El intruso

Estoy con la idea de que el inicio es magistral, sin duda una excelente forma de enganchar al expectador en pocos minutos... la pena es que no siga ese ritmo a lo largo del metraje, sino que poco a poco el globo se va desinchando hasta hacer ese ruido molesto y se estampa contra el suelo. Desarrollo lento y poco interesante, bastante previsible y decepcionantes resultados. Hay bastantes cosas liosas que no ayudan a seguir la trama ya de por sí difícil de seguir por lo aburrida que resulta, quitando un par de escenas entre ellas la inicial.
En resumen, un material desaprovechado, al igual que los actores.

No se debe olvidar que la película está basada en una obra literaria que desconozco. Algunos usuarios insinúan que quizás el libro esté mejor que la película, o se manifiesten matices que se pierden en el film. Estamos de acuerdo. Pese a este hecho (si conociéramos la novela quizás podríamos hablar con mayor conocimiento de causa) le damos una oportunidad al film. ¿Por qué? Sencillamente porque refleja una serie de pinceladas no siempre manifiestas ni evidentes que lo hacen interesante. Hay bajadas de ritmo, puede parecer aburrido, hay muchas cosas que no se entienden y un largo etcétera que ya han comentado muchos en estas críticas. En contrapartida se mezclan una serie de planteamientos: el amor gay, la fuerza del destino en los hechos que ocurren, la indefensión del hombre ante los acontecimientos, las relaciones de pareja, la obsesión, etc, que no suelen ser tocados en el cine con la rigurosidad que hace falta. Los actores, todos correctos, mención especial para Daniel Craig que suele simplemente con la mirada decir muchas cosas. Un consejo, no vean la película de forma superficial, intente meterse en la trama y averiguar que con los silencios y las miradas se pueden decir muchas más cosas que con verborrea absurda y ritmos frenéticos y estúpidos de cámara.

El intruso, Amor Perdurable en su título original, aparece suave, sosegada, como una plácida tarde de primavera. De pronto un hecho, la película misma, irrumpe en la encorsetada tranquilidad del espectador, que en ningún momento puede esperar o anticiparse a esta insólita e inesperada historia con brochazos de gran y pequeño cine.
Ese hecho, aparentemente fortuito y excepcional, pero sin rastro de trascendencia se convierte en el eje de una historia profunda y compleja, que explora las obsesiones humanas desde un punto de vista mucho más platónico que el del thriller tradicional.
El amor, el sentido de nuestras vidas, los encuentros casuales y causales, las revelaciones inesperadas que afectan al fluir de nuestra existencia… son los pilares que sustentan este bello edificio que podría ser El intruso, una película original y complicada de la que emergen por derecho propio dos nombres: Roger Michell, director, y Daniel Craig, actor, el primero en su mejor película y prueba irrefutable de su inmenso – y no reconocido – talento. El segundo en una nueva prueba de su carisma y su saber interpretativo, bajado a los abismos de la obsesión, sutil, fuerte, vulnerable… como la película en sí.

Existió vida antes de James Bond para este mocetón rubio llamado Daniel Craig. Después de haberle visto en otras cintas como "Layer Cake" o "Munich", esta película del director de "Notting Hill", Roger Michell, que nos ha llegado con un retraso importante, nos ofrece la oportunidad de seguir haciéndonos con su rostro, bastante alejado de los típicos que han encarnado al agente secreto, por cierto.

En esta ocasión, Craig encarna a Joe, un profesor que se encuentra de picnic con su novia Claire (Samantha Morton) cuando un globo aerostático con un niño atrapado en la cesta hace su aparición. Entre Joe, y otros tres hombres, entre los que se encuentra Jed (Rhys Ifans), intentan salvarle, pero uno de los hombres muere accidentalmente.

Tras este intenso arranque, la peli transcurre entre la obsesión de Joe por el accidente, y la obsesión de Jed con Joe. Aunque el principio el motivo de la obsesión de Jed es el punto de interés de la cinta, los constantes encuentros entre ambos sin que se ofrezca información relevante acaban por hacer un poco lento el desarrollo, si bien es verdad que al final vuelve a recobrar algo de interés, aunque sea a base de un giro algo previsible. Para paliar esto, Roger Michell nos ofrece un interesantísimo plano de la oreja de Craig. Así como suena.

Las interpretaciones están a buen nivel. Craig sale prácticamente en cada plano, y lo cierto es que resulta convincente. Los demás actores también cumplen con nota, pero sus personajes resultan demasiado poco interesantes: Jed sólo tiene su obsesión, Claire es prácticamente autista (es difícil que alguien pueda empatizar con ella, a pesar de Morton), y los demás personajes están ahí para que Craig tenga a alguien a quien decirle cosas.

Aún así, no cabe duda de que es un esfuerzo interesante, y que incluso puede dar que hablar después de la proyección, ya que toca temas como el destino, el amor, la obsesión o la comunicación, si bien es cierto que el envoltorio de thriller hace que todo eso parezca quedar relegado a un segundo plano. Así pues, mientras esperamos al hombre de smoking impecable y la licencia para matar, podemos entretenernos viendo "El intruso".

Thriller psicológico basado en la novela de Ian McEwan "Amor Perdurable" que nos llega con un importante retraso y que nos sumerge de lleno en una serie de situaciones, si bien extrañas, que nos invitan a reflexionar y a recapacitar sobre muchos aspectos referentes al amor, a la religión, a la amistad, y finalmente a la obsesión.

Roger Michell consigue que su film vaya adquiriendo fuerza nada más comenzar, con una escena inicial tremendamente impactante, y que hace que el espectador se introduzca de lleno en la historia del mismo. Se nos presenta al por entonces desconocido Daniel Craig, que está correcto en todo momento, así como a otros actores como la nominada por la Academia Samantha Morton o Rhys Ifans. Si bien es cierto que el inicio sorprende por su brutalidad, a medida que avanza el metraje la calidad del mismo va disminuyendo.

Posteriormente, el film se va centrando en la compulsiva fijación de Jed (Ifans) por Joe (Craig), haciendo que éste último empiece a comportarse de una manera extraña con los que le rodean. Insisto en que el film podría haber sido excelente si no se focalizara tanto en este aspecto. No obstante, prevalece como un buen producto para los amantes del género o para los fans del nuevo 007.