Man to Man

La verdad que una vez terminada la película te quedas con la sensación de haber visto una muy buena película, muy bien realizada, con una interpretación importante de Joseph Fiennes, y sin olvidarnos de una fotografía preciosa. Te mantiene en la trama de la película sin problemas, y desarrolla las teorías de la evolución acerca del estudios de los pigmeos que anteriormente eran imaginables por los grandes "sabios" de la época. Si tienes tiempo y sabiendo que no se trata de una película de acción frenética, no te la pierdas.

Se trata de un film interesante sobre el cientifismo, o sea la manía de algunos científicos que acomodan y reducen la compleja realidad natural a los reducidos moldes de sus teorías; pero poco más.

Lo mejor, sin duda, es la presencia fílmica de sus dos protagonistas pigmeos, el hombre Lomama Boseki y la mujer Cécile Bayiha (en sus papeles de la película: "Toko" y "Likola"), con sus miradas de humanidad, sus facciones de inteligencia y su piel de un color azabache hermosísimo; además la naturaleza espléndida del inicio y del final, es decir, las escenas propiamente africanas, con selvas, ríos y cascadas deslumbrantes. Lo demás raya en lo mediocre o mal contado.

Película que retrata las barrabasadas que se han hecho en nombre de la ciencia, en una época en la que pecaba de seguir pensando que el hombre caucásico estaba por encima de todos los demás seres. La historia me ha parecido bonita y entretenida, y no creo que sea sensiblera. Al contrario, me parece muy humana.

Los paisajes africanos son preciosos, aunque no abundan. Los personajes están bien interpretados y el guión es bueno. Es una película que merece la pena ser vista.

Evidentemente, la original propuesta inicial presenta unos mimbres que no se pueden resolver por medio de una trama de acción, que es lo que se intenta en este caso; cayendo en maniqueísmos que contraponen a científico bueno con científico malo y sin escrúpulos, y relegando, consecuentemente, el tema que debiera ser el principal a una simple moraleja ñoña antirracista. De todas formas la película se deja ver bastante bien y es entretenida.
Lástima, porque había aquí una muy buena base para una excelente historia; contada, evidentemente, desde la perspectiva de los pigmeos, de sus miedos, sus temores, su integración a una sociedad muchísimo más compleja y protocolarizada que la suya; en fin, si pilla esta idea Terrence Malick, por ejemplo, estaríamos hablando de una obra maestra.

Un científico logra cazar dos especímenes de pigmeos en CentroAfrica en 1870. Tiene la convicción de que son un eslabón entre el mono y el hombre y se los lleva a Europa para estudiarlos. Las relaciones entre ellos se van haciendo cada vez más profundas. Los pigmeos son inteligentes. Aprenden. Son sensibles. Poco a poco, Jamie descubre que la diferencia de mentalidad es más educacional que no física. Toda una lección para que entendamos lo atrasados que nosotros estamos con respecto a los indígenas de cualquier etnia.