Brotherhood: Final Fantasy XV (Miniserie de TV)

Son en total 5 capítulos -más un 6 que viene en la edición coleccionista del juego en que se basa- de sólo 10 minutos de duración, suficiente tiempo para narrar directo al grano y al objetivo del porqué de la serie: mostrar esta amistad tan verdadera que se manifiesta en la historia. Es común, sino obligatorio, que en cada videojuego los personajes sean grandes amigos, sin más fundamentos que te entrega el juego, sin embargo, con final fantasy xv es posible palpar la amistad con cada momento de juego. Aquí, la amistad es en serio.

La serie anime es excelente en la banda sonora, sino perfecta, el dibujo es sencillo, pero funciona bastante bien, haciendo que las peleas sean un espectáculo visual sin tener que envidiar a otros animes del tipo. Recalcar que las voces son las mismas que se utilizan en el videojuego.

La serie es recomendable para cualquier amante del anime o de la saga final fantasy, pero si es el caso que también estás jugando, te recomiendo verla cuando ya lleves unas cuantas horas de juego, así podrás palparte más del significado que tienen las escenas.

Véanla, no lo va a decepcionar.

Haré crítica porque no he visto a nadie votar aún ni escribir menos.
Bueno, este anime es una introducción a lo que será el videojuego Final Fantasy XV, que se estrena este 30 de septiembre. Llevo solo dos capítulos y me está gustando, de momento se lleva un 7 porque me me parece buena, y porque Prompto me ha caído muy bien. Bueno, en esta serie tan corta se cuenta que lazos unen a los cuatro protagonistas del juego y como se conocen -supongo que en los siguientes se verá como es la historia de Noctis con Ignis y Gladiolus.
De momento está bien, está entretenido, los personajes me gustan -a falta de conocer mejor aún a dos de ellos-.
Lo único es que la animación es algo rara, sobre todo la cara de los personajes a veces, tal vez por la imagen que se les tiene en la animación del juego como se ve en los trailers. Pero se lo perdono, me ha parecido entretenido, divertido, ayuda a entender a los personajes, hasta llegar a ellos de algún modo. Tal vez me estoy dejando llevar por el hype que tengo de jugar al juego.
Me gusta, me gusta. A medida que siga viendo capítulos -serán uno al mes hasta septiembre- puede que tenga que cambiar la nota que le he puesto ahora, a más o a menos, espero que sea a más y no al contrario.
En fin, recomiendo echarla un vistazo, sobre todo si queréis jugar al juego, y sino tal vez os den ganas de hacerlo.

Si buscáis un poco en internet veréis que se recomienda por activa y por pasiva ver antes ambas cosas para comprender un poco mejor el trasfondo del juego, aunque también se dice que no es necesario y podemos abordar el título sin haber visto nada. Bien, tras haber visto tanto el anime como la película yo os recomiendo que lo hagáis pues en el primero se nos presenta a los personajes principales del juego y en el segundo el trasfondo político de la historia de Final Fantasy XV. Es altamente recomendable que lo hagáis.

Pero, ojo, esto no quiere decir que estemos ante dos productos excelentes, porque no lo estamos en absoluto -aunque tampoco son malas producciones-. El anime, llamado Final Fantasy XV: Brotherhood, es un compendio de 5 capítulos -más uno extra de tres minutos- con una duración aproximada de 15 minutos cada uno. En ellos se nos presenta el trasfondo de Noctis, Prompto, Ignis y Gladiolus, de como se dirigen hacia la capital ante las noticias de que el reinado del padre de Noctis, el rey Regis Lucis Caelum CXIII, ha caído.

Funciona bien y los capítulos son entretenidos, pero no es un gran anime y cuenta con numerosos clichés japoneses mil veces vistos en mangas, animes y videojuegos. Aún así es importante que lo veamos para comprender las personalidades de los personajes así como el por qué de las relaciones entre ellos.

Me ha llamado mucho la atención, tanto en la película como en el anime, como la saga Final Fantasy sigue fiel a sus orígenes como videojuego estrictamente japonés en cuanto a la visión que realiza sobre lo que es, en sí, un reinado. Encontramos en ambas producciones unos valores prácticamente educativos acerca de la figura del rey como ‘pater familias’ de su pueblo que en Europa -y casi todo el mundo occidental- lleva extinta más de un siglo, si no más.

Resulta muy curioso cómo están afianzados estos valores en las producciones japonesas, pudiendo encontrar numerosos ejemplos en videojuegos, manga y anime. No es algo que se ciña en exclusiva a la franquicia Final Fantasy, ocurre en películas como las del Estudio Ghibli, por poner otro ejemplo. El rey piadoso que es ama y es amado por su pueblo es una figura muy recurrente, tanto como lo es la mujer frágil o el súbdito leal. Son valores que me han chocado y eso que llevo toda la vida viéndolos. Pero me han chocado por aparecer en una producción de 2016, pues ni siquiera títulos como Final Fantasy IX o X estaban tan marcados como en esta decimoquinta entrega. Con esto no quiero realizar una crítica a los valores, ni mucho menos, pues soy consciente de aquellos que imperan en la sociedad japonesa, pero si que no dejo de mostrar mi asombro al verlos tan arquetípicos en una producción del calado de Final Fantasy XV.