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Ciudadano Bob Roberts

Drama Bob Roberts, un cantante folk, anuncia su candidatura al Senado de los Estados Unidos por el estado de Pennsylvania. La campaña electoral resulta ser una trama con fines económicos, racistas y militares. Un humilde periodista revela la verdadera personalidad e ideas del candidato y de sus colaboradores. (FILMAFFINITY)
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Críticas 15
Críticas ordenadas por utilidad
31 de mayo de 2007
32 de 41 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demoledora. Un auténtico prodigio de denuncia política, que además se avanzo mucho a nuestros tiempos.

Tim Robbins nos muestra la peligrosa deriva del conservadurismo americano hacia las formas que hoy conforman el espectro neocon. No hay duda que que se podría decir que Robbins es maniqueo en su visión, y que desde su óptica izquierdista, mostrar a la derecha como fascista es poco menos que interesado y exagerado. Pués bien, para aquellos que piensen eso sólo tiene que echar un vistazo a la política actual de Bush o incluso a gente como Nicolas Sarkozy, políticos que han usado el mismo sistema que Bob Roberts para atraer votos (interesante el paralelismo entre la denuncia del Mayo del 68 que hace Sarkozy y la crítica de los años 60 por Bob Roberts). Vender miedo, vender el retorno de valores tradicionales, vender a la izquierda como el demonio, acusar a los logros en libertad social de los males de una nación precisamente en nombre de la libertad, vender sexismo, vender racismo, vender a Diós, vender seguridad, vender en definitiva mentiras.

Esta película se muestra como un claro precedente de los documentales políticos de Michael Moore e incluso los supera en visión afilada de la situación, porque allí donde Moore retrata Robbins predice. Y lo que es peor, acierta.

Lo mejor: su capacidad de denuncia
Lo peor: que tan poca gente la conozca
LennyNero
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4 de agosto de 2006
17 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Además de un más que competente actor, Tim Robbins también destaca por tener una carrera como director bastante envidiable. Siempre tratando temas delicados y no cayendo en la manipulación en esos temas pese a ser temas en los que es demasiado fácil manipular. Y esta película uno de los temas que trata es precisamente la manipulación, porque como ya sabemos todos, los políticos son geniales en el arte de la manipulación.

El reparto liderado por Robbins es espectacular. El actor es el protagonista principal aunque por suerte no es tan egocentrico como otros actores. Si se tiene que quitar de la pantalla se lo quita sin problemas. Aunque sigue siendo el personaje principal y por suerte el actor hace una interpretación bastante interesante. Secundarios como Ray Wise, Giancarlo Esposito están geniales e incluso Jack Black hace un buen papel junto con los dos pirados que va, obsesionados de Bob Roberts. A eso se le suma cameos de gente como John Cusack, Fred Ward, Bob Balaban, James Spader, Helen Hunt, David Strathairn, Alan Rickman y de la esposa en la vida real de Robbins, Susan Sarandon.

También cabe mencionar la buena música que tiene la película de David Robbins de las letras de las canciones de Tim Robbins junto a David Robbins. Porque también es uno de los temas de la película (el personaje de Robbins aparte de aspirante a senador es musico) y salen bastantes canciones e incluso videoclips. Por lo tanto la música es un elemento bastante importante en esta cinta y que por fortuna está a gran nivel.

El guión es muy bueno. Por supuesto tratar este tema es delicado. Pero Robbins lo hace de una manera magistral con una dirección envidiable y bien narrado. Sabe llevar el peso de la trama y sabe darnos lo que queremos ver. Pese a que puede desvariar en algún momento por lo general lleva la película bastante bien.

Por lo tanto una película interesante y recomendable con la que Robbins debutaria en su más que decente trayectoria como director. Una película muy entretenida.
Pataliebre
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23 de septiembre de 2008
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante ópera prima como director de Tim Robbins que cuenta los entresijos de la campaña a senador de los Estados Unidos, por Pennsylvania, de un cantante country en los días anteriores a la Guerra del Golfo.

A modo de falso documental la película sigue al autobús del candidato, mostrándonos tanto su día a día y sus opiniones, como las de sus oponentes y algunas tramas paralelas que pueden incidir en dicha campaña electoral.

