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Alabama Monroe

Drama Narra la historia de amor entre Elise y Didier. Ella tiene una tienda de tatuajes, él toca el banjo en una banda. Es amor a primera vista, a pesar de sus diferencias. Él habla, ella escucha. Él es ateo y un ingenuo romántico. Ella tiene una cruz tatuada en el cuello, y los pies en el suelo. Su felicidad se completa con el nacimiento de la pequeña Maybelle. Pero la niña enferma a los seis años. (FILMAFFINITY)
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Críticas 101
Críticas ordenadas por utilidad
9 de marzo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay en Alabama Monroe sufrimiento, enfermedad, desesperación, muerte. Hay apelaciones y quejas a la Divinidad, esperanzas rotas, luchas feroces, reproches salvajes. Hay amor, camaradería, desamor, soledad. Hay confusión, hay contradicción, hay autodestrucción. Todo contado con saltos en el tiempo y buen ritmo narrativo. Todo tamizado por una música pertinente, hermosa, contextualizadora, importante. También hay tatuajes y barbascountry y buenos intérpretes y una Bélgica en la que Bush hijo se asoma a las pantallas. Y buen cine.
Cuando salíamos de la sala, la persona que me acompañaba me dijo “a ver a quién se la recomiendas …”; es decir, donde nosotros vimos buen cine, otros pueden ver tremendismo sentimentaloide mezclado con discutibles argumentaciones sobre política sanitaria (resulta oportuno señalar que la película se basa en el espectáculo músico-teatral The Broken Circle Breakdown Featuring the Cover-Ups of Alabama, coescrito por Johan Heldenbergh, que interpretó en el escenario y en la pantalla el personaje principal, y cuya motivación inicial era dar respuesta al veto de la Administración de George W. Bush a la investigación con células madre). O simplemente otros preferirán un cine con menos aristas. Y probablemente todos tengan buenas razones para fundamentar su criterio.
¿Merece la pena verla? Creo que sí, y si puede ser con más personas para luego comentarla. Seguro que saldrán opiniones muy variadas.
pikyturiellos
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15 de marzo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Will the circle be unbroken? Con está pregunta cantada al espectador, Alabama Monroe comienza esperanzadora, manteniendo la duda de si somos capaces de retar al destino, de si las cosas pueden o no cambiar su rumbo, de si el ser humano puede vencer a esa desconocida fuerza de la naturaleza.

Una impecable y sorprendente Nell Cattrysse de 7 años nos vuelve a lanzar la misma pregunta cuando un pájaro se estampa contra su porche (o “torche”) “¿Por qué ha muerto el pájaro, papá?”

El tema del nacimiento, la vida, y la muerte como destino indiscutible, todas ellas guiadas de la mano de un poder que escapa a nuestra limitada inteligencia, se repiten una y otra vez como en un círculo que es, en este caso, irrompible: el ciclo de la vida.Un carismático Johan Heldenbergh de la mano de la magnética y espectacular Veerle Baetens forman, junto a la pequeña Maybelle, el trío crepuscular que protagoniza el film. Pero… Will the circle be unbroken? ¿Será el círculo formado entre los personajes también irrompible? En este caso, la respuesta es negativa. Como su título original indica (“The broken circle breakdown”), el círculo familiar formado por los tres se verá roto por una fuerza superior de la naturaleza: la enfermedad, que llevará a la destrucción del ser individual y el deterioro de la pareja.

¿Cuál es el sentido de la vida? ¿Qué hay después de la muerte? Van Groeningen anda perdido en un mar de dudas y utiliza a cada personaje para mostrarnos todas las posibilidades que se nos ofertan en este aspecto.

Todos estos temas mil veces tratados de distintas formas tienen como hilo conductor una banda sonora con melodías bluegrass que seguimos tarareando una vez hemos salido del cine.

Sin embargo, y a pesar de la armoniosa orquesta que conforman las notables interpretaciones, el visualmente llamativo montaje y la preciosa fotografía, la narrativa se tambalea cuando Van Groeningen decide introducir, a bocajarro, un aliciente político, a mi parecer, innecesario. Las recurrentes imágenes de Bush, la mención pro-yankee inicial y el discurso de Didier sobre el escenario, aparecen de forma torpe y poco sutil rebajando la carga emocional de la ya de por sí desgarradora historia y sacando de golpe al espectador del interior de ese mundo en el que había conseguido introducirse con aparente facilidad.

Alabama Monroe nos recuerda a un Blue Valentine desmejorado, incapaz de llevarnos a ese nivel de desgarro emocional que nos haría permanecer atontados durante varios días, pero capaz de mantenernos sin levantarnos del asiento, disfrutando de la belleza de lo triste e inevitable al ritmo de un agradable derivado del folk.

