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Lugares comunes

Drama Fernando Robles (Federico Luppi) es porteño, ya ha cumplido los sesenta y es profesor de literatura en la universidad. Enseña a enseñar. Lleva toda la vida casado con Liliana Rovira (Mercedes Sampietro), española, hija de catalanes, que trabaja como asistente social en barrios marginales de Buenos Aires. Se quieren, se respetan, son leales. Nunca se aburren estando juntos, les gusta estar solos. Se conocen profundamente, se aceptan, se ... [+]
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Críticas 49
Críticas ordenadas por utilidad
28 de septiembre de 2018
5 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vi anoche haciendo un ejercicio de generosidad esta película que ya pintaba mal con el tío ese tan seriote y aburrido y me dije: Seguro que tiene buena nota en Filmaffinity. No falla, ¿por qué? Yo he visto la nota de un usuario, argentino, que puntúa alto las películas, pues las elige, y ha puesto a esta película un 3; una de las pocas que ha suspendido. En lugares comunes no hay nada de nada. Un tío, un profesor que se dedica a dar rollazos de literatura fumando e incitando a sus alumnos a que fumen, siendo la trama que por lo visto quiere mucho a su mujer y se quieren mucho. Cómo si fueran los únicos, claro, ellos son especiales, son argentinos y él es un tío de izquierdas que regala bienes inmuebles al proletariado y despide buenas maneras. Já. Una tontería clásica para aprendices de gilipollas progres. A lo mejor es que la gente se queda contenta por eso y encima porque el tío proclama la libertad, la igualdad y la fraternidad con la bandera francesa, horrible, otro que se cree esas fábulas de ese país tan chupasangre, pues bien que se las crea, pero que pasa ¿qué por eso es mejor persona y hay que valorar más la película? Mentira. La buena persona es la que se preocupa por sus hijos y su familia y vive y deja vivir. Para santos ya tenemos a San José.

Eso sí, a quien le guste el soniquete argentino pues tiene para dar y tomar sin parar, porque esta gente para filosofar y soltar discursitos son únicos. Ahora bien, si tienen que trabajar como poner estacas de cemento para una valla metálica, se dedican a dar con un martillo casero golpecitos para hundirlas en el suelo que es algo ridículo y absurdo, se creen que la gente es tan tonta como ellos, o sea, que así han ido clavando las estacas en la tierra mientras no paran de hablar como cotorras: Pim, pim, pim... Supongo que para el año 2030 habrán acabado la cerca entera... qué digo, ¡una sólo! Qué tonterías madre. Lo más es cuando el amigo profesor le larga una charla de ligoteo a una funcionaria que la deja embobada... ¡y enamorada! Joder macho. El amigo los deja solos avergonzado, y yo casi me voy también. Jamás he visto algo más artificial; miento, sí, he visto muchas cosas así, y ésta es una de ellas.
floïd blue
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23 de enero de 2019
3 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
De Argentina, aunque con la presencia española de Mercedes Sampietro, nos llega un drama de modesta apariencia pero que en realidad se mueve como una centella por varios temas, desde los románticos a los políticos pasando por los existenciales. Lo cierto es que "Lugares comunes" no aburre, los personajes están bien descritos y algunos diálogos son interesantes, pero también tiene varios errores. Para empezar, la trama es casi inexistente, funcionando más como perchero para ir colocando los discursos del "héroe", el profesor de literatura Fernando Robles (Federico Luppi), por no hablar de un desenlace demasiado forzado.

Sin embargo lo peor no es eso sino que "Lugares comunes" supone un ejercicio de imaginación con el único fin de idealizar la vida de un progre. Esto ya de por sí sería discutible si se hiciera bien pero es que aquí, como no podía ser de otra forma, se cae en incoherencias varias: habla de no adoctrinar cuando es eso precisamente lo que ha hecho con su hijo, detesta a la burguesía pero él no deja de serlo y además propietario, nunca se ha propuesto ser fiel a su mujer... (SPOILER). Por cierto, que vaya imagen que dan las mujeres, la joven y la madura, totalmente subordinadas, cuya fin es legitimar las fantasías masculinas izquierdistas.

Pero hay más cosas que me irritan. Fernando se pone a defender la Revolución Francesa de 1789 aunque más tarde se demuestra que es incapaz de matar a una gallina, seguimos con la idealización, porque es muy bueno y muy noble. ¿Qué se cree que pasó entonces? Pues que los amigos de Fernando, los que defendían la libertad, la igualdad y la fraternidad se dedicaron a matar a la gente, en defensa de estas ideas. Dice de los revolucionarios "mucha bola no les dieron", más bien fue al revés, y que él va a poner en práctica el famoso trilema... pero tonto, si llevamos más de doscientos años poniéndolo en práctica y sufriéndolo.

Al final la película se mueve en una serie de tópicos comunes, que nacen por parte la confusión ideológica que tiene el personal. Cuando se habla de que la derecha gobierna siempre y manda es una trola, la derecha, conservadurismo y tradicionalismo, hace muchas décadas que no existe y en la mayoría de países, como Argentina, hasta siglos, principalmente porque ha sido asesinada y destruida por la izquierda triunfadora. Ahora bien existen dos izquierdas, la de raíz socialista-marxista y la liberal. Al final se ha impuesto claramente la liberal, que defiende precisamente el sangriento ideal revolucionario de 1789.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Reaccionario
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30 de mayo de 2018
12 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y con este breve homenaje a aquel glorioso conjunto musical que con pocas palabras decía mucho, procedo a comentar esta película que con muchísimas palabras dice muy poco.

