Llévame a casa nena

¿Recuerdas aquellas películas de los 80 con/de estudiantes, yuppies, hombreras, americanas remangadas hasta el codo, el chico tímido-pero-bueno colado por la guapa, despedidas de soltero a lo bestia; protagonizadas por Michael J. Fox, Robert Downey Jr., Tom Hanks,… cuando eran unos chavales? Pues aquí tenéis una peli de esas, ni más ni menos.

Poco más se puede decir sin que sea un spoiler. A los que les guste este tipo de películas les gustará, no se aparta de esa línea.

Nota:
Para los que sean tan jóvenes que no hayan visto ninguna de las películas que antes cito o no las hayan visto en una de las numerosas repeticiones de la tv, suelen tratar de un tipo que está en la edad del pavo o en la post edad del pavo que está enamorado de una chica en o desde el instituto. Confusiones y gags más o menos graciosos, según la película, y el amigo del prota haciendo el animal, terminando con una "valiosa" lección sobre como la verdad debe reinar en una relación (no lo practiquen en su casa) y final feliz ¡Tachán! , como la vida misma, vamos.

Llévame a casa, nena es una película estadounidense que se estrenó a principios de 2011 en el país gringo con poco ningún éxito en taquilla lo que ha hecho que en el resto del mundo no se distribuya, no al menos en cines. En España ya se puede encontrar en el mercado DVD, y yo, que soy lo más rácano del mundo mundial, fijáos lo que os digo, la compraré si me la encuentro, porque es buena, buena, buena.
La trama nos situa a finales de los años 80, época de hombreras y peinados imposibles, en un fiesta desenfrenada y con nuestro antihéroe recién graduado en la universidad aprovechando esta oportunidad para conquistar a su amor platónico del instituto. Así de primeras, y si la ves con pocas ganas, es la típica película de pringado ama chica, chica no ama pringado, pringado intenta despringarse para conquistarla y demás; pero si ha de haber una película de referencia con este esquema esa debería ser Llévame a casa, nena.
La película está impregnada de un ambiente nostálgico perfectamente logrado. Michael Dowse sabe lo que quiere y sin pretensiones la película se desarrolla magníficamente. Nada resulta forzado. Tiene un humor macarra muy sano y los personajes, quizás arquetípicos (me la suda), están perfectamente dibujados, con sus ilusiones y miedos típicos de la edad. Personalmente me siento identificado con el prota porque me estoy viendo en dos años igual que él, con matrículas de honor de dependiente en un videoclub (¿videoclub, qué era eso?). Y los actores dan la talla. Topher Grace perfecto, Teresa Palmer encantadora, Dan Fogler haciendo el indio de una manera brutal y Anna Faris en quizás su papel menos cómico, y sale bastante airosa.
Está muy bien ambientada, y la banda sonora es genial, con canciones reconocibles perfectamente colocadas y contribuyen a esa atmósfera nostálgica entrañable. Estoy escribiendo esto con la música puesta y me he dado cuenta que bailo como Jim de American Pie, es horrible... pero la música mola, ¡eh!
Una peli pequeña, muy bien hecha (la escena de la bola es de lujo), para verla y disfrutar sin pretensiones, y supongo que una máquina en el tiempo para los ochenteros. No sé, es una película querible, a la que se le coge cariño. No será la gran cosa, pero transmite un buenrrollismo alucinante y deja una sonrisa de oreja a oreja. Ha conseguido tocarme la patata. Video killed the radio star, video killed the radio star; come on Eileen! Live is life, naná, nanará!

Me he quedado con la picha colgando al ver semejante flipe ochentero que no se ni donde colocar en mi memoria. Parece que me he metido un poco de "merca" junto con el gordito amigo de Topher Grace (Spiderman-3). Éste tipo de cine gamberro y de poca sustancia, pero de risa asegurada tiene un lugar en mi corazón de amante de los ochenta que veo por la tele, porque seguro estoy de que esos ochenta no eran los que fueron en realidad. Cualquier seguidor de mis críticas sabe mi gusto por la ficción y como desprecio la anodina realidad. Por cintas como ésta uno sigue viviendo y no se ha tirado por el puente de la infecta y pútrida ciudad donde vivo. Porque quiere ver más historias como éstas mientras lo más que uno consigue en ser aceptado en una mierda de Escuela de Arte de segunda división. Yo veo cine para ver como un pringadillo de tres al cuarto, pero tan inteligente como pocos, se folla en una cama elástica a la gran Tori Frederking (guapísima Teresa Palmer), y como se divierte de forma desenfrenada consiguiendo una GRAN NOCHE DE AÚPA. ¡El film es colosal! Pero no podrás tenerle el cariño que le tengo yo si no amas ese cine de los ochenta, donde toda tía tenía su pelo cardado lo más posible, donde la música de Dixie Midnight Runners con su único éxito: "Come on Eileen" puede sonar a toda pastilla en una fiesta, donde lo moderno es haber visto a los "Cazafantasmas" o haberse comprado la cazadora de cuero rojo de Michael Jackson en "Beat It".

Es un viaje alucinante. Un viaje inesperado dentro de una nueva película donde el bueno gana, donde el amigo anormal de turno se lo puede montar con una pelirroja que parece sacada del cine porno en un baño o donde te puede pedir perdón por follar con otro una Lucy Punch vestida de putilla al estilo Jane Jackson. ¿Qué amante de los ochenta y del cine de esa época no amaría una cinta como ésta? Actores muy aprovechables que se pasean por un film que se te hace tan corto como una vista al médico de la seguridad social. Con una Anna Faris con un pintalabios muy raro que hace de hermana de un Topher Grace que no se parece en nada a ella y un Michael Biehn que no veía desde la inicial "Terminator" del año 84... ¡Dios mio! Si pudiera entrar en un mundo de ensueño como lo hacía la Alicia del país de las maravillas elegiría esta historia escrita por el propio protagonista del film. Al menos, por Dios, deja que crea que ésto puede ser real. Qué maravilloso regalo de cumpleaños he recibido, de verdad.

Serenándome un poco te diré que: "Llévame a casa esta noche" es el título que venía en el film, la variante que le han puesto en esta web no sé a que se debe.

Lo mejor: su banda sonora, abarrotada de temas de la década de los ochenta... El actor Topher Grace me ha sorprendido, existe algo en él que me gusta; esa mezcla canalla y fronteriza que siempre despierta mis más bajos instintos.

La película es un día y su noche, la de unos tipos que quieren pasarlo bien, sin otra pretensión que ligar con esas chicas que casi nunca se encuentran a su alcance.

El desenlace, previsible, y el desarrollo también. Un rato disperso que aprueba con una nota muy raspada. Temática profundamente explotada desde hace décadas, sin que llegue a despertar mucho más que un rato de liviano entretenimiento.

Entretenida, en momentos incluso divertida, pero su defecto es que el espectador, a los pocos minutos, navega en detalles ajenos a la película en sí, como las canciones de fondo, los momentos semi-calcados de otras cintas, o incluso el doblaje (tuvo que ser divertido para los dobladores de Friends volver a encontrarse).
Si tienes menos de 25 años, será entrenida, y si tienes más, puede llegar a ser entrañable.
Lo mejor, sin duda, es el personaje de Dan Fogler (genial momento WC).

Aparte de todo eso, pues se deja ver, te saca unas risas, pero se hace larga, por eso, en vez del 6/7 he puntuado con el justito 5, a partir de los 60 minutos ya se me hizo pesada y plomiza.


Wolf.