma ley no escrita. En los últimos años ha perdido su poder magnético para enamorar a productores y directores, hundiéndose poco a poco en papeles muy secundarios, de películas que como American Heist alcanzan puntuaciones que no llegan al 4.

Algunos pensarán que el tiempo pasa y es implacable. Efectivamente pero pasa para todos los actores y por poner un solo ejemplo: AL PACINO continúa deleitándonos, mas de cuarenta años después del inicio de su carrera, con su intemporal talento.

Nos encontramos ante una película tan convencional y obvia que ya ni enamora a los fans de estos productos, por otro lado, bastantes conformistas y agradecidos.

Primero de todo debo reconocer que le tengo manía a Brody. No me gusta una sola de sus películas, especialmente porqué desde el Pianista se empeñan en ponerle de tipo duro cuando su apariencia física es antónima con esa clase de personaje, sigue siendo el Pianista. Por la misma razón odio a Jeremy Renner y su cara de niño haciendo papeles de John Rambo. No hay nada malo con un actor con cara de niño, pero no lo pongas a hacer de Van Damme. Simplemente; señores del casting: el actor y el personaje no casan. En absoluto. Aparte Brody no me gusta como actor, tiene un solo registro. Así que debido a mi manía hacia él es posible que mi critica no sea muy neutral. Pero el trailer vende una película que realmente no es, esto hay que decirlo

Si su presencia como sustituto de Schwarzenneger (si, del mismíssssimo Suache) en el remake de Predator era hilarante, aquí casi se han superado poniendo al delgaducho actor con cara de pena y hambruna en blanco y negro durante la Gran Depresión como, atención, un rudo presidiario que pega puñetazos en el aire mientras suena hip hop, lleva muchas cadenas de oro, muchos tatuajes y anda a lo nigga (vale la pena ver la película solo por el bailecito que se marca al salir de la cárcel)

Muy bien, si has llegado hasta aquí y todavía no has quitado la peli, toma una decisión. ¿Te gusta el drama? sigue la película, ¿no te gusta el drama y ves la película por lo que se mostraba en el trailer (como un servidor)? adelanta a los últimos 30-35 minutos, antes no hay nada que realmente que necesites para entenderla y se hace muy tedioso.

Guión y argumento planos y aunque debo confesar que no he visto la película de la que se hace este remake, como me imagino que casi todo el público a que va destinado este bodrio, el hilo argumental, los personajes y el guión son despreciables. Por lo demás CGI hecho con Microsoft Paint, Brody correcto en las partes drama llorón de la película (su especialidad) y ridículo en lo demás. Christensen correcto en todo el metraje aunque hay de decir que su personaje está directamente sacado de la fabrica de clichés. Brewster es la única creíble aunque su personaje es una simple Cenicienta y punto.

En resumen no aporta nada nuevo al panorama, se hace larga y tediosa (a pesar de ser un film de sólo 90 minutos) y si eres fan de las películas americanas de robos a bancos como yo, abstente de ver "American Heist"...irónicamente...


A favor:

- Jordana Brewster

- Gracias por no hacer cambios de planos cada 0,5 segundos en los tiroteos. Eso si que es ir contracorriente hoy en día en el cine de acción. El espectador lo agradece.

- La escena del atraco es correcta, pero no la compares con ninguna otra que recuerdes del género porqué sale perdiendo

En contra:

No se...¿todo?

A mi me ha gustado la película, aunque tiene sus lagunas para ser perfecta.
Las interpretaciones de los señores Christensen y Brody son las correctas.
Las escenas de acción y la del atraco están bien rodadas y no marean, como últimamente pasa en las películas de acción modernas.
La trama sentimental le resta puntos por que en esta clase de peliculas es que no me encaja.La recomiendo,buena(7).
Besitos y saludos.

