The Aeronauts

Solo escribo esta crítica como un aviso a navegantes y solo me referiré a un aspecto, el doblaje. Me parece mentira que una película de esta factura y calidad tenga un doblaje realizado, aparentemente, por aficionados. No es que la interpretación de los personajes sea una pena, que lo es, no es que escuchemos a Amelia jadear cuando sus labios están perfectamente cerrados, no es que jima cuando nadie jime, ni que el protagonista masculino tenga una "interpretación" plana, sin emoción ni alma, es que, para colmo de lo anterior, el estudio ha hecho una labor tan pésima que todas las voces se escuchan como si fueran de estudio. No importa que nos hablen de lejos o de cerca, en la inmensidad del cielo o a medio metro de la cámara, el sonido es plano, sin matices ni efectos de espacio, distancia, ni por supuesto parametrizado a los diferentes canales 5.1 cuando sea necesario. Todo el sonido de las voces va al canal central, a un mismo nivel, de pena.

El doblaje es, sencillamente, bazofia. Comencé a ver la película en Full HD descargada de internet, ante la pésima calidad de las voces pensé que sería un ripeo de tres al cuarto. Abandoné ese visionado y me puse a verla directamente de la plataforma con el mismo resultado.

No concibo como Amazon ha podido dejar una película de este nivel en manos de un estudio manejado por incompetentes, o incapaces, que para el resultado final lo mismo da.

Lamentablemente mi nivel de inglés no da para verla en versión original, y detesto los subtítulos. así que finalmente la terminé viendo doblada, dejándome un pésimo sabor de boca. No estuve dentro de la película ni un solo segundo, y eso que la cinta empieza metiéndose de lleno en la historia.

Una pena, porque me siento engañado y enfadado de no haber podido disfrutar de una gran película.

Avisados estáis.

NOTA IMPORTANTE.
EDICIÓN DEL COMENTARIO DEL 22 DE FEBRERO DE 2020

Se ha actualizado el doblaje en la propia plataforma Amazon Prime Video. Los motivos los desconozco, pero ahora sí tiene las voces, actuaciones y calidad de doblaje que se merece una producción de este nivel. Además, también se han corregido muchas palabras de la traducción que eran incorrectas o inadecuadas.

Lo que me ha pasado hoy no me había pasado en los muchos años que llevo viendo películas; estoy tan indignado que me he decidido a hacer mi primera crítica... ¿que qué tal es la película? ¿buena, mala o regular? Pues no se que decir, porque se me ha hecho imposible centrarme en ella... El doblaje a español es pésimo, indigno, deleznable, chapucero, penoso, triste... pongan ustedes el adjetivo descalificativo que prefieran... Como será la cosa que al principio me parecía que estaba mal sincronizado el audio, pero cuando he visto que no era así, no me lo podía creer. ¿Por qué nos has hecho esto Amazon? ¿Por ahorrarte unos euros? ¿Es por que en España es mas barato el abono anual que en otros países y no merecemos más?

En alguna otra crítica se explayan mas en los aspectos técnicos del desaguisado, pero yo, como simple espectador, solo puedo decir que el resultado es que se han cargado la película... Mala no debe ser, son buenos actores, buenos efectos especiales, buena ambientación... Pero las voces roban todo el protagonismo (para mal); todas son malas, pero la de Eddie Redmayne ya es el colmo. ¿Acaso eran alumnos en prácticas y todavía no saben bien como hacerlo? En resumen, una pena, un desperdicio total...

El único punto positivo que encuentro al asunto es que a partir de hoy apreciaré mucho más el trabajo de los (buenos) dobladores, ya que veo que es un arte que no todos dominan...

James Glaisher hizo esa ascensión con 53 años, no el jovencito apasionado de esta película. Y la hizo con el experimentado piloto de globos aerostáticos Henry Tracey Coxwell con 43 años. Por tanto, casi toda la película es una patraña, pura ficción que se intenta mostrar como una realidad. Se puede hacer una película de ficción o se puede hacer una biográfica, pero estas ridículas chapuzas para alterar la Historia son una vergüenza.

