La leyenda del jinete sin cabeza

No es de mis favoritas del tandem depp-burton, pero la historia es interesante y la estética, arrolladora. Lo que no se puede negar es que ver Sleepy Hollow es sumergirse en un mundo aparte, fantástico y cautivador. ¿De veras alguien esperaba terror? En caso afirmativo, entiendo cierto grado de decepción. Pero a mí esta película me gusta como está, con su inconfundible sello Burton, si bien algo más atenuado que en otras ocasiones como Pee Wee, Eduardo, Pesadilla, etc.
Dicho lo cual, pasemos al verdadero propósito de esta crítica, que no es otro que el de gritar a los cuatro vientos que Christopher Walken, con un papel cortísimo y fundamental a la vez, está portentoso, prodigioso. ¡Qué piños!¡qué pelos!¡qué gepeto!¡qué porte! …Tío, eres DIOS.
Por cierto, lo habréis visto en el video de Fatboy Slim (el de “Weapon of Choice”), ¿no? ¡Qué C-L-A-S-E! Este hombre no baila: ¡vuela! (literalmente).

En 1820 Wasington Irving, uno de los grandes representantes norteamericanos del romanticismo, escribió el relato “The Legend of Sleepy Hollow”. Una de las obras favoritas de Tim Burton que como se ha visto, era un gran apasionado de las historias fantásticas y monstruosas. Si en las páginas escritas, el protagonista es un maestro de escuela que trata de iniciar una nueva vida en el pueblo de Sleepy Hollow, bajo la amenaza de un jinete sin cabeza que aterroriza a sus habitantes, en la adaptación libre firmada por Andrew Kevin Walker (guionista de “Seven”), Ichabud Crane es un detective de Nueva York obsesionado por la investigación racional de todos los casos “Defendiendo el sentido común y la justicia. Para llegar a la resolución de un crimen debemos usar el cerebro”, afirma ante sus incrédulos superiores.

Debido a su meticulosidad y rebeldía profesional, Crane (Johnny Depp) es enviado a Sleepy Hollow con el film de solventar los asesinatos de tres de sus ciudadanos, cuyos cuerpos han aparecido decapitados y las cabezas han desaparecido. Crane sufre pesadillas relacionadas con un suceso en su infancia y además debe enfrentarse a las fuerzas vivas de la villa, que no aprueba sus métodos. Estamos en 1799, Sleepy Hollow es la una localidad puritana, temerosa de Dios, con secretos susurrados por el viento y con un miedo irracional por lo desconocido. Crane es un “out-sider” recibido con desconfianza por sus moradores de origen holandés en un mundo que se encierra en sí mismo. Y que atribuyen al jinete sin cabeza (Christopher Walken) las muertes como venganza por su muerte en las cercanías del lugar.

Atraído por la misteriosa y etérea Katrina (Christina Ricci), el introvertido Crane indagará en los misterios del árbol genealógico de la atractiva joven. Burton se sirve del argumento para articular no sólo un film de aventuras espectacular, sino una historia de terror gótico en tono de thriller y a la vez una comedia costumbrista, dejando su impronta personal en cada uno de los géneros que el film presenta. Como casi todas las cintas de Tim Burton, Sleepy Hollow es un festín visual, donde, brujería, fantasmas, niebla y superstición envuelven este relato enrevesado y tenebroso sobre el decapitado caballero teutón.

Desde las primeras gotas rojas de la cera que sellan un testamento con las que se inicia la película y que se confunden con sangre, hasta las fastuosas y súbitas apariciones del jinete siniestro, cada plano del film está tratado con el mismo interés por la cámara de Emanuel Lubezki que cede el protagonismo cromático al rojo de la sangre que emana de las numerosas víctimas de la historia. Burton pretende rendir homenaje al cine de la productora inglesa Hammer, que tantas buenas películas de terror realizó en la década de los 50 y 60, contando aquí con Christopher Lee en un pequeño papel. En el fondo, Sleepy Hollow es una pesadilla, con una iconografía singular, paradójicamente de contornos amables. Su desaforado sentido del humor, su seguimiento de la estructura cinematográfica clásica y su excelente ambientación que nos demuestra que el cine de Burton no requiere revoluciones tecnológicas ni conceptuales para reivindicar su validez.

