El supersheriff

... y sin embargo es una gran película. Considero que las películas se han de valorar según lo que se espera de ellas y cuando se va (iba) al cine a ver una película como esta lo que se buscaba era pasar un buen rato y esta película lo consigue con creces. El argumento es simple, Bud Spencer es un supersheriff que conoció en la precuela a un niño extraterrestre al que todo el mundo quiere echar mano. Debido a eso se muda a un pueblecito de la américa cerrada y empieza a poner orden: se pega con los rateros, se pega con los leñadores... Todas escenas de tortas porque sí divertidas y con ritmo. Todo hasta que llegan unos extraterrestes... (sigo en spoiler)

De entrada da lo que esperabas tras concluir 'El Sheriff y el pequeño extraterrestre': una vez se queda en tierra, toca historia de pequeño pez fuera del agua, integrándose y haciendose pasar por "normal', para que a la jeta de confusión de Bud no le falten pretextos para la explotación, justificada, de la insólita química entre el renacuajo (algo menos, pero poco) Guffey y Spencer, confidencias casi confesionales "no me gusta pegar, pero es parte de mi trabajo" y, por descontado, varias royal rumbles de manguzadas donde los tipos malos saben lo que toca desde lo ven asomar: "¡pero si es el barbas!"
¿Hay novedades? Una, y decisiva. Y no me refiero a que Bud pronuncie la frase "comer demasiado me sienta mal, no quiero engordar más", o a que él y el chavalín sean una pareja itinerante que se oculta del ejército, sino a que Michele Lupo tira la casa por la ventana forzando a Bud a tomar contacto con los extraterrestres como todos deseábamos desde la anterior entrega que 'El Supersheriff' contactase con los hombres del espacio: a galletazos y puñetazo limpio en toda la cepa mediante un lenguaje universal que significa lo mismo en cualquier civilización por avanzada que sea.

Hay determinadas cosas que tienen su tiempo y momento. Este es el caso de El supersheriff, con el gran Bud Spencer, cuidando de un niño especial que pone en alerta a todas las autoridades y a todo un pueblo que descubre que el niño puede ser un ser de otro planeta.
El supersheriff, es una película que vi en mi infancia en numerosas ocasiones y que siempre disfrutaba, contemplando las peleas y enfrentamientos a los que hacía frente el bueno de Bud Spencer, a base de mamporros y golpes variados. Pues tengo que decir que muchos años más tarde, la he revisado y en esta ocasión, me he encontrado con un producto desfasado, absurdo y lamentable, que me ha supuesto un verdadero esfuerzo llegar a su conclusión.
Los recuerdos de la infancia, a veces deben quedar como recuerdos y no tratar de recuperar ese tiempo pasado, puesto que el disgusto puede ser mayúsculo.
Es una pena, pero tengo que decir que El supersheriff, queda como un producto ridículo, absurdo, chapucero y plomizo que no consigue ser satisfactorio.