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Arcadia

Thriller. Comedia. Drama Bruno Davert es un alto ejecutivo que trabaja desde hace quince años en una fábrica de papel. Debido a la reestructuración económica de la empresa, él y cientos de empleados son despedidos de la noche a la mañana. En principio la medida no le preocupa; es joven (ronda los cuarenta), tiene una preparación excelente y confía en encontrar pronto un puesto de trabajo similar. Tres años después, aún sin trabajo, sólo piensa en sobrevivir y ... [+]
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Críticas 71
Críticas ordenadas por utilidad
11 de julio de 2006
63 de 68 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Arcadia" o las aventuras laborales de José García me recuerdan en muchos momentos a las aventuras aristocráticas de Dennis Price en "Ocho sentencias de muerte". No tenemos ocho curriculums para rematar la faena, pero sí una estructura narrativa similar y un final abierto como en la magnífica comedia negra de Robert Hamer.

Los avatares de Bruno Davert (José García) nos muestran las debilidades de nuestro sistema capitalista, abocado al máximo beneficio sin importarle los costes humanos. Un sistema que queda ejemplificado en el comportamiento y el maquiavélico plan de su protagonista. Simplemente quiere recuperar su puesto sin importarle “los costes humanos”. También está emparentada con la crítica ácida de "El Método Gronhölm" donde Costa-Gavras añade y disecciona el drama familiar de su protagonista bajo un thriller teñido de comedia negra, tan previsible como fascinante y desternillante en muchos momentos.

Me quedo con la frase que podría resumir uno de los mensajes principales de la película: “Cuando hayan destruido la economía y todos estén parados, ¿a quién venderán sus productos de mierda?” Yo también me pregunto lo mismo aunque espero no verlo. Al menos dentro de los próximos diez años. Y a este paso ese día cada vez lo veo más cerca.
Tal vez la versión apocalíptica de las películas de zombis de Romero se haga realidad con una ligera diferencia. En vez de zombis, serán parados, en busca de un empleo o de un trabajador en activo a quien hincarle el diente.

"Arcadia", no obstante, es una acertada combinación de comedia negra con drama social, aunque le sobre metraje y consiga sacarnos una sonrisa o una carcajada con un tema bastante serio.
Maldito Bastardo
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16 de junio de 2006
61 de 73 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película más completa y verosímil de lo que parece (no me sorprendería leer en los periódicos una noticia similar). La comedia es lo más serio del mundo si sabemos leer entre líneas y descubrir las críticas. No debería pasar desapercibido el mensaje anticapitalista; ni la reprobación de la actitud de los propios trabajadores, que critican a sus superiores pero aspiran a sus puestos, es decir, que se dejan vencer por la presión social.
Yo añadiría un matiz a la descripción del mejor Costa-Gavras que hace Javier Angulo: sarcástico. La verdad es que me reí un montón con los imprevistos que le acontecen a ese Jack Lemmon francés (atención al parecido físico) de origen gallego llamado José García. Y es que en el mundo "real" las cosas no salen como en las películas, ni para los asesinos ni para los policías.
Este registro cómico tan acertado no se lo había visto nunca a Gavras (en Mad City se le fue de las manos), pero me ha sorprendido gratamente.

Otro aspecto inquietante: la joven hija despertó mis instintos pedófilos más ocultos; ésos que habían estado aletargados hasta el día de ayer. Me esforzaré en hacer que vuelvan a hibernar.

Las sensaciones van cambiando a lo largo de la película: 1, interés; 2, desconcierto; 4, inquietud; 5, descojone.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jastarloa
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29 de enero de 2009
36 de 39 usuarios han encontrado esta crítica útil
El combativo director griego Costa-Gavras nos regala una nueva gran obra repleta de crítica social y ácido humor negro. Esta vez, el veterano autor se aleja del tono sobrio y serio que adoptara en otras de sus obras para, mediante cierto talante sarcástico y una ironía corrosiva, firmar una execelente y acertada radiografía del sistema laboral capitalista y sus repercusiones psicológicas en los individuos que lo sufren.
Exagerada y no exenta de un macabro sentido del humor, la historia nos arrastra al círculo de depresión y desesperación al que se enfrenta el protagonista (un excelente José García) cuando pierde su trabajo y, pese a sus altas aptitudes y su sobrada cualificación, no consigue encontrar un nuevo puesto. Ante esta situación, tristemenete cercana y próxima a nuesto día a día, la solución por la que opta el desempleado es la más drástica de las que podía tomar pero, a la vez, siente que es la única que le queda en un mundo donde lo primero, por encima de las personas y su realidad, es el beneficio y el aumento porcentual de la ganancia anual.
Una excelente película que continúa el buen hacer de este subversivo director, ahondando en su faceta crítica pero esta vez desprovista de la seriedad que empapa otras de sus más emblemáticas obras (Missing, Z, Estado de Sitio, Amén...). Sin embargo, bajo esa pátina cómica, tras la línea irónica que marca el desarrollo de la película, podemos identificarnos no sin visos de terror con la cruda realidad que retrata y que, lamentablemente, vivimos cada día.
“Cuando hayan destruido la economía y todos estén parados, ¿a quién venderán sus productos de mierda?”, frase que parece tener en estos tiempos de crisis más sentido que nunca, podría ser perfectamente el eslogan comercial de esta película.
Apologistas del libre mercado, abstenerse.
Gunnar Hansen
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16 de enero de 2009
28 de 33 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film realizado por Constantin Costa-Gavras. El guión, del propio Gavras y de Jean-Claude Grumberg (“El último metro”, Truffaut, 1980), adapta la novela "The Ax" (Vía libre) (1998), de Donald E. Westlake. Se rueda en urbanizaciones y poblaciones de los alrededores de París. Obtiene 2 nominaciones a los premios César. Producido por Michèle Costa-Gavras para K. G. Productions, se estrena el 2-III-2005 (Francia).

