Retrato de una pasión

Parece que últimamente están abriéndose paso en las carteleras productos que utilizan a un personaje real para asociar hechos imaginarios en torno a su persona con el fin de no se sabe qué propósito ¿reescribir la historia? (¡qué cruz!), así se puede citar la nefasta El último rey de Escocia.

Aquí se ve un intento de homenaje aunque todo hace aguas salvo la interesante realización, pues poco se sabe finalmente de Diane Arbus aparte de que le gustaba la fotografía y moverse entre seres marginales (nada nuevo), el resto es una historia plana y un poco absurda que podía haber sido dedicada a Diane como a cualquier Alicia que se asoma al otro lado del espejo y le gusta lo que ve. Feliz ella, yo prefiero revisar Freaks de Tod Browning.

Género: drama. Clase: Iniciático

Trama: la vida gris de una ama de casa burguesa (Kidman) cambia cuando conoce al increíble hombre barbudo (el bueno de Robert Downey Jr).

El peor defecto de Retrato... es la pretenciosidad con que Shainberg intenta ocultar la mediocridad del guión. Toda esa vacua exhibición de personajes a medio camino entre la bohemia y Freaks (y que Tod Browning me perdone) resulta casi insoportable. La dirección es fría y nada es creíble. Todos esos primeros planos de Kidman son absolutamente gratuitos. En algunas ocasiones uno siente verguenza ante lo que está viendo. Lo mejor: la producción, que envuelve en gasas un bodrio simplista y bienintencionado. En resumen, película absolutamente prescindible.

Reconstrucción fantasiosa y ficcional de un período de la vida de una famosa fotógrafa norteamericana: Diane Argus. La mitad de la película está basada en la mirada de la bella Nicole Kidman, es decir, en su bello rostro en primer plano, sin otra consecuencia, ni una sola foto. La mirada mira el misterio que hay en un personaje que, peludo como un león, circula por la vecindad como en La bella y la bestia, o Stars Wars, etc. En la otra mitad de la película tampoco podemos ver muchas de las fotos que hicieron famosa a la persona real, sino observar la pasión sexual de una mujer bella y casada deslumbrada por algo extraño y efímero. Para suspender todo sentido de realidad o conocimiento del personaje real. Bello filme que se equivocó de género.

La película no es que tenga una historia muy novedosa ni trabajada: una mujer inesperadamente conoce a un personaje que le cambiará la vida... Y poco más. Hay veces que da la sensación de estar viendo una película de fantasía, y por lo general se hace agradable de ver (a partir de la aparición de Lionel). Pero la película tampoco es nada destacable, lo que la levanta y hace que valga la pena es la interpretación de Nicole Kidman, y esto es algo que desgraciadamente se viene repitiendo demasiado últimamente (aunque también hay algún caso en el que ni Nicole no es capaz de salvar la película...). Y Robert Downey Jr., irreconocible durante casi toda la película, le guarda bien las espaldas. Poco más se puede decir... No está mal.

Aunque muy despechada por la crítica en general, a mi me ha parecido una película realmente interesante en cuanto al argumento, y estéticamente soberbia; tiene ese toque detallista y misterioso de las películas de Tim Burton donde todo parece estar sacado de un mundo de dibujos animados con personajes del todo grotescos (en el caso de Arbus, feos o con enfermedades extrañísimas). También cabe decir que la película empieza con mucha fuerza los primeros 45 minutos de metraje pero se va volviendo un tanto monótona aunque de nuevo adquiere intensidad en los momentos finales (la intriga se apodera del espectador) cuando los personajes van desvelando sus secretos personales influyentes en el argumento de la misma.

Empecé a verla con interés ya que la obra fotográfica de Diane Arbus me parecía muy influyente en todos los aspectos, y conforme iba transcurriendo, aunque no se centra mucho en las sesiones fotográficas de la autora, van apareciendo personajes estética y físicamente peculiares que influyeron en su obra y en su vida más tarde.

No se trata de un retrato biográfico de dicha brillante artista, sino que más bien es un homenaje imaginario hacia la propia artista que cuestionó las ideas convencionales de belleza y fealdad, y cambió radicalmente la fotografía a través de su técnica y sus temas extridentes.