Tim Burton nos demostró en sus anteriores películas su enorme capacidad para dar vida a historias de fantasía que en ocasiones pueden llegar a rozar el surrealismo y en otras en las que da rienda suelta a su macabra imaginación, todo ello siempre con un encanto especial sello de su director. 'Sleepy Hollow' viene a reafirmar exactamente lo contrario y nos ofrece al Burton más comercial y flojo que se haya podido ver junto a aquel que perpetró ese innecesario remake de 'El planeta de los simios'. En esta ocasión Burton se pasa al género de terror y es ahí donde se explaya en lo que más le gusta: la creación de una atmósfera gótica a más no poder, que pretende ser opresiva y que finalmente acaba resultando cansina. Por otra parte, el director siembra el relato de efectismo puro y duro, con un montón de escenas sangrientas y desagradables plagadas del más genuino gore, escenas que resultan bastante innecesarias para lo que se cuenta. Así mismo fracasa en su objetivo de generar terror y suspense en el espectador e intentando únicamente de asustar con altas dosis de violencia y sangre. Sin duda alguna se podría decir que estamos ante el film más fallido del director, en el que su impronta personal y su sello particular no ayudan en absoluto y la película naufraga inexorablemente, obteniendo así un cuento de brujas aburrido y carente de talento e interés por parte de todo el equipo. Prescindible.

Las interpretaciones del reparto entero resultan en general pasables, con un Johnny Depp acostumbrado de nuevo a hacer el freak con su personaje, una Christina Ricci con un personaje que debería ser más matizado, y un conocido plantel de secundarios que poco o nada pueden aportar.

En resumen, una floja película de terror y fantasía, en la que Burton fracasa enormemente en su objetivo de crear terror y suspense y cuya atmósfera gótica acaba por cansar, amén de un guión maniqueo y precipitado que cuenta muy mal la historia y que no es capaz ni de asegurar el entretenimiento durante su metraje.

·LO MEJOR: la historia del origen del ''caballero sin cabeza''.

·LO PEOR: el resto. La enorme decepción que he sufrido con este bodrio.

Fascinante película que te tiene con el alma en vilo de principio a fín. Me encanta el comienzo, con Martin Landau perseguido por esa figura montada a caballo. La fotografía es sensacional, y las interpretaciones muy buenas. Destaco a uno de mis actores jóvenes favoritos, Johny Depp. Christina Ricci está misteriosa y encantadora. La buenísima Miranda Richardson, dando una vez más en el clavo como la "mala" y ambiciosa de la película. Me gusta Tim Burton cada vez más.

"Sleepy Hollow" es una película que uno no sabria si calificar de perfecta, de sorprendente o de magistral, por lo menos esa es mi duda.

La leyenda del jinete sin cabeza es realmente interesante, misteriosa y ¿por qué no? escalofriante, que hará que el espectador se sienta intrigado durante toda la película o incluso que tenga miedo... La cinta cuenta con momentos gloriosos como cuando aparece el jinete de entre el bosque y la oscuridad entra en acción, diálogos desternillantes, al estilo Tim Burton, excelente ambientación, buena dirección, sorprendentes efectos especiales, y numerosos detalles a lo largo de todo el metraje (ver el fuego, el molino). Una fábula sobre el bien y el mal, sobre las leyendas y los mitos que no os podeis perder.

Johnny Depp está realmente soberbio, Christina Ricci sorprendentemente candorosa y dulce, Christopher Walken aterrador y de Casper Van Dien... nada que decir. No os la perdaís, es un film buenísimo. Esperemos que Tim Burton y Johnny Depp sigan haciendo películas juntos.