El jugador

Un bolso con droga que desaparece y todo un gran enredo con traiciones y más traiciones entre los nietos de un empresario, el empleado (el jugador) y la novia de uno de ellos. Es entretenida pero pensé que tendría un giro más rebuscado al estilo "9 reinas". Nada de eso ocurre, es bastante lineal y solo ese enfoca en las miserias de cada uno de los personajes. Para pasar el rato.

Desaparece un bolso lleno de merca y se arma una contienda de traiciones entre nietos, abuelo, novias, y Alejandro Awada que hace de amigo de la familia, un jugador empedernido retirado.

Es un pseudo policial negro con una narrativa muy pobre que roza el aburrimiento y ayuda a esto un Pablo Rago que no aporta nada.

Quiere dar una vuelta de tuerca para no ser tan lineal pero no le funciona. Mas obvia imposible. La dirige un don nadie, supongo que quiso lavar guita.

Son esas pelis que están en Netflix, bien craperitas.

Hay películas malas que uno sabe que son malas apenas viendo sus primeros minutos.

Pero como se trataba de una adaptación de una novela muy querida por mí: "El Jugador" de Dostoievski me atreví a llegar hasta el final.

En primer lugar el protagonista, Pablo Rago es todo un desastre. Su personaje, que es el principal, aquí se nos presenta a un melancólico sin redención.

El abuelo es un fetiche que niega a su inspirador principal en el caso de la novela del ruso.

La historia no tiene ni pies ni cabeza.

Esta es una película que nos demuestra que hacer sine es algo serio y no una apuesta a la fealdad.