Embers

Futuro post-apocalítico ambientado años después de que un extraño virus haya condenado a los restos de la humanidad a vivir sin memoria. Cada poco tiempo desaparecen todos sus recuerdos, sus habilidades, todo. Y deben empezar de nuevo una y otra vez. Original no es, toma ideas de otras películas y series, pero tiene una buena fotografía y puesta en escena.
Sigue la vida de distintas personas que luchan por conservar su humanidad y los lazos afectivos: Un hombre y una niña, una pareja que debe redescubrir su amor una y otra vez, y luchar por no separarse, un hombre que vive en su casa rodeado de notas para no olvidar, etc etc. Pero también una joven y su padre que vive en un búnker aislados de la infección y recuerdan todo, sin embargo, en su soledad y aislamiento, su memoria carece de sentido.

Lo peor es el final, bastante soso y descafeinado.

En general se está acostubrado a sentarse frente a la pantalla esperando tras la presentación, un nudo desafiante y un desenlace que satisfaga.
Este es uno de esos casos en que toda la pelicula es una sola imagen del argumento. Es maravilloso ver como con una simpleza aparente se transmite una sensación profunda.
Para pensar, superficialmente para algunos, profunda para otros... Todo va en las ganas.
En fin, una película diferente que para mi vale la pena verla.

La premisa es interesante:¿Qué pasaría mañana, si una epidemia mundial, borra la memoria a corto-medio plazo de toda la población?
Así, la modesta película que nos ocupa, se centra en el tratamiento personal de diversos individuos, y cómo les afecta esta situación:
-El amor, representado por la pareja de jóvenes, que siempre se termina encontrando e intuyendo que se aman (algo irreal y cursi, con un final bastante forzado, aunque interesante).
-El instinto primario y la violencia, encarnados por el joven, que está metido en una espiral de autodestrucción de la que ni siquiera sabe salir.
-La impotencia de no saber cómo arreglar la situación, encarnada en un inteligente escritor, que lee una y otra vez el mismo libro, intentando desentrañar algún método para arreglar el problema (la historia peor desarrollada de la película, pues no aporta realmente una perspectiva coherente ni transmite una idea definida).
-Por último, un padre y una hija que viven encerrados en un búnker, ajenos a la enfermedad, pero finalmente, viviendo una vida vacía entre cuatro paredes.
El problema es que, llegados al ecuador de la película, se empieza a dar vueltas una y otra vez sobre lo mismo, las ideas interesantes ya se han agotado, el ritmo decae muchísimo, y los momentos "artísticos porque si" (la chica en la playa, la eterna exhibición musical de la hija, los planos que se pretenden profundos pero son simplemente expositivos y aburridos) se adueñan del film y lo ahogan. Una lástima, porque la idea central da para muchísimo más, pero se pierde en el camino de la pretenciosidad y la exposición de reiterados elementos que son innecesarios.
Aún con todo, se aprecia el esfuerzo por tratar el tema de la Sci-Fi desde una perspectiva novedosa y potencialmente interesante.

Picasso tenía razón cuando hablaba de lo difícil y a la vez importante que es recuperar la mirada inocente de un niño... No solo para crear arte sino que también para disfrutarlo y a su vez disfrutar de lo hermoso que es el universo .... y en definitiva la vida

Esta película bastante incomprendida no habla del fin del mundo, ni tampoco del comportamiento humano tras la caída de la civilización.... no... de eso hablan decenas de films distópicos pero no este.... Embers es una metáfora que toma como excusa un virus ficticio para hablarnos de nuestra incapacidad para apreciar la vida disfrutando plenamente de el maravilloso cosmos del que somos parte.

Estamos ante un film hipnótico rodado con mucho talento e inspiración... una fotografía formidable, un guión bien construido, unos personajes convincentes y un ritmo lento pero a su vez cautivador.

Obra de arte.

Cinta post apocalíptica que se juega mucho en el terreno emocional, y nada en el del entretenimiento. Los supervivientes de una catástrofe pandémica sufren pérdida progresiva de memoria hasta no recordar ni sus propios nombres, y cada cual lo trata de sobrellevar como puede.

Estamos ante el típico caso en el que tenemos que valorar la fotografía, la puesta en escena, las actuaciones, la emotividad del relato... porque narrativamente es un ladrillo de los buenos. De hecho, no es un relato al uso, sino un simple devenir de personajes sufriendo los efectos del virus.

Un virus que deja sin memoria, pero pareciera que también te reduce la capacidad de expresarte, además de haber arrasado con la población mundial a juzgar por lo desierto que está todo. No me ha parecido de los futuros distópicos más creíbles, la verdad. Si querían hacer algún tipo de reflexión profunda, me la perdí entre cabezadas intermitentes.