Cinco tumbas para un medium

El terror gótico de los años 60 no suele defraudar, y esta película italiana dirigida por Massimo Pupillo es una buen muestra de ello.

Con un nombre bien conocido en las películas de la época, como es el de Barbara Steele, y con una historia que atrapa desde el primer momento: Una carta pidiendo un notario para hacer testamento, un pueblo olvidado y extraño, con una mansión que todo el mundo rehuye, donde rápidamente se descubre la primera sorpresa de la historia... quien envió la carta hace unos días atrás, lleva casi un año muerto. Joder, es que no puede no gustarte.

Una película de suspense con tintes sobrenaturales, momentos tétricos e interesantes, un misterio que se va desentrañando poco a poco y una genial e inesperada parte final que te deja con la sesación de haber visto una película por encima de la media. No está nada, nada mal.

Comenzaré admitiendo que me ha gustado este Poe a la italiana. Si bien el tiempo no ha pasado en balde y eso se nota sobre todo en el tema musical central, a base de theremín al más puro cine mudo, la historia está tan llena de matices y giros que engancha desde el primer momento.

No me cabe duda que algún que otro director, sobre todo de la propia Italia, ha tomado prestado detalles de esta hoy en día bastante olvidada película. A bote pronto podría nombrar a Lucio Fulci y su "Aquella casa al lado del cementerio" con esas lápidas junto a la mansión, las grabaciones descubiertas post-mortem, por no destacar esos travellings hacia puertas cerradas con algún que otro misterio detrás.

Y luego tenemos a un reclamo como Barbara Steele, uno de los grandes mitos del cine de terror de los años 60, dentro de un reparto más que convincente en sus interpretaciones.

Una muy grata sorpresa que a bien se tendría en hacer un remake actualizado, eso sí, alejado de corrientes juveniles y esos toquecitos de lavado mental más o menos subliminales que siempre dejan caer las plataformas digitales que campan a sus anchas en estos tiempos presentes. Simplemente con darle un poco de cariño al producto y retomar el espíritu de antaño sería un excelente punto de partida.
Un digno remake de esta película y otro de "Horror en Dunwich" de H.P. Lovecraft y tal vez el cine de terror de ahora se desperezara y dejara lo pseudo-conceptual y lo ridículamente absurdo para retomar la senda del miedo de toda la vida.