Darling Lili

Realizada por Blake Edwards, se basa en un guión del realizador y de William Blatty. Se rodó en Bruselas, Dublin y Paris y en los Paramount Studios. Nominada a 3 Oscar, ganó 1 Globo de oro (canción). Producida por Blake Edwards, se estrenó el 24-VI-1970 (EEUU).

La acción tiene lugar en Londres, Paris y diversas localizaciones civiles y militares próximas al frente, en los años de la I GM (1914/18). Lili Smith (Julie Andrews) es una cantante inglesa de éxito. De ascendencia alemana, pasa información militar al coronel Kurt Von Ruger (Jeremy Kemp), "tío Kurt". El mayor William Larrabie (Rock Hudson) es un piloto americano con acceso a secretos militares.

La película es un musical que combina espionaje, drama, intriga, acción, comedia y slapstick. Concebida para lucimiento de Julie Andrews, recién casada (en segundas nupcias) con Blake Edwards, se propone entretener y divertir. La historia se inspira muy libremente en la vida de "Mata-Hari". Se parodian los films de espías de la IGM, las correrias del inspector Clousseau, las diferentes idiosincrasias de alemanes, franceses e ingleses, algunas escenas de películas de suspense y terror (tormento de duchas frías y calientes). Se inspira en los "gags" del cine cómico mudo, las "screwballs comedies" de los 40 y 50 y películas de batallas aéreas. Se hace uso reiterado de flores, ramos (inundan la casa de Lili), guirnaldas (escenarios de canto y baile). Los planos de la pareja enamorada caen en la cursilería, qeu afecta a la imagen (de dulzura empalagosa), el color (rosas pálidos, blancos inmaculados), música de acompañamiento (melosa), escenarios exteriores (jardines románticos) y escenas de interior (Lili coloca sobre William dormido en el sofá una rosa de gran tallo). La tensión dramática viene dada por la profesión oculta de Lili, sus relaciones con el tío Kurt, los miedos de los sirvientes que la atienden, las intrigas en el alto mando alemán, etc. La acción corre a cargo de las batallas aéreas y del raid de William sobre un aeropuerto de campaña. El "striptease" de Julie Andrews, sorprendente, se contrapone a su imagen inocente ("Mary Poppins") y cándida ("Sonrisas y lágrimas").

La música, de Henry Mancini, aporta canciones originales ("Whistling Away The Dark") y composiciones de orquesta y coros ("Darling Lili"). Añade fragmentos de composiciones ajenas ("The Can Can Cafe"), canciones patrióticas ("Pack Up Your Troubles") e himnos nacionales ("La marsellesa). La coreografía de los números de baile es obra de Hermes Pan. La fotografía hace uso de numerosos recursos: encuadres cenitales, planos contrapicados, perspectivas inferiores (Victoria de Samotracia), closeups (flor, anillo, beso), perspectivas amplias (paseos de la pareja) y escenas de acción resueltas con sobriedad. Julie Andrews desborda convicción, entrega y encanto personal. Rock Hudson realiza un excelente papel.