No sentía este retorcijón mental (también físico) desde que critiqué en esta misma web la también producción hispano-argentina EL CIUDADANO ILUSTRE. Crítica que ‘filmaffinity’ me retiró por considerarla excesivamente hiriente, por lo cual yo no protesté... ya que tenían razón.

Aguantar las boludeces de este amargado que no ha tenido hu... lo que tenía que haber tenido para vivir de acuerdo al predicamento que, según nos sugiere la película, ha estado haciendo toda la vida se me ha hecho indigesto. Y que paga su frustración con el espectador (sobre todo), pero también con su propio hijo triunfador. Sí, triunfador. Porque si uno sale volando del charco podrido en el que vivía (declarado varias veces en la peli como tal, no porque yo tenga nada en contra de Argentina), y consigue un trabajazo donde le pagan plata a raudales, eso amigo progre izquierdoso de sentencias sabiondas, ES TRIUNFAR.
Y eso se nota que te jode, porque tú no pudiste. Porque eres un fracasado y lo sabes.

Hay tres condiciones que suelen definir al militante izquierdista que, seguramente, será muy del gusto de los largometrajes del tándem Aristarain-Luppi y del cine argentino en general, y por favor que no se me ofenda ningún lector de por allí. Pero es que precisamente lo peor de este film es que alimenta y engorda el cliché de que los argentinos se ponen a filosofar en cuanto ven llover. Desde luego, en el mundo de LUGARES COMUNES (apropiadísimo título), ir a comprar aspirinas a la farmacia, pagar una multa en la oficina de tráfico, hacer fotocopias o preguntarle al médico cómo está Fernando es excusa para iniciar una conversación trascendental de al menos diez minutos. ¡Esta gente tiene que llegar agotada al catre!

Como decía y yo mismo me he interrumpido con mis reflexiones (¿tendré algo de argentino?), el izquierdoso se caracteriza por estas tres cualidades:

- Sectarismo.
Amo al líder. Mi líder piensa por mí. Lo que diga mi líder va a Misa no LO SIGUIENTE.
(Por suerte, al personaje encarnado por Federico Luppi se le ve pasado de vueltas y esta parte la tiene superada. No sale elogiando a algún asqueroso dictador comunista, cosa que agradezco)

- Falsedad.
Hipocresía, impostura, fanfarronería, cuento, etc.
Mucho esfuerzo por no parecer un burgués, en el caso de Fernando. Y siéndolo al ciento por ciento. Y lo peor, deseando con frustración serlo aún más.

- Ignorancia (y falsificación y tergiversación consecuentes).
¿1789... Revolución Francesa... LIBERTAD????!!! JAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA. Por favor, infórmense, militantes por el pueblo. Terror, más bien. Tiranía... Matanza... Por no hablar de la consecuencia directa de dicha fecha: la conquista, saqueo y destrucción de media Europa perpetrada por Napoleón Bonaparte.
Y es que de tanto leer ‘Rayuela’ y de hacerse el interesante con sus alumnos, de historia del mundo se ha documentado poco Fernando. Pero bueno, su mente es más feliz así. Como la de tantos.

En verdad, existe una cuarta condición muy común al sociata medio, aunque no la he incluído dentro de las “canónicas” ya que no son monopolio suyo. Pero os aseguro que no he conocido a un solo hombre de izquierdas que no haga gala de ella.
Sí, en efecto, machismo duro. No machismo de dar palizas a mujeres... sino de dar la paliza a la mujer. A mí me toca reencarnarme en el personaje de Mercedes Sampietro, y juro por Julio Cortázar que me pego un tiro. Pero no con un sieso revólver. ¡Con un lanzagranadas apuntando directamente a mi boca como mínimo!, no vaya a sobrevivir.

Las dos mujeres que aparecen en la película carecen de toda entidad real. La jovencita se acuesta con un señor 28 abriles mayor, que no es precisamente Paul Newman en sus años otoñales. Sólo por esto, ya suspendo la película directamente (estoy en contra de toda forma de pederastia, y esto lo es. Máxime si encima se naturaliza así).
Y en cuanto a Liliana... pobre señora. En serio, no existe mujer sobre la Tierra que soporte el bombardeo incesante de palabrería reflexiva que emana el jodío Fernando. Es, al igual que la chica joven, una fantasía masculina sobre cómo el director querría que fuesen las mujeres de su mundo.

Que a propósito de mujeres, la conversación (arriba citada) con la bibliotecaria en la máquina de las fotocopias me dio muuuucha vergüenza ajena. Mucha.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
JACHi
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28 de febrero de 2007
11 de 54 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobrevalorada película, en la que o consigues hacer fuerza por coger por los cuernos un guión nada llamativo o serás víctima de morfeo. De nota voy a hacer el esfuerzo de ponerle un 3, por los actores más que nada...

Lo mejor
-Cierta escena de discusión política en el bar

Lo peor
-Es aburrida a más no poder
Jamon
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