La lupa

La película sin ser un dechado de virtudes en cuanto al guión, no deja por ello, de reflejar el momento social de la época. El director parece presenciar de modo pasivo la interpretación de estos dos colosos del cine español de su tiempo a los que poca falta les hace que los dirijan... Decir Valeriano León, Antonio Riquelme y toda la corte de secundarios que construyen este proyecto, ya es garantía mas que suficiente como para que no caiga en el descrédito y el olvido... Se me antoja un cine familiar muy propio para el momento aunque excesivo en cuanto a la moralina que no moral, que inunda la película... En definitiva un director ideal para una cinta muy concreta, Lucia en estado puro...

Se trata de una obra cinematográfica sencilla en la que se explora un humor blanco, basado muchas veces en el lenguaje. Una obra en la que el guión no es maravilloso, pero que está correctamente hecha, y que no aspira más que al entretenimiento familiar.
Cuenta una série de peripecias de dos muertos de hambre que abren una agencia de investigación privada pensando en forrarse.
Son una sucesión de casos con un final moralista, acorde con la ideología del régimen de la época, en la que sus protagonistas van desplegando sus chistes y gracejos.

"Sigilo y astucia" es el lema de la Agencia de investigaciones privadas "La lupa".
Se trata de dos detectives, Felipe (Riquelme) y Don Paco (León), que buscan "La prosperidad por la pesquisa" y que se documentan a base de novelas policiacas, "El caso del farmacéutico compungido" entre ellas. Una especie de Stan Laurel y Oliver Hardy bien compenetrados, con frases y diálogos equívocos y divertidos.
Los comienzos son duros y se encomiendan a San Antonio de Padua como patrono de las cosas perdidas que ellos extienden a los "casos" o a la "causas" perdidas.
Se trata pues de una comedia de modestas pretensiones, que utiliza en todo momento un humor ingenuo y tierno basado en la genialidad de estos dos grandes actores y del resto del reparto.
El guion desde luego es flojo. Sobra en nuestra opinión el prólogo con la historia de la lupa. Sigue la trama un tanto titubeante con la búsqueda del Niño Jesús, el hallazgo de la pierna ortopédica y el caso del cazador, para levantar el vuelo con otro cazador, en este caso de dotes, y culminar con la genial y surrealista marcianada.
El director se limita a dar carrete a los dos protagonistas y a proporcionarles diálogos chispeantes que saben aprovechar con lucimiento. "Guinea legítimo", exclama Felipe ante la sospecha de encontrarse ante el malo disfrazado de negro, o irónicos pareados como "No busques el manganeso por el camino travieso".
La pincelada folclórica corre a cargo en esta ocasión de Antoñita Moreno y "El cordón de mi corpiño".
Sigilo y astucia hace falta para encontrar estas curiosas cintas que nos traen ese humor amable y tierno de otras épocas, tan distinto a las astracanadas obscenas de tantas comedias de actualidad.
Interesante.

Dos ingenuos hombrecillos montan una agencia privada de investigación: "La lupa". Todo un ejemplo del cine de Luis Lucía, quién aquí desaprovechó de forma detestablemente deliberada cualquier atisbo de originalidad o interés propios (que los había al inscribirse dentro de lo que podríamos llamar la comedia detectivesca) para mandar a su película al manido, aburrido y prescindible terreno de la comedia folletinesco/moralizante, aprovechándose del talento cómico del popular Valeriano León y de Antonio Riquelme, bien rodeados por una nutrida gama de secundarios. O sea, que como siempre solo los actores salvan el cotarro de esta mediocre, aburrida y hasta surrealista (la parte final resulta antológica) película del nulo y absolutamente prescindible señor Lucía.