Es de agradecer ciertas ediciones en DVD, como es el caso de “Darling Lili”, de gran calidad y se ha incluido, para mi sorpresa, la obertura musical que abría la película, unos cinco minutos aproximadamente, que “preparaban” a la audiencia, bueno, aunque no en todos los cines donde se exhibió se respetó, subestimando el interés del espectador y en consecuencia estafándolo. Creo que fue de las últimas superproducciones musicales que tenían su obertura y posiblemente la última superproducción romántico/musical realizada a la “manera clásica”, aunque con tibios intentos de cambio. Sus actores se ajustan perfectamente al engranaje, planteado como si se tratara de una producción perteneciente a la época dorada de Hollywood, aunque su principio, esa imagen de Andrews partiendo de las sombras, define por donde van a ir tanto las intenciones del director como las de su protagonista. Es llamativo su impresionante despliegue en ambientación, asesoramiento musical, movimiento de masas o sus magníficas secuencias de combate aéreo. “Darling Lili” creo que es, además, la simiente de un cambio hacia la humanización y la maldad. A la humanización en personajes para posteriores musicales, alejándose definitivamente de visiones idílicas de Minnelli para desembocar en Bob Fosse. También es simiente de otras obras posteriores de Edwards, sobre todo vista hoy día se puede ser más consciente de ello: “La semilla del tamarindo”, aunque fuera en clave más dramática y que reincide en el tema del espionaje, de la imagen rompedora y sorpresiva de Julie Andrews en “S.O.B”, o de los juegos de nombres, dobles identidades y sentimientos confusos, todo ello sumergido en submundos de cabarets y teatros como en “¿Víctor o Victoria?”, que creo es la más lograda de la unión Edwards- Andrews. Todo ello está latente en “Darling Lili”, de la que durante mucho tiempo se dijo de ella que era “el patito feo” de Edwards (concepto que nunca compartí) y que vista hoy resulta un cisne, sobre todo en su género. De hecho es inconcebible que siguiera siendo menospreciada incluso después de haberse estrenado “El violinista sobre el tejado”. Puede que fuera realizada en el peor momento, ya que terminando los 60 y comenzando los 70 el cine comercial, cierto era, había cambiado ya. Recuerdo el muy interesante documental “El chico que conquistó Hollywood”, donde ya Robert Evans, que emergía en los estudios Paramount gracias al “boom” de “La semilla del diablo”, sostenía que, a pesar del éxito de “La leyenda de la ciudad sin nombre”, advertía que era una película que no se sabía bien a qué público iba dirigida, que había que apostar por unas producciones más pensadas… Lo que pasa es que en ese año su baza fue “Love Story”, tremendo, y tuvo la suerte de colarla, lo cual luego nos trajo mayores alegrías con mejores películas. Pero como antes decía, “Darling Lili” fue también semilla de maldad ya que gracias a ella, su coguionista, W. P. Blatty, aprendió que sombrear con los dedos una imagen de una virgen a carboncillo no era suficiente, y para su siguiente “juego” de identidades optó por la tinta china más oscura y de allí salió su Regan de “El exorcista”. En fin, una película fecunda.

Una película de Edwards no muy valorada, a pesar de sus valores y atractivos, como le ocurre a otra reunión posterior de la pareja Edwards-Andrews, "La semilla del tamarindo" (The Tamarind Seed, 1974), esta última una gran película tristemente infravalorada. Da la impresión de que Julie Andrews se hizo famosa, en torno a 1964-1965, con títulos no muy buenos, pero de gran éxito comercial, y luego... Después, protagoniza películas mejores, de mayor interés, que sin embargo no son éxitos, quizá porque en ellas rompía con su imagen inicial de ingenua. Muy injusto, pero así fue.

"Darling Lili" es una de esas películas en las que Andrews, sin dejar de cantar, trata de cambiar a una imagen más sofisticada y "sexy", y lo consigue, no hay más que ver la escena del "strip-tease" en escena, o la secuencia en la que Rock Hudson se mete en la ducha con ella, estando Andrews, supuestamente, desnuda. Y todo eso, muchos años antes de "S.O.B." (1981). Mucho me temo que Julie Andrews es una actriz -como por ej. Doris Day- a la que odian o aborrecen muchos cinéfilos, y que a partir de ese rechazo, el rechazo a esta película está garantizado. A mí, en cambio, Andrews me gusta mucho, me parece una grandísima actriz y una grandísima cantante -bueno, como Doris Day- que por desgracia hizo películas que no estaban a la altura de su talento.

Ante tales fobias y filias, querido lector, tiene usted dos posibilidades: si es de los que odian a la Andrews, y no quiere que le cambien sus prejuicios, no vea "Darling Lili". Si no odia a esta actriz, y/o no tiene prejuicios, vea "Darling Lili". Y, a ser posible, la versión original sin cortes, si es que es posible verla (yo no he visto esa versión).

Como todas las películas de Blake Edwards, y esta no iba a ser menos, nos ofrece entretenimiento en estado puro. Es una película que consigue ese primer objetivo del cine; entretener. Destacar la calidad de este film, calidad en todos los sentidos: interpretación, argumento, banda sonora... Resulta curiosa y conseguida la pareja protagonista, la genial Julie Andrews y Rock Hudson. La dirección es esplendida y el guión ingenioso y original. En definitiva es una buena pelicula que entretiene y que parece transmitir al espectador algunas dosis de alegria, buenos sentimientos, optimismo... ¿Qué más se le puede pedir a una película?

Sobra un monton de metraje, dando lugar a momentos de tedio, ella como de costumbre un tanto sosa y él (un actor correcto) que aquí se deja llevar por ese ritmo a veces pesado y monocorde del film.
Aqui Blake Edwards no esta a su nivel habitual ("Dos hombres contra el oeste", "Victor o Victoria").
Los números musicales son muy normalitos.
Sobra demasiada historia entre ambos.
El film se salva algo al final cuando la trama avanza pero aun asi lo hace de manera rápida y apresurada.El ritmo de la película esta totalmente desequilibrado.
Lo mejor, algun gag aislado.
Un saludo, Efelson