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Valmont

Drama. Romance Nadie puede resistirse a los intentos de seducción de la Marquesa de Merteuil y del Vizconde de Valmont. Unidos en sus complots y sus secretos, ambos reinan en los salones y los gabinetes de la aristocracia. Como dos cazadores en el mismo territorio, estos perversos especialistas de la intriga amorosa acabarán por enfrentarse. En este duelo sin piedad, un sentimiento sincero es un error mortal. (FILMAFFINITY)
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Críticas 22
Críticas ordenadas por utilidad
9 de septiembre de 2015
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es una auténtica obra maestra. Los protagonistas Annette Benning y Colín Firth sencillamente espectaculares. El atrezzo, la ambientación, la representación del amor inocente de la niña, y el amor a partir de una edad de los protagonistas, donde sus propios egos no les permiten entregarse.
Una obra maestra que he visto más de 6 veces seguro, y siempre me hace disfrutar.
Fatimaredrod
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30 de abril de 2007
14 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Las amistades pelígrosas" es muy superior a "Valmont". Leo las críticas de esta película y veo lo infravalorada que está la gran interpretación de John Malkovich en la cinta de Stephen Frears. Porque es, probablemente, la mejor interpretación de un actor que está muchas veces sobreactuado pero que en "Las amistades pelígrosas" está sencillamente prodigioso.

Está es inferior aunque se nota la mano de un director tan competente como Milos Forman. Solo se le va en la algo excesiva duración y en algún momento. En lo técnico, la película deslumbra con una gran ambientación, con un gran vestuario, dirección artística, maquillaje, etc. En cuanto al parecido de las películas, pues hombre, están adaptando la misma obra, Forman hace lo que puede y logra sacar una buena película teniendo una maravillosa película realizada un año antes. No es poco mérito el que logra el director.

En cuanto a interpretaciones prefiero las de la película de Frears pero las de aquí son buenas (quizá Henry Thomas me gustó mucho más que el lelo de Keanu Reeves). De todas, me quedo con la de la maravillosa Annette Bening que para algo tiene el papel más jugoso de la película. Colin Firth está bien pero donde este Malkovich. Firth físicamente da más el pego que Malkovich en el papel pero Malkovich lo soluciona aportando otras cosas. Meg Tilly pasable igual que Fairuza Balk, Siam Phillips y Jeffrey Jones.

Es una buena película pero que cuenta con la desafortunada suerte de que "Las amistades pelígrosas" adapta la misma novela y de mejor manera. Pero aún así es entretenida. Y por supuesto es superior a la versión moderna que hicieron en "Crueles intenciones".

Y en los últimos tiempos ha pasado lo mismo con el amigo Truman Capote y las dos películas que se han hecho sobre él. Con la diferencia de que en esta ocasión, la última estrenada ("Infamous") es mejor que la que se le adelanto (la de Hoffman).
Pataliebre
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22 de octubre de 2010
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
El refinado mundo de la Francia pre-revolucionaria que había dejado atrás la Fe religiosa, que solo era una tradición que daba pertenencia, se desliza suavemente hacia su disolución. Eso pareciera que se infiltra en el Vizconde Valmont que, más allá de sus triunfos, siente que eso, que luego se conocería como nihilismo, recorre sus venas como un ácido que lo corroe.

El triunfo social no le basta y eso lo lleva a su perdición. Pero en la última escena, cuando todas quienes fueron sus mujeres de una u otra forma lo recuerdan, su postrer triunfo se levanta en quien no se resigna a morir. La Naturaleza retoma su cauce, tal vez porque lo que Hegel llamara "la astucia de la Razón" hizo del Vizconde el elegante instrumento de un tiempo que debía morir.

