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El repostero de Berlín

Drama En Berlín, Oren, un ingeniero constructor israelí, se encapricha del pastelero Thomas. El romance ni siquiera parece haber empezado cuando Thomas descubre que Oren ha muerto en un accidente de coche en Jerusalén. Thomas viaja allí sin saber exactamente qué es lo que está buscando. Descubre que la mujer de Oren, Anat, es propietaria de un café, y esta le ofrece a Thomas un empleo de lo más básico, consistente en limpiar y fregar cacharros. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 32
Críticas ordenadas por utilidad
14 de agosto de 2018
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
De la mano del director de cine israelí Ofir Raul Graizer llega a España la película alemana "El repostero de Berlín". Sutil, delicada, con una interpretación por parte de sus dos protagonistas (el repostero - el magnífico y novel Tim Kalkhof- y la mujer) tan verosímil como la vida misma. Ambientada en Jerusalén con la condición religiosa siempre presente, incordiando la vida de sus protagonistas. Me ha gustado.
carmen
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10 de septiembre de 2018
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thomas trabaja como repostero en una cafetería berlinesa. Allí llegará un día como cliente Oren, un ingeniero israelí, residente en Jerusalén, casado, con un hijo, y que acude a Berlín debido a su trabajo una vez al mes, con una estancia de dos o tres días en cada ocasión. De inmediato se iniciará un romance entre estos dos hombres. Después de un año de relación Oren muere en Jerusalén por causa de un accidente de tráfico, aunque a Thomas no le llegará más que la información de la muerte. Sin más, sin que sepamos la verdadera razón, el joven repostero decide irse a Jerusalén y presentarse en el café regentado por Anat, la viuda de Oren.

Primer largometraje como director del también montador y guionista israelí, Ofir Raul Graizer, autor, igualmente, del guion. Coproducción germano-israelí de bajo presupuesto, rodada en las dos ciudades anteriormente citadas en tan sólo dos semanas y media. En sí estamos ante una película israelí; como alemana tiene que de ese país llegó la mayor parte del dinero para producirla, lo que resultó bastante dificultoso; pero en Alemania no ha sido estrenada ni su director cree que vaya a serlo, lo que achaca a problemas sociales y morales del país europeo con dos de los tres temas principales que toca mayormente este film, aspectos políticos y de la sexualidad del protagonista.

La historia que se nos cuenta, al analizarla como conjunto, resulta poco factible, algo forzada, pues se mezclan una serie de factores que por separado se pueden dar, pero como totalidad hacen surgir dudas. Como dije anteriormente en esta cinta hay tres elementos (sexual, religioso y político) que entran en juego. La homosexualidad o bisexualidad de Thomas y Oren, ello en un mundo judío ultraortodoxo en el cual vive Anat, ella no es religiosa, pero su cuñado Moti, hermano de su fallecido marido, que parece ejercer la tutela sobre su cuñada y sobrino, sí lo es; además su negocio, para que funcione debidamente, necesita ser certificado como Kosher, es decir, que la mayor parte de su clientela es religiosa. Por último, el hecho de la nacionalidad de Thomas tampoco ayuda a la integración de éste en ese mundo bastante cerrado.

Con todo lo anterior, y a pesar de las dificultades que a simple vista destacan que entraña, Graizer consigue crear una obra de gran belleza intimista, en que cada una de las partes que la componen, y el ambiente creado, parecen terminar resaltando más que el argumento. Ambiente en el que el centro reside en la repostería, y a ver a quién le amarga un dulce. El director, apasionado cocinero y, en especial, repostero, que hasta ha editado libros de recetas, nos presenta la creación de dulces de una delicada manera, por la que se hacen irresistibles; y con el resto de su obra, gracias a su buen hacer de artesano, sucede casi lo mismo. Drama romántico duro presentado con delicadeza, sensibilidad y mucho tacto, valiéndose de una cuidada fotografía, de Omri Aloni, de planos muy largos que definen de forma precisa cada secuencia, con la suave música de Dominique Charpentier interpretada con el piano como instrumento principal, y una cadencia de tiempo precisa, sosegada y grata. Total, que estamos ante una obra en la que resaltan más las formas que el fondo.

