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¡Puños fuera!

Comedia. Acción El comisario Rizzo, célebre en Nápoles por su corpulencia y su afición a repartir puñetazos, viaja a Sudáfrica para investigar un caso de tráfico de drogas y diamantes. Con la colaboración del ex policía Caputo y del pequeño Bodo, conseguirá zafarse de la persecución a que se ve sometido en cuanto llega a Johannesburgo, y logrará reunir pistas que le lleven hasta el cerebro de la operación. (FILMAFFINITY)
Críticas 3
Críticas ordenadas por utilidad
28 de agosto de 2007
16 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque Bud y Terence no llegaron a llevarse mal, sí hubo momentos en su filmografía en los que actuaron por separado. No me refiero a "El Gatopardo", de Visconti, en la que Terence Hill tiene un papel secundario, puesto que es basrtante anterior a su unión. Si no a las que harían una vez llegados a la gloria con "Trinidad" y "Le seguían llamando Trinidad". Quizá la mejor del rubio en solitario sea "Mi nombre es Ninguno", buen ejemplo de spaguetti western al lado de Henry Fonda. Pero de las que vi del barbitas grandullón, me quedo con esta y con "Banana Joe", poderoso alegato en favor de los países no-alineados.

Aquí, con el excepcional título de "¡Puños Fuera!" (bravo por el traductor, supera al original), Bud prolonga esa admiración especial por los países más desfavorecidos, ya reflejada en en "Banana Joe" o junto a Terence en "Dos Misioneros". Se debe recordar que son los tiempos de la guerra fría, en los que además de los satélites yanquis y soviéticos, surge otro grupo, auspiciado por la conferencia de Bandung, que serán los no-alineados, los países del tercer mundo que buscan desarrollarse por sí mismos.

El personaje de Piedone, (Zapatones en español), apodo cariñoso con el que es conocido el comisario Rizzo (¿de qué me suena a mí este nombre?) parte aquí en misión a la Sudáfrica del appartheid para ayudar al simpático niño Bodo en contra de los intereses de las grandes compañías extranjeras que explotan las minas de diamantes. Aparte de Bodo, su gran ayuda es Caputo, un personaje que ya aparece en otras de la saga Piedone y que no tiene nada que ver con los personajes vividores y risueños que solía interpretar Terence Hill. Aquí el contraste entre el malas pulgas de buen corazón y en búsqueda de la ataraxia que es el paradigma de personaje interpretado por Spencer, es contrastado por Caputo, histriónico vejete protestón, mil veces puteado y permanentemente enfadado (el doblaje es magistral).

Caputo logra dar la réplica a nuestro héroe y suyos son grandes detalles como el 2 caballos pintado con los colores celestes del Nápoles, o sus permanentes interpelaciones a San Gennaro, patrón de la capital de la Campania. Y es que la exhaltación de los países menos desarrollados es paralela a los continuos homenajes a la ciudad natal en la vida real de Bud: Nápoles. Esta es, recordemos, una de las ciudades más peligrosas y pobres de Italia, pero con una alegría de vivir siempre constante, al contrario que las poderosas hermanas ricas del norte del país.

Y hay puños, claro. Bud, en ausencia de su acostumbrada pareja guaperas de mamporros, la tiene que liar él solito. Y cómo la lía, madre mía. De ahí el título... Siempre recomendable.
Pas
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16 de abril de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo perfectamente el anuncio de esta película siendo un chavalín en la semana santa del año 1.990, cuando la ví por primera vez y preparé el VHS para conservarla desconocía la filmografía de Bud Spencer solo, pensaba que faltaba Terence Hill.

Quizás será porque me gustó cuando era niño y me sigue gustando ahora conviene hacer una crítica de alguna manera desdibujando lo que me gustó o no me gustó de la película, la película es una producción entre Alemania e Italia estrenada en la primavera de 1.978 en su país natal y en 1.979 en España.

La película es la tercera de la serie Piedone, "Pies Grandes", el comisario Rizzo de Napolés decidido a combatir la droga, en esta entrega es requerido para un caso en África del sur, Johannesburgo, allí conocerá a un niño de color llamado Bodo que le acompañara en todo momento y se encontrará de nuevo con su viejo brigada Caputo interpretado por Enzo Cannavale.

Si recuerdo perfectamente lo que me llamó la atención de la película en su momento, empezaba a mamporros en un autobús en marcha, sí, efectivamente, a un chavalito de EGB le llamaría la atención, recuerdo también la banda sonora de la película en el inicio de los títulos de crédito donde el comisario Rizzo se le ve recorriendo las calles llenas de tráfico de Napolés a bordo del Fiat/Seat 131, con el score optimizado de Piedone creado por los geniales músicos Guido y Maurizio de Angelis, preciosa música.

A partir de eso asistiremos a una trama durante 110 minutos en la que se mezcla la comedia con mamporros con mayor o menor gracia, gracia ya digo que bien poca y el cine policíaco, donde algunos no son lo que parecen y otros no son lo que son.

Resulta también ser una película de aventuras en cierta manera, el comisario Rizzo viajará hasta África del Sur hasta la Sabana Africana, donde al ritmo de otra bella composición de los hermanos Angelis podremos deleitarnos con planos de animales en libertad, una fotografía bastante aceptable.

No todo es perfecto en esta digna obra evidentemente, la traca o los mamporros del final que muchos o muchas estaban esperando, propios de una película de Bud Spencer y en la que se unen a la traca dos personajes más que veremos en el film resultan ya aburridos y hasta de mal gusto en ocasiones.

No obstante es recomendada para visionar con las 3 restantes partes del comisario Rizzo, todas dirigidas por Stefano Vancina (Steno), un muy buen artesano italiano.

La película contiene un buen doblaje de época, en este caso a cargo de Joaquín Díaz interpretando a Bud Spencer, bueno, pero mejor casaría a mi juicio a cargo de José Martínez Blanco el cual podemos oir en la primera parte de las andanzas del comisario Rizzo del año 1.973, es la voz que le queda a Bud Spencer de 10.

En cuando a su edición en DVD tiene muy buena calidad pero está incompleta, hay varios cortes de sonido y de escenas, no se a que se debe esa causa en la única edición disponible en España, en definitiva se puede disfrutar en parte y pasar un buen momento con esta película tanto si eres un niño pequeño como un niño grande.
Elverde124
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6 de agosto de 2007
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recuerdo la época donde mi padre compró un reproductor de cine con sus bobinas, antes del VHS, por supuesto, y alquilábamos películas en un videoclub para proyectarlas en la pared blanca del salón.
Estas películas solían ser clásicos de los buenos, aventuras de las de antaño o comedietas de los héroes del momento, que eran Buyd Spencer y Terence Hill.
Si bien en esta película sólo sale el primero, que siempre me recordará a mi padre porque, a excepción de la barba, es clavadito a él incluyendo su volumen, jeje, le tengo especial cariño. No porque sea un peliculón, que no lo es, pero a un chaval de 10 años le entusiasmará.
Hace poco la volví a ver y, obviamente, ha perdido muchop de su magia. Pero, ¿saben qué?, visionar al bueno de Bud dando mamporros con la mano abierta me produce gratísimos recuerdos.
De ahí la nota.
Un abrazo.
Richi317
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