Milos Forman.....vuelve a demostrar que es un gran Director y, solo por nombrar uno del homogéneo y extraordinario elenco, dejamos nuestro voto admirativo en Colin Firth, un Vizconde más allá de toda ponderación ya que a la artificiosidad del personaje, une con sordina su naturaleza humana, que lo hace verdadero en su carnadura cinematográfica y, también, un prototipo de la conciencia que alumbrara el siglo XVIII.
Lavidaessueño
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27 de mayo de 2014
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
A finales de los ochenta se realizaron dos películas sobre las aventuras amorosas del vizconde de Valmont basadas en la novela de Choderlos de Laclos. La primera dirigida por Stephen Frears se tituló Las amistades peligrosas y la protagonizaron Glenn Close, John Malkovich y Michelle Pfeiffer. La segunda estrenada un año más tarde, dirigida por Milos Forman y protagonizada por Colin Firth y Annette Bening.

Ambas son buenas películas pero fue la primera versión la que triunfó por todo lo alto ganando tres oscars de los siete a los que estaba nominada y cosechando un gran éxito de público. Su conocido reparto tuvo más gancho para la taquilla que el de la versión de Forman. Firth y Bening son buenos actores pero estaban empezando y eran unos desconocidos mientras que Close venía de triunfar con Atracción fatal, Malkovich era un reputado secundario que al igual que su compañera de reparto también había sido nominada al Oscar y además había trabajado para directores como Roland Joffé o Steven Spielberg. Por su parte Michelle Pfeiffer estaba en plena proyección en un año en el que estrenó tres películas y a la que ya habíamos podido ver en El precio del poder o Lady Halcón. Por ello el estreno unos meses más tarde de Valmont se saldó con un rotundo fracaso de taquilla teniendo en cuenta su elevado presupuesto. El público ya había disfrutado con la excelente versión de Frears y por tanto no estuvo interesado en volver a ver la misma historia tan sólo unos meses después. No obstante eso no es óbice para valorar Valmont en su justa medida.

Se trata de un bello film de amoríos palaciegos en el que sus dos protagonistas mantienen un apasionante duelo de apuestas y conquistas manipulando a jóvenes ingenuos para atacarse mutuamente. Es un film exquisito perfectamente realizado desde el punto de vista técnico a nivel de vestuario y diseño de producción y con unos grandes actores entre los que destacan los casi principiantes Annette Bening y Colin Firth. Ambos soportan el peso del film con sus estupendas actuaciones acompañados de conocidos secundarios como la jovencísima Fairuza Balk, Meg Tilly, Jeffrey Jones, Henry Thomas, el chaval de E.T., ya adolescente, y Vincent Schiavelli que aparece siempre en todos los film de su director. Si a eso añadimos la elegante fotografía de Miroslav Ondricek, la apropiada banda sonora de Christopher Palmer y la dirección maestra de Milos Forman, nos queda una obra de gran calidad injustamente menospreciada en su momento y que sin llegar al nivel de su predecesora sí que se trata de una gran película.
Harold Angel
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4 de junio de 2019
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
91/21(31/05/19) Buena adaptación del checo Miloš Forman de la popular la novela del galo Pierre Choderlos de Laclos “Amistades peligrosas” (1782), aunque en su tramo final se desinfla en una conclusión bastante insatisfactoria, donde su mensaje final queda difuso y emborronado en un intento de innovar sobre el del libro se quedan huecos de contenido, provocando un anticlimax. El guión es de Jean-Claude Carrière (colaborador habitual en su etapa francesa de Luis Buñuel), que acomoda libremente el libro del SXVIII, reflejando la decadencia moral de una sociedad en las puertas de que su hedonismo de clase alta los implosione con la Revolución Francesa, envuelta en juegos de amor, de mentiras, de apuestas groseras, de infidelidades, o intrigas aristócratas. Mantiene un ritmo narrativo y fluidez atractivo, con una ambientación notable, con unas actuaciones estupendas, con una deconstrucción sangrante de una clase pudiente ensimismada en su arrogancia. Aunque el gran pero es su mala suerte, al estrenarse solo 11 meses después de otra versión mucho mejor de la misma novela, en este caso la dirigida por Stephen Frears, con un mejor acabado, con unos protagonistas más famosos (Malkovich, Close o Pfeiffer), y con un libreto más redondo, aderezado por este si con un final estremecedor, haciendo que esta versión quede como la hermana bastarda, y en este caso las comparaciones son odiosas y más para este “Valmont”. Recibió una nominación a los Oscar al Mejor Vestuario (Theodor Pištěk).

