Sex and Fury

En los años setenta en Japón se daba la bienvenida sin complejos a un tipo de cine que aprovechaba el filón de cualquier tendencia que pudiera ser rentable comercialmente, una especie de masiva ola 'exploitation' en la que como aquí, en "Sex and Fury", cabía una historia con mucha violencia, muchas escenas de sexo, ambientada en la época Meiji y en la que la congruencia del guión fuera lo de menos. Visual y estéticamente, las cosas como son, es una película para flipar.

Todo el que haya pasado por Tarantino se acordará de aquel duelo a katanazos al aire libre y bajo una buena nevada. Pues aquí queda la de Reiko Ike, varias décadas antes, en pelotas tras ser atacada mientras se da un baño, al aire libre también, cercenando cuerpos alegremente como la Thurman. Una protagonista a la que le van los tatuajes y que es más lista que nadie, dispuesta a usar su espada con el objetivo de cumplir con una venganza que arranca desde muy pequeña. Si nos ponemos tiquismiquis con el guión nos iremos corriendo, pero si atendemos a otras cuestiones como la riqueza de los personajes secundarios que pueblan constantemente la película, el placer cinéfilo está garantizado. No es una obra maestra ni pretende serlo, es una película nacida para consumir en una época muy concreta y rescatarla a día de hoy sólo cabe en la mente de cinéfilos muy especiales.

Merece la pena si se es un curioso de la historia del cine japonés, porque forma parte de una etapa muy curiosa en la que podemos encontrarnos con poderosas creaciones como "Sex and Fury", un verdadero ciclón cinéfilo.

He tenido un problema con esta película, y es que la he visto en versión original con subtítulos en castellano. Normalmente eso no es un problema, pero cuando lo que quieres ver es acción y tetas, y en lugar de eso te encuentras peroratas contando la historia en lugar de actores recreando la historia, pues termina por aburrir.

'Sex and fury' mezcla un batiburrillo de estilos sin decantarse por ninguno. La mezcla tiene su punto de atractivo, no lo niego, pero no le saca jugo a ninguno de ellos. Tiene tintes de 'sexplotation', pero las escenas duran unos segundos y sin ensañamiento. Lo mismo ocurre con el erotismo. Ni siquiera se llega a ver una chica completamente desnuda frontalmente. Tiene partes de espionaje, pero sin retorcidos complots, ni dispositivos de espías, ni nada parecido. Tiene un trasfondo de peli de venganza, pero sin que ese sentimiento llegue al espectador.

Christina Lindberg está totalmente infrautilizada en esta película. ¿Para eso la han buscado?

Como curiosidad, está bien, porque no hay muchas películas japonesas de este estilo, y menos en esa época, aunque a mí me ha aburrido.

Tarantino también recolectó algunas ideas para su Kill Bill de esta película, pero es infinitamente inferior a Lady Snowblood, convirtiéndose esta en una imitación mala, donde el guión es una amalgama de sin sentidos, y donde se aprovecha la mínima ocasión para poner escenas subidas de tono. El argumento simplemente brilla por su ausencia y parece como si las distintas escenas se fueran improvisando sobre la marcha dando como resultado un sinsentido, donde el humor para mí brilla por su ausencia, y las escenas de acción son bastante pobres, combinadas con otras escenas como la de la partida de póker, que es directamente un absoluto aburrimiento. Las relaciones entre los personajes son como las que tendrías con la gente que te cruzas en el metro por las mañanas, y la sensación de estar viendo un producto totalmente vacío de contenido se acrecienta según avanza la historia.
A todo este despropósito no ayudan nada unos decorados penosos, y estridentes y unos vestuarios victorianos bastante ridículos.
En fin una película bastante ridícula que ni llega a ser una historia medio seria sobre samuráis y si la vas a ver por ser erótica, ahí ya cada uno con sus fantasías erótico-asiáticas, a mí me pareció un bodrio infumable y predecible.