En el aspecto interpretativo quiero destacar el gran trabajo de Sarah Adler (actriz francesa, residente en Israel desde los diez años) en el papel de Anat; tanto ella como Zohar Shtrauss (Moti) y Sandra Sade (Hanna, madre de Oren) son prestigiosos intérpretes en Israel.
Juan Ignacio
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13 de mayo de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sumario

Notable película sobre el encuentro de dos duelos: el del amante alemán de un ingeniero israelí y el de su viuda. Sobria, sutil, intensa y conmovedora.

Reseña:


Thomas (Tim Kalkhof) es un repostero que maneja su propia cafetería (Konditorei) en Berlín. Entabla una relación con Oren (Royal Miller), un ingeniero israelí casado y con una hija y se ven cada vez que Oren viaja a Berlín. Luego de una larga ausencia de este último, Thomas se entera que su amante ha fallecido y decide viajar a Jerusalén para conectarse con su entorno.

La película de Ofir Raul Greizer va construyendo lenta y sutilmente lo que constituye un encuentro de dos duelos: el de Thomas, que busca recuperar (y reconstruir) a Oren a través de todo lo que fuera su vida en Jerusalén y el de su viuda Anat (Sarah Adler), que debe seguir adelante con su recién abierto café, donde Thomas terminará trabajando. El encuentro entre ambos primero hace temer una trama perversa, obsesiva y hasta fetichista por parte de Thomas, pero la evolución de la historia se vuelve más compleja e integral, llevando a ambos personajes a profundos replanteos. También surgen algunas cuestiones religiosas normativas sobre ese tipo de comercios y familiares que se erigen en custodios de esa tradición. Se trata, además -y nada menos- del encuentro entre un alemán y una israelí.

Resulta muy interesante y conmovedor seguir las transformaciones de ambos personajes: un Thomas con su inescrutabilidad germánica y una emprendedora Anat, acaso el personaje más interesante, en una interpretación maravillosa de Sarah Adler -una suerte de Charlotte Gainsbourg israelí- en una película que recuerda por momentos por su asordinada intensidad, a la también israelí La maestra de jardín.

Reseña en:

https://impresionescinefilas.wordpress.com/2021/05/12/el-respostero-de-berlin-the-cakemaker/
Daniel B
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18 de julio de 2021
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Comer, beber, amar. The great pretender. El alemán. Thomas, un amigo que os quiere. Ghost. Más allá del amor.
La fórmula es convencional y repetida y en este caso también en sus tres o cuatro pasos básicos*, tienes un e-mail, en su idea general habitual, pero modificada en todo lo demás, en la duración de las partes y en la mirada y en el gusto y hasta un poco en el orden y, por supuesto, en la sensibilidad con la que está expuesto todo.
Es tramposa y más bien típica y tópica, pero está bien, mucho más bonita y elegante de lo normal en estos trucados casos. Y ella es fabulosa, fenomenal, y el chaval, ese chico es como un ángel caído del cielo, el novio, marido, amante, cocinero perfecto que crudo entero me lo como.
La película es también un espejo cóncavo, Jerusalén y Berlín, Alemania e Israel, ella y él y el muerto como nexo de unión por el que viven más allá del tiempo todos los demás, atados por esa ausencia que tanto pesa y se nota, por ese dolor que lacera, quema.
El piano que suena y la mirada de ella, cansada, profunda, tierna y esperanzada, al cielo sobre Berlín.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Ferdydurke
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3 de diciembre de 2018
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una película delicada y entrañable que marca un buen debut del director Ofir Raul Gracier, que con una partitura magistral de piano del francés Dominique Charpentier nos cuenta una historia de amor entre un pastelero alemán (Thomas) y un trabajador israelí (Oren) casado y con un hijo que trabaja en Berlín ocasionalmente.

Pero la historia real comienza cuando Oren fallece tras un accidente y Thomas va a Jerusalem a conocer a su viuda e hijo. Con la idea quizá de saber algo más de él ya que lo amaba profundamente.

Opta a los Oscar 2019 como candidata por Israel. El guión corre a cargo del mismo director que más allá de su propuesta Gay explora acertadamente el amor y la pérdida con mucha sinceridad, cuestionando también algunas tradiciones religiosas.

Tim Kalkhoff interpreta al serio y taciturno pastelero Thomas bastante bien, mientras que la viuda de Oren es Sarah Adler.

El director sabe perfectamente transmitir el dolor de sus protagonistas al espectador, consiguiendo emocionarte en más de un momento. Y aunque pueda resultar una película pequeña y un guión bastante simple nos va a hacer reflexionar mucho.
Destino Arrakis.com
videorecord
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