Tiene dos primeros tercios muy sugerentes, con humor sibilino (la anciana Madamme de Rosemonde, la caída de la barca de Valmont, o la actitud de esclavo del criado del protagonista) con un desarrollo ágil, con situaciones sugerentes, desmenuzando las miserias de una sociedad elitista, su podredumbre moral, su ociosidad, su despotismo, evolucionado una red de maquinaciones de la pareja protagónica en la que los sentimientos de los demás son violados en pos de su divertimento o venganzas infantiles. Pero (lo hay) al ser coetánea de la de Stephen Frears es inevitable la comparación, y aquí pierde por varias vueltas, pues está exenta la de Valmont del lirismo y épica romántica de la de 1988, y encima se pierde en un maraña vacua en su rush final, alejándose (y mucho) del sentido de la novela, y en ese tránsito perdiendo los personajes carácter trágico-poético, ello sin sumar reflexión alguna que nos saque de la inanidad de lo anticlimático, perdiéndose por el metraje la carga erótica inherente al relato.

La puesta en escena resulta exscelente, con un gran diseño de producción de Pierre Guffroy (“Tess” o “El quimérico inquilino”), recreando la época y suntuosidad de cadente del SXVIII francés en escenarios naturales de Francia (París en Musée Nissim de Camondo para el interior del Palacio Volange, Opéra Comique para las escenas de la ópera, Hôtel des Ambassadeurs de Hollande para la residencia de Madame Tourvel; Musée Vivant du Cheval-Chantilly es donde Gercourt entrena a cadetes con la espada); Château de Groussay-Yvelines es el estanque donde Valmont desde su barca intenta seducir a Madame Tourvel; Abbaye aux Hommes-Caen es la escena inicial; Bordeaux para calles; Chateau de Versailles para la escena de la boda; Château de la Motte-Tilly- Aube para la residencia de Madame de Rosemonde), con decorados barrocos formidables, proyectando el bullicio de las calles; Adornando a los personajes con un exquisito vestuario creado por Theodor Pistek (“Happy End” o “Amadeus”), aunque en el apartado de la peluquería me faltan los pelucones; todo esto filtrado por la cinematografía de Miroslav Ondrícek (“Hair” o “Amadeus”), jugando con la luz natural, otorgando lujo a las imágenes, componiendo cuadros de beldad sibarita, aprovechando la pompa de este tiempo; Esto punteado por la música de Christopher Palmer (participó en el departamento musical de “Enemigo mío” o “El Cabo del Miedo”), que acompaña pero no deja huella.

El Valmont de Colin Firth resulta algo blandito, de buen parecer, pero escaso de mordacidad, le falta la picardía y ruindad que el personaje requiere, un seductor ingenioso, pero falto de carisma para verlo como malvado, sino más bien como travieso, lo cual le resta hondura, no siendo rival para los ardides de Madame Marteuil, con lo que el duelo es desigual, cosa que no acontecía en la de Stephen Frears. En comparación la encarnación de Malkovich es como comprara a una cobra real (este último) con una lagartija (Firth), Malkovich adolece de la belleza de Firth, pero su carisma y electricidad desbordan la pantalla; La Marquesa de Merteuil de Annette Bening (con 30 años) encarna a una pérfida aristócrata, una víbora de rostro bello, de sonrisa encantadora, una maestra de marionetas que mueve sus envenenados hilos de modo perverso, valiéndose de arteras actitudes, tensando cuerdas, aprovechándose de la inocencia de los jóvenes. Benning la dota de fulgor malévolo, con orgullo, altivez, utiliza sus armas de mujer de modo retorcido. En comparación con la Glen Close de la versión 1988 la cosa está más nivelada, las dos demuestran intensidad, aunque la Close da un mayor arsenal dramático, gracias también a la superior finalización del guión que la hace arrolladora; Faizura Balk como Cecile Volanges hace una labor deliciosa como una entrañable e ingenua chica, perdida en una selva de manipuladores. En este caso Faizura si lo hace mucho mejor que la sensual pero inane (al menos aquí) Thurman dela versión 1988, demuestra más personalidad, más expresividad, más alma;… (sigo en spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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