Tetris

En la película aparece la caída del muro de Berlín, y fue una gran revolución (hasta la llegada de Putin).
Afortunadamente, otra revolución mucho más silenciosa tuvo lugar después de esa. La aparición de las licencias de software libre.
Se liberaron las ataduras y muchas aventuras y desventuras de unos pocos que quieren ganar mucho dinero a costa del trabajo de otros nunca se iniciaron, y solo por venderte el permiso para utilizar una copia de un programa que ellos son incapaces de hacer.

Excepto la escena donde unos pocos rusos dicen querer poder comprar ropa y bebida fabricada en el país que ha hecho la película, que para mi gusto sobra, el resto se adecúa bastante al libro de donde se saca la historia.

He visto... Tetris...
https://www.filmaffinity.com/es/film650361.html

Un 7. Quizás generoso, porque no podría decir que es buena. Pero es que, aunque ha empezado siendo un tanto oscura y plomiza, ha devenido en una película de espías en la época de la caída de la URSS y eso me ha resultado simpático. Me ha hecho mucha gracia.

Ha sido como un guiño y una vuelta a los thrillers de espías de la época de la URSS. Pero eso no sé si será del gusto de la gente que no tenga ya un buen porrón de años.

En cualquier caso, ha pasado de tener un tono y aspecto que me ha recordado a Atrápame si puedes, a un tono más parecido a Te pillé.

Como su propio título indica va del juego creado en la URSS y los avatares de quien fue allá para conseguir sus derechos. Está basado en lo que sucedió, e incluso sacan imágenes de los protagonistas, creador del juego incluido. Una pena no saber cuánto ha sido invento y cuánto verdad. Pero el enfoque me ha caído simpático.

¿Quién no ha jugado alguna vez? Siguiendo la estela que marcaba ‘La Red Social’ de David Fincher, pero con un tono más desenfadado y divertido y, debido al marco histórico, ochentero, ‘Tetris’ nos cuenta la curiosa historia que hay detrás de uno de los mejores videojuegos del mundo.

Con la batuta de Jon S. Baird, la película se orquesta como un divertimento de ritmo frenético con una historia que tiene muchas cosas que contar, puesto que, sin desvelar nada, acabo convirtiéndose en un asunto de estado en la propia URSS, y lo logra sin que el espectador se pierda y sin perder, en ningún momento, el sentido de videojuego.

Sus dos horas pasan en un suspiro. Viajamos de Tokio a Moscú, pasando por los Estados Unidos y regresando de uno a otro punto mientras seguimos a Henk Rogers, un Taron Egerton que tiene una pinta sensacional como actor y no descartaría que diese la campanada no tardando demasiado. A su lado, una tropa de secundarios muy eficaces a los que detestar o coger cariño. Por ponerle una pequeña pega, la vida personal de Rogers queda demasiado en segundo plano y sirviendo solo como pequeño colofón para el gran final.

Por lo demás, una película estupenda, de lo más recomendable.

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Si te gustan los videojuego, o no… habrás oído hablar alguna vez del Tetris. El juego de los bloques que caen y hay que encajar para hacer líneas e ir subiendo puntos y niveles. Es uno de los juegos más exitosos de la historia. Y no sabía que detrás de él había una historia tan interesante de intriga empresarial. Hoy en día ya sabemos el éxito que amasó Nintendo con la publicación de este juego de salida con la maravilla técnica que significaba su consola ‘Game Boy’. Pero la odisea vivida por el programador/vendedor Henk Rodgers para lograr que ese juego saliera de la antigua URSS era digna de contar y eso es justo lo que ha hecho Apple.

Un humilde vendedor de videojuegos de una empresa japonesa descubre por casualidad en una feria en la que está intentando vender sus creaciones el Tetris. Enseguida ve que aquello va a valer millones y decide hipotecar su vida por sacar ese proyecto a la luz en todo tipo de dispositivos. El problema es que el juego se ha creado en la URSS. Un país comunista, muy cerrado y que ve a los americanos y los negocios del capitalismo como una amenaza. A esto hay que añadir a una empresa rival cuyos dueños no van a tener miramientos para zancadillear y destruir a su competencia, tampoco los problemas con el KGB o los políticos corruptos de un país tremendamente difícil para un extranjero. Además nos cuenta la historia de Alexey Pajitnov, el creador del juego original. Como lo crea en una antigua terminal rusa y lo comparte con sus compañeros de ELORG, la empresa gubernamental para la que trabaja.

Buenas actuaciones, buen guión y una historia real hacen de esta película un producto más que interesante. Con el que aprender de un episodio que ya es historia de los videojuegos y por extensión del arte.

Convierten lo que podría haber sido un anodino relato sobre un videojuego en un apasionante thriller de espionaje. El archifamoso juego Tetris nace en la Rusia soviética, pero son las empresas usamericanas las que ven el potencial de negocio. Viajar allí con el comunismo apuntando su derrumbe es la única forma de convertir un simple videojuego en un fenómeno a escala mundial.

Es una suerte que no hayan tirado por el camino de The Social Network (2013) que, aunque atesore buenas críticas, a mí me pareció un sobrerano coñazo. Se enmarca Tetris en la fase final del comunismo soviético, con las corruptelas incipientes que se adueñarían de Rusia durante la década siguiente. Y retrata la ambición desmedida de las grandes corporaciones tecnológicas implicadas, embarcadas en una competición por conseguir un producto que saben ganador y por el que no dudan en engañar y estafar si eso les consigue el éxito.

Lo que podría haber sido un relato frío y aburrido sobre conglomerados industriales se vuelve un dinámico thriller que por momentos es trepidante. La guerra fría, el hermetismo soviético, la codicia capitalista... Todo se lleva su ración de crítica y eso la hace más satisfactoria. Nada hay que nos suene impostado o que parezca que juegue un papel ideologizante. Es cine comercial inteligente, bien hecho, bien contado y que nos habla de la historia reciente a partir del nacimiento de un producto que es parte de la cultura popular desde hace treinta años. Muy recomendable.