Es una lástima que los responsables de “American Heist” no hayan sabido unir sus dos mundos con mayor soltura. Y no me refiero a la diatriba Ley y Orden, sino a la imposibilidad de casar el drama íntimo de dos hermanos desbordados por eso que, vulgarmente, llamamos pasado, con la pirotecnia de un thriller más o menos convencional. Lo segundo se empeña siempre en restar profundidad a lo primero. Donde respira “American Heist” es en la descarnada relación entre los dos protagonistas delincuentes, un Brody salido del campo de concentración de una cárcel, y un desubicado Christensen, siempre en vilo; en cuanto asoman su hocico los nuevos profesionales del negocio, eso pandilleros sin demasiada enjundia, la película encoge. Tampoco aporta coherencia el papel de la novia del hermano joven, aún por redimir; no estorba gran cosa, pero más por la sutil presencia de Jordana Brewster (una actriz habitualmente desperdiciada en floridas películas de acción) que por el esmero del guionista en dignificar su rol.

Los mejores momentos de la película están en los juegos actorales, escenas de intimidad que profundizan en los dramas respectivos de ambos hermanos y que no buscan hacer avanzar la acción. Cuando ésta llega, en un pretendido paroxismo que intenta casar fatalidad con espectacularidad, persecuciones y tiroteos parecen molestar, rozando incluso al absurdo con el derribo a tiros de un helicóptero. Una escena más propia del peor film de catástrofes que de un policiaco centrado en el análisis de sus condenados protagonistas. Queda, eso sí, la sensación de que el destino no se puede esquivar. El delito prevalece como un estigma difícil de soslayar. Todo lo demás resulta raquítico o desmesurado, con un atraco final convertido en catarsis y los falsos héroes y los villanos, afrontando sus últimas líneas de guión por separado, sin que sus vidas lleguen a realmente a importarnos.

American Heist no contentará a nadie; es más, posiblemente irrite a una mayoría, tanto a los que busquen profundidad como a los que aspiren a un eficaz entretenimiento. Es un film híbrido, como tantas veces en el cambiante panorama de un género mutante. Dos películas en una, colisionando permanentemente. Escenas que se zancadillean unas a otras sin llegar a un todo, como si al final, la poca ambición de los dos protagonistas y sus renqueantes epopeyas personales, la del hundido presidiario y la del triste mecánico, hubiera contaminado al film mismo y ya no mereciera la pena rodar más.

Por enésima vez, me he vuelto a arriesgar con una película de escasa repercursión publicitaria que cuenta con algún actor famoso en sus filas.
Y es que no me entero. Ya debería haber aprendido que cuando un film tiene un recorrido comercial desapercibido, suele ser mala, a pesar de que participe algún supuesto buen actor.
Comienza la película y ya se nota que va a ser un drama soporífero. Avanza un poco y se descubre que hay un robo de banco a la vista. Un poco de metraje más adelante, vemos la discusión entre Adrien Brody y su hermano, en la que el narigudo actor hace alarde de su buena capacidad interpretativa (y muy desaprovechada, si atendemos a su irregular filmografía). En este punto la película promete, pero va a ser que no.
Al poco tiempo, la cosa se viene abajo y en vez de ver la típica planificación del golpe, el argumento divaga entre la relación de los hermanos y los problemas de "Anakin Skywalker" con su novia.
Cuando llega la hora de la verdad, ya llevamos una hora de película (valga la redundancia) y nos damos cuenta de que no ha pasado casi nada, aparte de que nos hemos tragado las peroratas filosóficas del negro.
Lo malo es que la supuestamente espectacular traca final, no lo es tanto, y no compensa todo el aburrimiento que llevamos soportando en el tiempo anterior. Además, todo está filmado con un montaje muy malo.
De hecho, toda la parte final me ha parecido un plagio muy descafeinado de la estupenda "Heat".
No entrará en la lista de mejores películas de robos, ni en broma.
A ver si Adrien Brody levanta cabeza de una vez.