Hacía tiempo que unas escenas no me atrapaban de la manera que lo han hecho en esta emocionante apuesta por el cine de aventuras y épica científica. Con secuencias de "altura" literal y cinéfila, que te mantienen en vilo en sus momentos aerostáticos. Buenas interpretaciones de ambos actores, quizás mejor Felicity. Una lástima el lamentable doblaje español. ¡Imprescindible disfrutarla en versión original!

*Drama de aventuras de corte clásico

Lo primero que llama la atención de The Aeronauts es el clasicismo de su puesta en escena, pese a la utilización de efectos visuales CGI para la descripción de los viajes en globo, el film siempre mantiene un aspecto de cine clásico y de una manera de contar historias que se está perdiendo, lo que se agradece.

The Aeronauts cumple su cometido como drama de aventuras, es entretenida, aunque tiene una cierta tendencia hacia el melodrama que lastra algunos pasajes del relato. Tampoco funciona como traslación histórica de lo que sucedió, ya que como veremos luego las licencias creativas tomadas por el guionista Jack Thorne trascienden casi lo permisible.

*Autores de la televisión al cine

Antes de con The Aeronauts el guionista Jack Thorne ya había trabajado de manera habitual en varios proyectos de cine y televisión con el director Tom Harper, destacando The Scouting Book for Boys (2009), y que en los últimos tiempos se está convirtiendo en uno de los guionistas de moda en la televisión británica como demuestra su participación en Skins, This is England, La materia oscura, The accident o The virtues, siendo elegido para llevar a Harry Potter al teatro y para re-escribir el guion de Star Wars Episodio IX: El ascenso de Skywalker, antes de ser sustituido por J.J. Abrams y Chris Terrio.

Por su parte, Tom Harper se ha labrado una carrera como artesano en televisión, dirigiendo capítulos de muchas series, mientras que en cine destaca su trabajo en un film de terror muy bien ambientado como La mujer de negro: El ángel de la muerte (2015), pero The Aeronauts podría considerarse su trabajo más ambicioso hasta la fecha.

*Un vuelo en globo real, un personaje femenino ficticio

The Aeronauts se inspira en el vuelo real en globo efectuado el 5 de septiembre de 1862 por James Glaisher y Henry Coxwell, sin embargo, en la película el segundo es reemplazado por la aventurera Amelia Wren, un personaje ficticio que no estuvo en ese viaje, pero que coge detalles de la vida de las aeronautas Sophie Blanchard y Margaret Graham, como por ejemplo el trágico fallecimiento del marido de la primera en uno de los viajes.

La introducción de ese personaje femenino resulta fundamental para el devenir de la historia de ficción que nos habla sobre como cambiar el mundo con la fuerza de nuestras ideas. También le otorga cierto aire reivindicativo y moderno, aunque para la época en la que se sitúa, hay momentos que me resulta poco creíble su comportamiento.

The Aeronauts nos muestra ese viaje en globo como una gran aventura científica y lo combina con varios flashbacks que nos invitan a conocer mejor a los dos protagonistas interpretados por Eddie Redmayne y Felicity Jones, en el que supone su reencuentro en la pantalla tras La teoría del todo (James Marsch, 2014), película con la que ésta tiene muchos más puntos en común, como esa obsesión del protagonista por observar el cielo como un lugar inhóspito e inexplorado donde encontrar las respuestas científicas a sus revolucionarias teorías, en este caso, sobre la predicción meteorológica del tiempo.

*Conclusión

The Aeronauts es una película académica y previsible. Está bien realizada, en especial las espectaculares secuencias del viaje en globo, pero tiene bastantes carencias narrativas y bajadas de ritmo, donde el uso del flashback no siempre funciona. Es un film familiar agradable de ver durante la sobremesa, pero al que le falta alma y que lamentablemente resultará poco perdurable en nuestra memoria. La pareja protagonista realiza un buen trabajo, en especial, la actriz Felicity Jones que se destapa como la verdadera heroína de la función, aunque su personaje no existiese realmente.

Escrito por Daniel Farriol