Haz click aquí para copiar la URL

El caso Watts: El padre homicida

Documental Con imágenes reales sin editar, este documental ahonda en la desaparición de Shanann Watts y sus hijos, y los sucesos acontecidos posteriormente.
1 2 >>
Críticas 7
Críticas ordenadas por utilidad
3 de octubre de 2020
29 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Familias perfectas. De esas que vemos en Facebook. Que se ven siempre viajando, enamorados, en buena forma física, con sonrisas blancas e hijos preciosos, de esos que viven en amplias casas suburbanas donde se respira una total armonía.

De eso trata este documental. De lo que ya sabemos. De como cualquier familia puede tener una imagen puertas afuera y otra, muy distinta, hacia adentro. El problema es cuando esa imagen puertas adentro llega a tener un final tan sórdido.

Los fanáticos de los documentales de true crime tenemos algo claro. Con las redes sociales y con todo el mundo teniendo en su teléfono la posibilidad de tomar fotos y grabar videos, el archivo de imágenes que cada familia ofrece al mundo en enorme. Y cada vez habrá más. La cantidad de crímenes quizá sea el mismo, pero todos estarán mejor documentados.

De sólo eso se nutre este documental, Imágenes de la familia encontradas en Facebook y transcripción de sus mensajes. Y las combina con material grabado por la policía de Colorado en sus requisas e investigaciones. Quizá esa sea la clave del documental. La combinación eficaz de imágenes idílicas con el material de la policía, como un buen balance para mostrar el ying y el yang, el mal y el bien. Y lo duro es ver como el mal puede atacar en la casa de nuestros vecinos o en la casa de la familia que vemos en Facebook. Porque ahí es donde más duele ver el mal. Cuando aparece muy cerca, en alguien que se ve como nosotros y que quizá sea nuestro amigo en Facebook.
sebcorti
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de octubre de 2020
26 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya con los traductores de Netflix, se han marcado un "La semilla del diablo" en toda regla con lo del padre homicida (que tampoco es mucha la sorpresa, pero es que le quita la poquita intriga que pudiera tener).
Dicho esto, documental con cierto mérito por usar sólo imágenes de archivo y redes sociales.
Para preguntarte cómo puede el ser humano albergar tanta maldad (y estupidez) y aficionados al género.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Amargao
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
16 de diciembre de 2020
11 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
¡Es que no lo entiendo! ¡En inglés no te desvelan el crimen! ¡Una cosa es que lo titules "la familia de al lado" y otra MUY DISTINTA, QUE LE PONGAS "PADRE HOMICIDA"! ¡POR FAVOR!

Nada, no penséis que tiene más miga esto. Va de un padre que mata, punto. Que si, que hay muchas pruebas que se pueden recabar porque estamos en el siglo de las redes sociales, vamos. El documental expone una recreación de la vida de la familia a partir de los restos digitales que aparecen por Facebook, o "Feisebús", como dice mi madre. Lo normal.

Pero que sigo sin perdonar que hayáis puesto la respuesta en el título. Por mí os podéis ir a freír espárragos. Qué mala leche. Hasta me sabe mal el café y todo. Gamberros.
Sara
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de octubre de 2020
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el documental American Murder: Family Next Door (2020), de reciente estreno en Netflix, la directora Jenny Popplewell reconstruye el caso de un padre que asesinó a sus hijas y su esposa, para inscribirlo dentro de un sistema que permanentemente ejerce violencia contra la mujer.

Por Nicolás Bianchi

El título en castellano del documental deja poco terreno para los spoilers. El caso Watts: El padre homicida, tal es el nombre del film en Hispanoamérica, no busca enredar al espectador en una trama del tipo ‘quién lo hizo’ sino que intenta contextualizar un caso horroroso en un marco de violencia sistemática contra la mujer. Chris Watts, de 33 años, asesinó a su mujer Shannan de 38 y a sus hijas de 4 y 3 años. Se trata de un monstruo pero no de una excepción.

Si hay algo distintivo en el documental de Popplewell eso es que no hay una sola entrevista con los distintos involucrados en el caso sino que se recurre a material casero o de las fuerzas de seguridad para contar lo que sucedió. Así, la directora cuenta con los chats del asesino y su víctima, los videos de la policía, material tomado con celulares en aquellos días de 2018, y las entrevistas que luego los detectives realizaron con Watts.