La acción dramática tiene lugar en París y poblaciones cercanas en 2001-04. Narra la historia de Bruno Duvert (García), ingeniero químico, empleado ejemplar y alto ejecutivo técnico de una empresa de fabricación de papel industrial mediante reciclaje. Tras 15 años de brillantes servicios, es distinguido por la dirección con un premio de honor y un obsequio (grabadora chino-japonesa). Poco después la empresa decide trasladar la planta de producción a un país de economía emergente en el que los salarios y los costes de producción son más bajos. Bruno y sus casi 600 compañeros son despedidos de la noche a la mañana.

El film suma comedia, crimen, drama y thriller. Focaliza la atención en el desempleo de los países avanzados, provocado por crisis diversas (de empresa, de coyuntura, de ciclo económico a medio o a largo plazo, de carestía de materias primas, de estructura, etc.) o por intereses de deslocalización industrial. Pese a la experiencia, buenas referencias y excelente preparación, Bruno, de unos 40 años, no encuentra el trabajo que busca. La indemnización y el subsidio de paro le permiten sobrevivir durante un tiempo. Tres años más tarde ha agotado sus reservas, la mujer (Viard) se ha puesto a trabajar como cajera y dependienta y los antiguos compañeros de trabajo han aceptado ocupaciones ínfimas. Ante la realidad de los hechos, Bruno concibe un plan para encontrar el trabajo que desea.

La película denuncia la inmoralidad que preside las relaciones laborales, sociales y personales en un mundo en el que la empresa se rige por el principio del “máximo beneficio”; las relaciones interpersonales se someten a códigos que preconizan el "todo vale", "el fin justifica los medios"; y las personas valen según “el puesto de trabajo que ocupan". Critica la insolidaridad que rige en el mundo de la empresa y del libre mercado, la competitividad desaforada y deshumanizada, el uso intensivo de publicidad sexista, etc. El drama de Bruno, combinado con lances de comedia, deriva de su desamparo ante una realidad que no valora sus conocimientos y habilidades, le relega al paro y le margina laboralmente, sin tener en cuenta los costes humanos asociados. La cinefilia del realizador da lugar a algunas citas de películas, como “Psicosis” (Hitchcock, 1960) y “Ong Bak “(Pinkaew, 2003). Se establecen sutiles sugerencias entre los títulos citados y las situaciones con las que se ha de enfrentar el protagonista.

(Sigue en el “spoiler” sin desvelar partes del argumento)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miquel
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8 de enero de 2008
26 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cineasta Greco-Francés Costa Gavras, es sin duda uno de los mayores representantes del cine político de la segunda mitad del siglo XX. La mayor parte de su filmografía consta de películas basadas en acontecimientos históricos reales, y con un alto compromiso político y social. Obras como Z (1969), sobre la situación corrupta del gobierno y el ejercito, que acabaron por desencadenar el golpe de estado en su Grecia natal; Missing (1982), mostrando la implicación de la C.I.A. en el golpe de estado de Pinochet; La caja de música (1989), tratando la integración de los nazis en la sociedad americana tras la guerra; o Amen (2002) denunciando el silencio de la Iglesia Católica frente al exterminio de los judíos, dan muestra de ello.

Esta vez, deja atrás su cruzada contra gobernantes, militares y dictadores, para abordar la nueva crisis de la sociedad contemporánea: el desempleo y la lucha personal por mantener un estatus, llevada hasta las últimas consecuencias.
Una reestructuración de plantilla en la empresa en la que trabaja el protagonista de esta historia, Bruno Davert, le deja sin empleo. La peculiaridad de esta película, es que aquí, el que se queda sin trabajo no es un obrero como en la mayor parte de las películas que abordan este tema, sino que se trata de un alto ejecutivo. Precisamente esta condición, le hace tomarse la noticia con mucha tranquilidad (incluso podríamos decir que con alegría, debido a la alta indemnización recibida). Una persona cualificada, con experiencia laboral en el sector, no debe tener problema en encontrar un nuevo trabajo…¿o quizás sí?
La deslocalización de las empresas a países con mano de obra más barata, deja en la misma situación a varios directivos. Todos igual o mejor cualificados que él, lo que convierte cada entrevista de trabajo en una lucha encarnizada por un puesto de dirección, que le permita preservar el bienestar económico que le mantienen a él y a su familia. Tras tres años de entrevistas culminadas con el típico, “Gracias por venir,...ya te avisaremos… ”, a Bruno, se le empieza a caer el mundo encima, y decide poner fin a esta situación. Para ello, trama un plan que le permitirá acceder al cargo de sus sueños en la empresa Arcadia.
En un mundo en el que los valores económicos priman sobre el resto, la lucha por obtener el premio de pertenecer a las altas esferas de la sociedad del bienestar, le obligará a pasar por encima de todos sus contrincantes, sin importarle el modo.

Gran parte del éxito de éste thriller social, con pinceladas de humor negro, reside en la brillante interpretación de José García. El actor Franco-Español, conocido en el país vecino por sus papeles cómicos, cambia aquí su registro, para bordar un personaje agridulce, capaz tanto de hacernos sonreír, como de sacar a flote nuestros más miserables instintos.
Costa Gavras, comenta que le eligió para hacer el personaje por “tener la misma mirada de Jack Lemmon”.
Bonito halago.
Michi
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