Así como el ciclo de vida y muerte permanece irrompible, y el círculo familiar resulta más que roto, ese tercer círculo que engloba todos los aspectos cinematográficos resulta también quebrado por una falta de sutileza del director que deja este film en un notable, alejándolo del sobresaliente.

Gemma Urraka.
gem89
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16 de marzo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pelicula belga, desconozco el cine de este pais, creo que es la primera pelicula que veo, me encantó, temática dura, denuncia social, acompañada por la maravillosa música, bluegrass, con canciones de Dan Tyminsky, Allison Krauss y su grupo Union Station, Conformando un mundo, sencillo, con reflexiones reales, denuncia de politicos de religiones, que lo único que hacen y quieren es alienarnos, y a fe que lo consiguen, y final todavia más duro, nada cambiará, todo seguirá igual pero es de esas peliculas que dejan huella y sin efectos especiales, simplemente actitudes humanas. La parte técnica no la comento no estoy preparado, como historia filmada chapeau.
Vogart
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10 de mayo de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque la pregunta es esa: ¿qué hacer? Tarde o temprano el cauce de la vida visitará o se atascará en los recodos de la negatividad, soportando o cediendo a esas corrientes que vienen contra nosotros, furiosas, y nos pasan por encima. El dolor y el sufrimiento como instantes inseparables de esta vida, destinados a permanecer, por muchas anestesias para los sentidos que nos inventemos.

Murieron los dioses, y con ellos el sufrimiento de origen cósmico, divino, bíblico. Queda no obstante el sufrimiento derivado de las injusticias humanas. No hay que olvidar que estamos en Bélgica, en plena sonrisa del mundo, y no en uno de esos países acechados por la deuda, el comercio injusto, las consecuencias de la descolonización o las tiranías prooccidentales. El de esta película representa el sufrimiento de la parte amable del mundo, uno que, si en ‘Amour’ sobrevenía con el desgaste biológico, aquí lo hace como fruto del azar y del infortunio más contingente (“podrían ser las mantas sucias, los cigarrillos durante el parto, una lactancia mejorable; podría ser cualquier cosa”).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Telefunken
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16 de julio de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título original de la película “Alabama Monroe” , “The broken circle breakdown” (la ruptura del círculo roto), viene a redondear el significado de una película triste, triste, de las que dejan tan mal cuerpo que después de verla, a cualquiera se le quitan las ganas de levantarse del sofá, salir a la calle a relacionarse, vivir, y esas cosas.

La historia de amor entre Didier y Élise surge de forma sencilla. Viven dedicados a sus pasiones: él a la música, ella a los tatuajes. Se complementan de forma tan perfecta que hasta sus voces se compactan creando armonía. Así, Élise pasa a formar parte de la banda de Didier, y juntos se convierten en los vocalistas del grupo country.

Didier y Élise completan el círculo con la llegada al mundo de su hija, la pequeña Maybelle. Hasta que la enfermedad se queda a vivir en la casa de esta humilde familia. A partir de ese momento, todo cae cuesta abajo. La perfección se rompe y el miedo a la felicidad se justifica con cada desgracia.

“Alabama Monroe” reúne elementos que hacen de ella una buena película. Puede dejar con el ánimo por los suelos, pero entre otras cuestiones, tiene un buen ritmo y no aburre. El montaje, que se caracteriza por sus flashbacks y flashforwards, se encarga de dialogar constantemente con el espectador y mantenerlo expectante. Al estilo de “Blue Valentine” (2010, protagonizada por Ryan Gosling y Michelle Williams), la película alterna los momentos felices que la pareja vive en el pasado, con la dureza de los acontecimientos del presente. La banda sonora, protagonista absoluta, se encargará de enlazar las dos caras de la tragedia: la derrota y la necesidad de seguir cantando pese a todo. Sus diálogos, en mitad de la tormenta, harán reflexionar sobre política y religión, dos gigantes que controlan sin escrúpulos los avances en la industria de la medicina.

La actriz que interpreta a Élise, Veerle Baetens, ganó el premio a la mejor actriz en los Premios del Cine Europeo (2013), y en el Festival de Tribeca (2013). Además, “Alabama Monroe” ganó el premio a la mejor película extranjera en los Premios Cesar y en los Satellite Awards, mientras que en estos últimos Oscars estuvo nominada.

Razones por las cuales sentarse a echar una lagrimilla estará bien justificado.

<a href="http://lauracarneros.wordpress.com/">lauracarneros.wordpress.com</a>
Laura_Carneros
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