Aunque desde el título se adelante el desenlace, el comienzo de la película se plantea como un ‘misterio grande en un pueblo chico’. El título en castellano directamente cuenta lo que sucedió, mientras que la versión original, al decir ‘murder’ (asesinato) está haciendo prácticamente lo mismo. Nunca hay otro sospechoso que no sea Chris Watts.

Shannan llegó a su casa, luego de un viaje en avión, en el día anterior a su muerte. Al mediodía una amiga con la que se tenía que encontrar dio la alarma. Su marido volvió del trabajo y se encontró con ella y un oficial de policía en la puerta. Fingiendo sorpresa abrió la puerta de su casa e ingresó con ellos para verificar que no había nadie allí. Faltaban las mantas de las niñas pero estaban el anillo y el celular, apagado, de Shannan.

La reconstrucción del caso está bien lograda, ya que rápidamente se llega a la confesión del asesino y luego se construye la recreación de esos últimos días, mediante los chats de la pareja y lo que luego con las autoridades declara cada uno (él y las amigas de ella). De todos modos, el documental no logra asentar su pretensión de ubicar al episodio como uno más dentro de un sistema que fabrica femicidios. A pesar de su título, no se desliga del todo de la intriga que pueden provocar las revelaciones, ciertamente morbosas, sobre lo que hizo Chris Watts. Con un par de estadísticas que se despliegan al final en placas de blanco sobre negro no alcanza para trazar un cuadro general, sino simplemente para decorar y dar un cierre.

Antes, como mérito, la película logra plantear el estupor que significa hacer lo que ese hombre hizo. No se trata de un loco sino de una persona sumamente racional. Ni él ni ningún otro de los que aparece en el film logran comprender del todo tanto horror. La escena en la que la agente de policía, que logra extraer la confesión de Watts, finalmente lo consuela con un abrazo y una caricia es, probablemente, lo más llamativo del documental. El peor de los monstruos recibe un inmerecido gesto de compasión. Un gesto humano en medio de la desolación.
El Golo Cine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
26 de octubre de 2020
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “American Murder: The Family Next Door” (2020) de Jenny Popplewell con Chris Watts, Shanann Watts, Nickole Atkinson, Jim Benemann, Luke Epple, Mark Jamieson, Nichol Kessinger, Marcelo Kopcow, entre otros.
Documental de 80 minutos que cuenta la historia de los asesinatos de la familia Watts en 2018, que tuvieron lugar en Frederick, Colorado, EEUU; cuando Christopher Lee Watts mató a su esposa embarazada, Shanann Cathryn Watts y sus 2 hijas en común:
Bella de 4 años y Celeste de 3.
Con imágenes reales sin editar, el documental ahonda en la desaparición de Shanann y sus hijas, y los sucesos acontecidos posteriormente.
Como documental, la producción ahonda en el crimen verdadero, un género cinematográfico de no ficción, en el que el autor examina un crimen real y detalla las acciones de personas reales; e interroga al espectador en:
¿Cómo puede el ser humano albergar tanta maldad?
Pero cuál es el valor de hacer una película como esta…
Es una película terrible sobre una situación terrible.
A 2 años de los asesinatos, la película de Popplewell presenta la historia de Watts como más que una historia de crimen; sobre el matrimonio y el engaño de las redes sociales, así como un penetrante examen de la violencia doméstica construido con mimo y arte innegable; y para ello utiliza imágenes de archivo que incluyen publicaciones en redes sociales, grabaciones de las fuerzas del orden público, mensajes de texto y secuencias de video caseras para representar los eventos que ocurrieron.
De esa manera se intenta que nos adentremos en la vida de las víctimas, viéndolas constantemente en videos de Facebook como los que hace cualquiera, aunque se abusa de este recurso, lo que lo vuelve repetitivo, y logra crear una manipulación de las emociones y sentimientos.
Y es que las familias perfectas están retratadas en todas las casas, y ahora las vemos en las redes sociales como Facebook; donde se ven siempre viajando, enamorados… en buena forma física, con sonrisas blancas e hijos preciosos, de esos que viven en amplias casas suburbanas donde se respira una total armonía y hay mucho de más.
De eso trata este documental; de lo que ya sabemos y de como cualquier familia puede tener una imagen puertas afuera y otra muy distinta hacia adentro.
El problema es cuando esa imagen puertas adentro llega a tener un final tan sórdido; y quizás esa sea la clave del documental.
“¿Dónde está mi familia?”
RECOMENDADA.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/
Alvaro Zamora Cubillo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 2 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow