Titanic

La historia de dos vidas totalmente opuestas que llegan a enamorarse tan ciegamente que dejarían sus anteriores vidas atrás para proseguir con la felicidad que les produce esa relación imposible. Unos efectos totalmente geniales, un decorado de lujo, un reparto exquisito, una banda sonora fabulosa que te emocionarán eternamente, esto es TITANIC.

Lo he intentado, pero no lo he conseguido. He intentado ver alguna que sea mejor que "Titanic", pero es imposible. He visto "El diario de Noa" y me parece mejor que algunos aspectos, pero no en general. Sí es verdad que algunas de Disney me gustan más, como "El rey león" o "Toy story 3", pero no hay ninguna que consiga ponerme la piel de gallina tanto como "Titanic".

Creo que es una superproducción única, impresionante, no hay ninguna como ésta.
Y por mucho que haya gente que odie a Leonardo DiCaprio, es innegable que esta película hace un papelazo, actúa súper bien.

Una gran historia de amor que se desarrolla en el barco que se hundió a principios del siglo veinte.
La película tiene una gran banda sonora y escenas que siempre recordaremos e imitaremos.
Creo que a los que no la hayan visto les va impactar la historia y el final.
Personalmete yo digo que el director James Cameron es un gran director.

Navegando por esta web me he encontrado mucha crítica injusta hacia esta poderosa y bella película. Inolvidable cinta del séptimo arte.

Creo que se le apedrea y ridiculiza tanto por el fenómeno social que supuso, por sus once Óscar y el arrollador éxito que obtuvo en taquilla (no en vano es la película más taquillera de la historia). Pero la cinta es soberbia por si misma, por motivos únicamente cinematográficos, únicamente humanos (no mercantiles). Y lo seguiría siendo a pesar de no haber conseguido nada de lo que consiguió.

Estamos de acuerdo en que Titanic es cine popular, pero ¿desde cuando el cine popular se ha de denostar simplemente por llegar a una mayor cantidad de público? ¿La música pop también es mala sólo por ser popular? Definitivamente no. En el arte o cultura hay productos buenos, malos, regulares... pero lo son al margen de su número de consumidores, al margen de estilos o géneros. No puedo entender que haya mentes tan cerradas.

Y es que yo no concibo el cine solamente como algo etiquetado que tiende al prejuicio (lo mismo me ocurre con la música). Como si las etiquetas de ''popular'' o ''independiente'' ya dotasen a los filmes de una calidad concreta.

Yo, que soy muy crítica a la hora de valorar cine y no me dejo engañar por cualquier cosa que me venden, me guío por mis sensaciones a la hora de ver una película. Si me la creo o no, si me parece honesta o no, si me parece profunda o no, si me parece que está bien contada o no, si creo que aporta algo diferente e interesante al cine o no. Si posee buenas cualidades más allá de lo técnico... En definitiva, me guío por lo que una determinada cinta es capaz de transmitirme, tanto a un nivel emocional como intelectual. Y hay magníficas películas dentro del cine independiente y magníficas películas dentro de un cine más comercial.

Me hace gracia que muchos que critican este filme por ser ''Comercial hasta la náusea'' luego ves sus perfiles y observas que puntúan altísimo (con dieces) un cine muchísimo más ''tramposo'' que Titanic, y sin embargo lo vanaglorian. Ensalzan películas que catalogan de obras maestras cuando, en mi opinión, son gansadas, que al margen de unos excelentes aspectos técnicos, son un puro espectáculo vacío. Como ejemplo de ésto muchas de las películas de Tarantino, que utilizan la violencia como mero entretenimiento, sin el menor sentido del compromiso, una violencia muy ''palomitera''.

Y no es que esta película tenga que gustarte, los gustos son completamente personales, lo que me chirría es que muchos que la critican ensalzan luego otras pelis que caen (y mucho más) en aquello que critican de ésta.

Para mí Titanic, fuera de premios, críticas, fenómenos, infravaloraciones o sobrevaloraciones, es magistral y es honesta. Por la sencilla razón de que fue capaz de recrear toda la furia de una tragedia tremebunda como el hundimiento del Titanic de una manera tan tremenda que te hacía creer que lo estabas viviendo o sufriendo en primera persona. Además creó una obra que se adentraba con maestría en las emociones humanas más esenciales arrollándolas. El amor, el miedo, la supervivencia, el dolor, la muerte... emociones y situaciones plasmadas con un verdadero sentido dramático.

Dicen que la historia de amor que plantea esta película es demasiado típica, ¿acaso importa cuando está tan sumamente bien contada, cuando destila tanta fuerza? Lo importante aquí no es la forma aparente sino el fondo.

Su banda sonora es una de las más emocionantes que ha dejado el cine, desgarrando el corazón del ser más cazurro e insensible. Aparte de los temas instrumentales que suenan a lo largo del filme y ponen el vello de punta la canción My heart will go on (interpretada por una virtuosa Céline Dion) logra con la prodigiosa y elevadísima voz de su cantante alcanzar una cumbre emocional/álmica

Posee escenas desgarradoras que nos hacen creer en la fuerza del ser humano, aparte de hacernos amar el cine.

Una química tremenda entre sus protagonistas. Kate Winslet y Leonardo Dicaprio están asombrosos, palpándose entre ellos el deseo, el amor, la confianza... Emocionándose y emocionándonos en todo momento. Maravilloso también el trabado de Gloria Stuart.

Unos efectos especiales imponentes, pioneros, que incluso hoy con tanto avance técnico siguen impactando.

En mi opinión, Titanic es ante todo un justo homenaje a todas las víctimas (reales) de aquella tragedia. Y la historia (ficticia) entre sus dos enamorados protagonistas un bello símbolo de las tantas historias que se perderían bajo el océano.

Resulta escandaloso que con un total de ciento sesenta y pico mil votos Titanic aún disfrute de un aprobado alto en esta página. Ahora que está de moda crear comités y organismos para el seguimiento, vigilancia, de lo que sea, tales como “comité anti violencia contra el boniato en el proceso de cultivo y recolección”, y similares, no estaría de más uno que se ocupara de elevar los oportunos informes sobre películas infames como esta.

Contar una historia de amor clásica en vísperas del siglo veintiuno, tirar de aventuras y épica para insertar en ella y narrar magistralmente el hundimiento del más universal de los barcos, aderezarlo todo con una banda sonora que remueve las entrañas hasta de los iceberg; y no dejar que ni por un instante la emoción, la tensión, la magia, la sensación de estar viendo algo verdaderamente grande, decaigan; y encima, usar el naufragio y cada uno de los personajes, como metáfora para hablar de la dignidad del ser humano, en la vida y en la muerte, sin permitirse ni un atisbo de complacencia (esa de la que tanto hacen uso hoy algunos autores para disfrazar lo que no es más que un narcisismo mal digerido)… Vamos, Cameron, cómo te atreviste. Y encima va el tío y lobotomiza a medio planeta para llevarlo a las salas y así forrarse. Y embruja a los carcas de los Oscar para que le regalen unas cuantas estatuillas, que James tenía por entonces unas baldas vacías en el salón de casa y le hacían falta. Y para colmo, el muy hereje se gasta pastón y medio en rodarla, lo que desvirtúa cualquier mérito según el criterio unánime del nuevo pensamiento, porque como todo el mundo sabe, el dinero todo lo compra, incluso las buenas películas. Si está tirao, señores, con dinero hacer esto de hundir el barquito y tal era coser y cantar, aquello de los directores hundidos en producciones titánicas no es más que una leyenda urbana, no nos engañemos, ja, ja, ja.

Odiemos a Cameron, a Di Caprio, (el muy fantoche), unámonos en el desprecio por las cosas bellas, hundamos de nuevo el Titanic. Amén