Pacto infernal

Que conste que no me gusta nada Renny Harlin salvo "Deep Blue Sea" o "Las Aventuras de Ford Fairlane". Un tipo capaz de cagarse de esa manera la saga del "Exorcista" o arruinar a la Carolco con su macro-truño de pirátas "La Isla de las Cabezas Cortadas" no tiene mí respeto en absoluto pero he de reconocer que su última basurilla, este "The Covenant" que aquí nos ocupa, no esta nada mal para pasar un rato letárgico en el sofá. Comienza con un potente tema de White Zombie y arránca al mas puro estilo "Jóvenes Ocultos" para convertirse en una pasarela de yogurines américanos, institutos y tramas sobre brujería y hechizos. Un Buffy con magos, un Harry Potter a lo trash teenager.
El guión es bastante flojo y los efectos aunque se notan un huevo son resultones y no están mal. Lo bueno es que no se hace muy larga y tiene buenos moméntos. Está muy bien la conexión con "Las Brujas de Eastwith"(aquella comedia 80´s de Jack Nicholson) con el nombre del pueblo.
Para entretenerse un ratillo.

Renny Harlin (Cazadores de Mentes, El exorcista:El comienzo, Deep Blue Sea...) firma esta cinta de y para adolescentes.
En ella se nos cuenta la historia de un grupo de amigos, descendientes de diferentes familias de brujos que conviven con la magia en su día a día, la utilizan para su divertimento mas pactan que ningun mortal puede saber de ello.
Sus vidas transcurren, aunque bizarras, sin gran sobresalto, van a las clases, se enamoran, hacen amigos, se pelean... hasta que la una nueva persona con un poder aún mayor que el suyo hace acto de presencia. Inevitablemente, la confrontación pronto se produce, la lucha es inevitable, si bien no tanto por defender el bien, sino el mantenimiento de su propio poder, de su propia vida.
"The Covenant", que ha sido definida por muchas publicaciones, como un cruce entre X-men y Harry Potter, no cumple todas las expectativas. Su guión resulta un poco pobre, y lo desigual de sus efectos especiales desconcierta al espectador (posee escenas verdaderamente impresionantes frente a otras en las que sentimos estar viendo un videojuego).
Las interpretaciones no son nada del otro mundo, y alguna es especialmente pobre, parece haberse buscado más la estética que la profesionalidad.
A este respecto resulta curioso, frente a otras películas de su estilo que muestran en "ellas" el desnudo gratuito y demás, cómo en esta el director ha buscado el morbo en sus protagonistas masculinos, regocijándose en sus cuerpos más que en lo que dicen, hacen...
En conclusión, una película entretenida sin más, que se deja ver sin resultar demasiado aburrida y que puestos a comparar, resulta cercana a "Jovenes y Brujas", pero en versión masculina y de bastante menos calidad.
Enoch

Aclaro que aunque lo parezca no se trata de ninguna adaptación de una novela, ni siquiera de un cómic sino que consiste en una idea genuinamente creada para el cine, con un final lo suficientemente abierto para una segunda entrega. De hecho ha sido más tarde cuando se ha creado un tebeo sobre la película pero no al revés. Dicho esto, Renny Harlin nos trae una obra que más que terror, de lo que apenas tiene nada, es fantasía paranormal adolescente. En realidad es un drama romántico con algo de aventura lo que la convierte en un anticipo de la saga de "Crepúsculo" (2008-2012), novela original a la que antecede en cuestión de meses, pero cambiando los vampiros y hombres lobo por brujos, aunque en realidad parece que tienen poderes como los superhéroes, mutantes o personajes de videojuegos. Por supuesto, también tiene otras referencias, desde "Jóvenes Ocultos" (1987) a "Jóvenes y brujas" (1996) pasando por la no menos famosa franquicia de "Harry Potter" (2001-2011), todo con aire teen comercial y desenfadado, buscando tan sólo hacerte pasar un buen rato, cosa que consigue por completo.

