Ben & Arthur

Si van a ver este bodrio fíjense bien en los títulos de crédito: todo es “MRAOVICH”, sí, con mayúsculas. Es decir, se trata de un “yo me lo guiso, yo me lo como”. Aunque en realidad el marrón se lo come el espectador que llega a ver esto que llaman una película. El guión es de lo peor que se ha escrito (lo ha escrito Sam Mraovich), la dirección ni se sabe en que consiste (el director es Sam Mraovich), la interpretación luce por su ausencia (el protagonista principal es Sam Mraovich), la fotografía e iluminación es cutre (la fotografía la dirige Sam Mraovich) y la música es un ruido que suena de fondo cuando menos te lo esperas (también la ha compuesto Sam Mraovich). Como sea que se trata de hacer una defensa de los derechos al matrimonio gay, o eso es lo que parece, creo que los efectos conseguidos en todos aquellos que vean esta porquería de película van a ser justo lo contrario. Es una cosa, no se puede llamar película, puramente amateur y solo se la recomiendo a los amigos de Sam Mraovich porque es de lo peor que he visto.

Dentro de las películas malas, esta es un 7. The Room sería un 10 y Neil Breen está entre el 8 y el 9. La película es mala, pero afortunadamente tiene un buen ritmo y eso hace que lo mala que es no significa que sea ultramega aburrida. Ahora bien, te ríes sobre todo con ciertas escenas que son la monda, pero hay otros momentos en los que desconectas totalmente.

Está claro que esta peli es un despropósito. Hecha con 0 presupuesto, se nota a kilómetros que grababan en la calle sin permiso, sin equipo y sin ganas. Muy mal grabada, algunos planos son tan ortopédicos que hacen que te duelan los ojos y el guion tiene tanta solidez como una torre de cartas hecha por un niño de 3 años. Imagino que por la temática el directoractorguionistayproductor quería dar voz y visión a la situación de aquel entonces de los homosexuales pero dicho propósito está claramente alterado por un argumento sin pies ni cabeza y unos personajes que deberían estar recluidos en el psiquiátrico de Alguien voló sobre el nido del Cuco.

El Sam Mraovich no tiene por sangre ni el Ketchup que se pone por encima cuando le hieren. El tío se ríe más que Juan Muñoz en un sketch de Cruz y Raya y su capacidad interpretativa está al nivel de la tabla de madera que hacía de doble de Kristen Stewart en Pedrúsculo. Sin embargo, su compañero de reparto que hace de Ben es el único ápice que tiene la película de dignidad, haciendo el tío lo que puede y, todo sea dicho, hay una escena con su mujer en la ficción que está sorprendentemente bien, tanto a nivel de actuación como de grabación.

En fin, muy buen ejemplo de cine basura aunque las hay mejores. Y con mejores digo peores. Peores mejores. La película no tiene desperdicio.

Uno de los problemas de esta película es la falta de presupuesto, algo que se nota a cada minuto desde el principio, el otro problema es que nadie puso el mas mínimo esfuerzo en ninguna de los elementos que forman una película, ya sea guion, actuación, dirección, música, etc.

La falta de presupuesto la vemos en los escenarios, básicamente hay dos, el departamento de los protagonistas –cuya apariencia cambia de una escena a otra, a veces parece abandonado o usado para guardar trastos, otras veces parece como si recién se hubieran mudado allí y aun no desempacaran- y la iglesia donde atiende el sacerdote católico asesino, básicamente un cuartucho hecho de cartón piedra con un “vitral” de papel de terciopelo y un “retrato” de cristo que parece hecho por un niño de 8 años en clase de artes manuales. También lo vemos en la falta de efectos especiales –que no hay tantos en realidad, tan solo un par de disparos, pero olvídense de mostrar como las balas impactan en la pared o algo así- y por ultimo en el hecho de que esto claramente estaba destinado al VHS, pero ha sido editado en DVD y creo que también ha sido mostrado en la tele.

La falta de profesionalismo la vemos en la dirección, con un camarógrafo que en las escenas “de acción” sufre de un ataque epiléptico. Quizás lo menos terrible –no bueno, menos terrible- sean las actuaciones, aceptables en el caso de los protagonistas, caricaturesca en el caso de la ex-esposa y simplemente fallida tratándose de los personajes “heteros”, como el hermano de Arthur o el cura católico inductor del asesinato.

No quiero sonar prejuicioso, pero los actores fallan totalmente en convencernos de que son personajes heterosexuales, por la increíble pinta de homosexual que todos ellos tienen (de hecho uno podría pensar que los personajes son gays reprimidos con problemas de autoodio, y eso tendría total sentido)

La película es un drama que pretende denunciar los prejuicios contra la comunidad gay, y es algo altamente respetable, pero los errores y fallas generales hacen que esta película sea increíblemente ridícula, hay agujeros de guion por montón –lo de casarse en Hawaii si uno lo piensa un poco no tienen sentido-, escenas forzadas –lo de la ex-esposa con la que aun esta casado, otro agujero de guion- y ridiculeces varias –tienes una pócima que cura la homosexualidad ¿Cómo haces para que tu hermano se la tome?-, eso sin contar lo caricaturesco que son los villanos “heteros”, empezando por el párroco católico inductor al homicidio.

Algunos comparan esta película a la famosa “The Room”, y hay ciertas similitudes, como que detrás hay un hombre orquesta: Sam Mraovich, en la dirección, la musicalización, el guion, la fotografía y también como protagonista, aunque también hay otros Mraovich metidos entre medio, me imagino que parientes. Pero no es tan buena, no es tan divertida y tiene momentos aburridos y otros que dan mucha vergüenza ajena.