El mariachi

Cuando alguien me pregunta por una película mala que me guste, siempre me viene a la cabeza ‘El mariachi’. Está mal rodada, las interpretaciones son ridículas y pseudoprofesionales, el montaje es caótico, algunos diálogos son de risa, y hasta se salta el eje numerosas veces. Y sin embargo... es una película que se ve todo el tiempo con una sonrisa de complicidad hacia ese director debutante que nos cae simpático por la falta de pretensiones y la ingenuidad con las que ha afrontado un proyecto tan barato y fresco, a pesar de todo.

Un claro exponente de como se hace buen cine con poco tiempo, dinero y mucha ilusión, calidad y saber hacer.
Bajo mi punto de vista es su mejor película, por encima de abierto hasta el amanecer.
Y es que gueys, mezcla con acierto cierta indefinible quietud con acción seca muy inteligentemente, muy recomendable.

Olé por Robert Rodríguez: cogió una cámara, a unos colegas y escribió, produjo, montó, fotografió y dirigió una película con pocos recursos económicos, pero mucha valentía. Columbia se la compró, la comercializó, le dio su primera oportunidad en Hollywood y el chaval triunfó gracias a su coraje.

Pero también podía haberse currado más la historia, y haberse dado un paseo por una escuela de arte dramático, porque si bien visualmente la película aprovecha los escasos medios, las actuaciones y el poco desarrollo del guión hacen aguas, y no se le puede pedir al espectador que se pase casi hora y media pensando "bueno, el chaval hizo lo que pudo, hizo la película sólo con 7000 dólares, etc.", para justificar estas carencias.

Pero reitero mi admiración a Rodríguez, por atreverse y conseguir su objetivo yendo directo al grano.

Sí, es una película que, para ser de un novato y no tener mucho dinero, es muy buena. La historia es interesante, además de añadir el toque mexicano frente a lo que estamos acostumbrados a ver todo tan americanizado, y los efectos son suficientes. Además una película que hasta los americanos ven subtitulada, les gusta más que lo que hacen ellos, y a muchos incluso más que Desperado (más tipo Hollywood), hay que reconocer que tiene su mérito habiendo costado 7000 dólares frente a sus superproducciones.

La mayor pega son los actores, que algunos no hay quien se los crea, como a la actriz de la que se enamora el mariachi o él mismo. Seguramente le cogieron porque cantaba bien, tocaba la guitarra y tenía aspecto de niño bueno, pero lo que es credibilidad... A eso se le suma que las voces en off que hace son la cosa más falsa jamás grabada, nunca se ha notado tanto que el que habla está leyendo directamente del papel, ya que casi parece que ni siquiera se lo hubiera leído antes una vez para ver de que iba lo que tenía que contar. El resto de actores son mejores, aunque el acento del mafioso gringo aun no me acaba de convencer.

Ahora, una inevitable comparación con su secuela. Una gran primera parte, que me gustó más o menos como la segunda (Desperado, cuyo peor defecto es que hay escenas que se pasa de fantástica, mientras que ésta dentro de lo que cabe te la crees más), aunque muchos me llamarán de todo por igualar su puntuación, pero que queréis, si es más o menos lo mismo, pero la segunda tiene mejores actores protagonistas y mejores efectos especiales, lo que pierde de original lo gana en calidad. Además la banda sonora de la segunda es estupenda.

Nota cultural: curioso el hecho de que las señales de Stop allí, en un país muy de 'spanglish', traigan "Alto", cuando aquí en un país tan protector del español, traigan todas Stop. Es cuanto menos un punto a señalar si no lo sabías de antes.

Entiendo perfectamente a aquellos que censuran la opera prima de Robert Rodríguez, no podría estar más de acuerdo con ellos porque la película en muchos sentidos carece de calidad. Sin embargo tiene un "pero" que no voy a ser capaz de explicar bien, y es que posee una frescura que va por delante, se esconde un agradable ritmo, un ritmo gamberro, que la hace especial y aunque es imposible no hablar de sus carencias si se es objetivo, por la parte subjetiva, estamos hablando ahora de gustos personales, tiene la virtud inexplicable de gustar. Yo me uno a aquellos que piensan que la historia de este mariachi con mala pata atrae por cuestiones relacionadas con el gusto, puede que estemos imbuidos por el nombre propio del director, por todo aquello que se sabe de sus inicios, por ser una película hecha entre colegas con cuatro duros y por todo lo que sabemos que Rodríguez aportará al entretenimiento a partir de aquí.

No es fácil confesar que una película es mala y no ponerle una nota negativa, pero es que yo me lo he pasado bien, pese a lo ridículo de ciertas partes del montaje, de las paupérrimas actuaciones, pese a la memez de muchos diálogos... Tiene algo que gusta, que atrae y cae bien.