Como se deduce de lo dicho es una obra que trata de enganchar a chicos y chicas con sus personajes-modelos. Atención en que en este escuela de Nueva Inglaterra no hay gordos/as, feos/as o ni siquiera que lleven gafas. Además todos los protagonistas están musculosos y son guapetes. A mí de todos modos quien me gusta es Laura Ramsey, la amiga tampoco está mal, que no sólo es muy mona sino que da vida a un personaje muy dulce y agradable, Sarah, un reclamo constante, atención a cuando va con el uniforme de colegiala. Me temo que las severísimas críticas de los entendidos que se ha llevado "La alianza del mal" se deban a que es una propuesta sexista bastante clásica, tanto en la concepción de sus personajes, ellas muy femeninas y ellos muy masculinos, como en sus roles: Sarah no hace absolutamente nada, salvo asustarse y esperar a ser salvada. Si fueran feos, ella una machote y ellos unos marginales, seguro que les gusta. En síntesis, una llevadera película juvenil con un argumento llamativo, cierta elegancia, dos o tres momentos bien logrados y unos personajes atractivos por fuera y por dentro.

Es que eso de «La alianza del mal» no pega ni con cola. No tiene nada que ver con lo que la historia cuenta, así que sospecho que quienes buscaron un título al español no vieron la película para nada. Supongo que el cartel con unas figuras tenebrosas y un chico gritando en plan monstruo puede confundir un poco. A mí también me confundió.

«The Covenant» es un producto juvenil. ¿Alguien recuerda qué significa eso? No trato de que nos traguemos cualquier cosa hecha para un público joven, de hecho yo soy muy crítica con esas historietas made in best sellers que han proliferado como las setas venenosas. Soy crítica porque me cuentan chorradas muy grandes y dejan poco espacio para la imaginación, para la ilusión, el encanto y el carisma. Sin embargo, no hay que tener miedo a dejarse llevar por la fantasía y las pasiones cuando te brindan una buena oportunidad para ello. No tengamos prejuicios.

A veces la sencillez bien entendida es una apuesta segura, y «The Covenant» apuesta por una sencillez que se basa en tres puntos fundamentales, tres piedras angulares que a todos nos apetece ver: poderes sobrenaturales, belleza y amor. Los protagonistas son un grupo de guapetes de instituto con unas capacidades brujeriles bastante chulas que tendrán que enfrentarse a una amenaza desconocida. O no tanto. Hay tensión (magnífica escena de las arañas), cierta intriga y se crean inmediatas simpatías por ese mundillo pseudo decadente en pleno corazón de la parte menos americana de Norteamérica, Nueva Inglaterra, con unos muchachos la mar de apañaos que demuestran que pueden ser varoniles sin caer en la chulería y que se puede presumir de pectorales de ensueño sin que quede vulgar. Steven Straits, Taylor Kitsch y Sebastian Stan son algunos de los susodichos.

La pena es que la factura técnica se acerca más al telefilme, como si ni la propia película confiara en sus capacidades para crear una franquicia sólida y a lo grande a la que la masa de jóvenes y adolescentes (¡y el resto también!, ¿por qué no?) deseosos de emoción y fantasía se adhiera sin reservas. El planteamiento tiene muchas posibilidades. Confiemos.

Harlin podía haber sacado más partido a esta cinta. Tiene un guion flojo que solo nos muestra una historia muy muy simple (unos brujos que no deben usar demasiado sus poderes) y luego todo son jóvenes perfectos con relaciones totalmente adolescentes. Y ya, esa es la historia. Pero a su favor tengo que decir que la B.S.O. mola mucho y que las dos escenas de acción que hay está muy bien hechas. Tiene, además, una buena fotografía. Los actores sin embargo flojean al igual que el guion, pero porque no se les pide demasiado. Por lo demás es un buen ejemplo de las películas que se hacían allá por el 2000, aunque esta es del 2006.
Le he puesto un 6 porque entretiene durante el tiempo justo (hora y media) y porque me alegró la vista (todo sea dicho).
Tampoco es que pida unos guiones enrevesados para pasar el rato en este tipo de cine, pero sí currárselo un pelín más. Aún así las he visto mucho peores.