Sabiendo de la postura política de Robbins, se debe opinar que tiende al maniqueismo, pues aunque no se nombra en ningún momento a partido político alguno, es obvio que Roberts pertenece al Republicano. Y claro, detrás se encuentra todo el poder verdadero en USA: la Comisión Nacional de Seguridad, los fabricantes de armas, la corrupción en su grado extremo, conexiones con el contrabando de droga, etc. (para más información, ruego se lean o escuchen las opiniones sobre el tema de cualquier ciudadano europeo que así mismo se llame "progresista" ).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ok Rick
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4 de noviembre de 2014
12 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de esas películas originales (en cierto modo), con denuncia, atrevida, de reparto molón y bien rodada que carece de encanto. No lo tiene en ningún momento.
A pesar de repartir a diestro y siniestro, bueno, sólo a diestro, no posee atractivo. Tendrá chicha, pero no encanto. Qué se le va a hacer.
Sines Crúpulos
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18 de marzo de 2021
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
*La vigencia de Ciudadano Bob Roberts

Hace casi treinta años que se estrenaba Ciudadano Bob Roberts en España y sin embargo, su mensaje pervive repleto de vigencia. Porque en un momento como el que estamos viviendo, donde el grito se sabe vencedor frente a las ideas, las andanzas de este “rebelde” deseoso de poder, resultan muy reveladoras.

Y es que durante una hora y media el espectador será testigo, en primera fila, de la campaña a senador de un cantante de folk aficionado a las letras incendiarias. Un hombre que con unas grandes dotes para la simulación es capaz de arrastrar al “pueblo”.

Un viaje a los entresijos de la política, liderado por un tipo que podría ser definido como “un hombre hecho a sí mismo”. Alguien especialista en luchar contra el “establishment” delante de las cámaras y minutos después cerrar provechosos acuerdos bursátiles.

Porque detrás de su aparente necedad, se esconde un tipo audaz. Una persona que se sirve de palabras vacías para sus lemas de campaña. En un intento por primar la confrontación y el odio, como formas de avivar el fuego de la desazón.

*El importante trabajo de la prensa

Todo ello ante la atenta mirada de una prensa, en ocasiones pasiva e incapaz de abandonar la confortable redacción. Con periodistas totalmente alejados de las miserias que protagonizan sus informaciones.

Aunque Ciudadano Bob Roberts también deja espacio al optimismo, presentado a algunos periodistas valientes que ansían alcanzar la verdad. Ese es el caso de Alijah Raplin, un claro ejemplo de la labor fundamental a la que debe aspirar la prensa como rendidor de cuentas. Un periodista de un pequeño medio independiente capaz de poner “nervioso” al bueno de Bob Roberts, con una retórica puramente factual.

En este sentido resulta muy significativa la secuencia en la que Raplin persigue con preguntas, tras un mitin de campaña, a un Roberts que acabará acudiendo a su séquito protector.

Actitud constante que le traerá muchos problemas a Raplin, debido a su apellido árabe y su rechazo a adscribirse a los medios tradicionales. Frente a una opinión pública incapaz de cerrar la caja de pandora.

Porque lo que en principio parecía una ocurrencia de un cantante de folk con ganas de protagonismo, pronto se convierte en un fenómeno de masas, capaz de alcanzar el senado de Pensilvania. En un viaje frenético que amenaza con catalizar los miedos más profundos de un porcentaje muy significativo de la población estadounidense.

*Una interesante mezcla de géneros

Propuesta audaz que Tim Robbins lleva a la gran pantalla mediante una hibridación de géneros cinematográficos, al estar concebido desde la perspectiva de un falso documental. Con multitud de secuencias puramente ficcionales que conviven con otras de apariencia informativa.

Y para guiarlas, una voz en off testimonial que nos irá presentando a personas claves en la carrera política de Roberts. Con supuestas entrevistas a cámara y rupturas de la cuarta pared, con las que interpelar directamente al espectador.

Conjunto que se sirve de un muy depurado ritmo cinematográfico. En parte gracias a un guion inteligente que nos va conduciendo hasta un final, posiblemente sospechado, pero necesario para la coherencia general de la cinta.

Sin olvidar, la contundente interpretación de Tim Robbins, capaz de seducir a la cámara con tan solo un puñado de gestos y un uso depurado de la entonación dramática.

Y a su lado, las apariciones precisas de rostros conocidos de la gran pantalla, que consiguen articular un conjunto perfectamente entonado, con Alan Rickman a la cabeza.

*Conclusión

En definitiva, una película absolutamente actual y necesaria. Una cinta que nos advierte del peligro que pueden llegar a tener los movimientos populistas y que defiende profundamente la labor de la presa. Desde la sátira, el humor y la música folk, Ciudadano Bob Roberts nos hace tomar conciencia de la responsabilidad que cada individuo puede tener en la formación de los “monstruos mediáticos”. Y además, lo hace sirviéndose de un guion punzante, entretenido e innovador.

Escrito por Laura Tabuyo Acosta
Cinemagavia
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