Señora Doubtfire, papá de por vida

Por desgracia el film está concebido para entretener, y como carece de mayores pretensiones se priva a sí mismo de profundidad psicológica y grandeza estructural.
Muy buena actuación de Williams, que consigue emocionar con su ternura. Field y Brosnan hacen un papel bastante desteñido, y del resto del reparto, ni hablar (pero entiéndase que es una simple comedia, no le vamos a pedir peras al olmo).
A los que la consideran lacrimógena y melodramática les concedo un poco de razón, pero les digo que prefiero ésto, mil veces, a una película sangrienta y sin argumento (que es lo que el cine comercial ofrece a diario, sin cansarse de intoxicarnos). La recomiendo, se pasa un buen rato en familia.

No es más que un film familiar para ver por la tarde y fuera. No busca más que la simpatía del público y el éxito en taquilla. Los golpes de humor están conseguidos y en algunos momentos son bastantes originales. Lo mejor es Robin Williams con su gran papel como Señora Doubfire, la palma se la lleva él. Field y Brosnan tampoco desentonan.

Muy agradable. Muy entretenida. Con mucho cariño. No sean tan críticos con ella. Un saludo.5.6

Soy como el abuelo Cebolleta: me encanta contar batallitas. Hoy me cronotransportaré a mi época de estudiante de Arquitectura en la isla de Gran Canaria, cuando vivía en un tranquilo pueblo llamado Santa Brígida, a 15 km de la capital, Las Palmas, rodeado de verde y un clima embriagador y relajante. Como es habitual en los pueblos, cada vez que querías hacer algo un poquito fuera de lo común tenías que ir a la capital, y eso incluía ir a ver los estrenos cinematográficos. Entradas a 300 ptas el día del espectador, ¡qué tiempos aquéllos!

Un amigo de la facultad me dijo un día:

- "Tienes que ir a ver la película de la Señora Doubtfire, es la película en la que más me he reído en toda mi vida. No podía parar de reír, cada minuto me estaba descojonando".

Le contesté:

- "¿Te has reído más que en "Una noche en la ópera"?

Me espetó que no había visto el clásico de los Hermanos Marx y, claro, entonces procedí con cautela. Iría a ver la película, por supuesto, pero sin esperarme nada en concreto. Porque el humor de "Una noche en la ópera" es insuperable.

Y, en esos añejos Multicines Galaxys (que espero que continúen en pie, en la larguísima Calle León y Castillo, bastante cerca de la Fuente Luminosa), me dispuse, en una de esas deliciosas tardes libres de la vida estudiantil, a saborear esa supuesta obra maestra del humor contemporáneo. Y me reí mucho, desde luego, pero como la película está dirigida en gran parte al público infantil, se perdía parte de la mordacidad necesaria para sacarle el máximo jugo a todas las situaciones disparatadas producidas por un travestí a media jornada, intepretado con la consabida maestría por Robin Williams, un actor realmente inclasificable y pletórico en recursos... Puede decirse que en "Mrs. Doubtfire" realmente no se interpreta ¡sino a sí mismo!

"Mrs. Doubtfire" supera la prueba y en la primera hora de rodaje alcanza incluso el notable porque el humor es el protagonista absoluto y no se ve enviciado por la sacarina inherente al cine familiar (genial la escena del doblaje de los dibujos animados del inicio del film). Lástima que la segunda parte de la película meandree un poco y se pierda la mala baba necesaria para convertir el humor en protagonista absoluto.

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P.D.: Espero la consiguiente comisión del Patronato de Turismo de Canarias por la promoción de las Islas Afortunadas en la crítica. Se admiten cheques. Num. Cuenta: 6969-6969-69-6969696969

Un hombre apartado de sus hijos por culpa del divorcio encuentra una surrealista solución para pasar tiempo con ellos: disfrazarse de anciana y ejercer de niñera. Enfocada en tono de comedia aunque con trasfondo de drama, seguimos los líos en los que se mete el protagonista mediante graciosos diálogos y cómicas situaciones. Cine familiar.

El tema principal es el divorcio y cómo afecta a la relación entre padres e hijos, así como a la propia pareja a la que se le ha terminado la magia. Centrado especialmente en la figura del padre y su sufrimiento por impedirle estar con los hijos a los que quiere. También habla de la necesidad de entenderse y, a pesar de la separación, encontrar una forma de que tanto hijos como padres sean felices en la medida de lo posible. El mensaje agridulce de que hay que vivir con lo que viene y no con lo que te gustaría que fuera no es muy típico en estas cintas, normalmente inclinadas hacia el final feliz.

Robin Williams hace un gran trabajo, divertido en ocasiones, logra transmitir durante todo el metraje una sensación de padre abatido, triste, que lucha por recuperar parte de su felicidad. A destacar el trabajo de maquillaje para convertirlo en adorable anciana. Lo secunda un correcto reparto.

Divertida para todos los públicos e incluso puede dejar pensando sobre su contenido.

Esta divertida, simpática y ligera comedia... 25 años después de su estreno, conserva su gracia, así como la empatía con un espectáculo familiar, del que todos disfrutamos en mayor o menor medida.

Si, quizá dos horas son excesivas, pero a una película que durante el año de su estreno se convirtió en la segunda que más recaudó después de Parque Jurásico, pocos peros podemos ponerle.

Robin Williams excelente en su caracterización, dentro del engranaje perfectamente acoplado que representa esta comedia.