Ocho apellidos vascos

Es sencillamente la adaptación española de la francesa "Bienvenidos al Norte" y su remake italiano "Bienvenidos al sur" mostrando lo mismo que éstas; las diferencias entre habitantes de un mismo país. Y, como los filmes que la preceden, ha sido la película española más vista hasta el momento en España... nada nuevo si en Francia e Italia pasó lo mismo.

A nivel internacional tiene importancia 0, a nivel español hemos descubierto que Aída -perdón, Carmen Machi- en pequeñas dosis puede resultar incluso graciosa y que Dani Rovira fuera de sus monólogos con un guión aceptable no es un estropicio. Por último, descubrimos a Clara Lago (que ya hizo subir el nivel de la pelicula "Tengo ganas de ti" respecto a la primera entrega de la saga) que nuevamente vuelve a salvar la película con su actuación y nos roba a todos el corazón (incluso a Dani Rovira se lo robó en la vida real).

Tras multitud de miradas de incredulidad, de preguntas del tipo “¿Que no has visto “Ocho apellidos vascoooooooos?” y tras multitud de presignaciones, de declamaciones, de votos y demás exclamaciones de sorpresa, tengo que decir que ya he visto la película.o
De hecho, creo que ya la había visto antes de alquilarla en el videoclub y sentarme a verla. Quiero decir que dentro de nuestra filmografía hay multitud de comedias de enredo, de líos y de malentendidos y todo ello aderezado con un humor costumbrista del tipo de “Bienvenidos al norte”. Así que se juntan dos elementos muy típicos de nuestra idiosincrasia: las comedias de enredo y el retrato costumbrista, en este caso centrándose en dos tópicos geográficos: el vasco y el andaluz.
Que se me entienda, estas películas no tienen nada malo, es más mí me gustan mucho. Me he tragado mogollón de ellas, desde las de Esteso y Pajares a “El otro lado de la cama” y estoy realmente contento porque haya batido récords de recaudación y demuestra que cuando al espectador se le da algo que gusta, responde, por mucha crisis que haya. Así que, para mí, la crisis del cine español tiene que ver más con los precios y con que se hagan películas que no dan lo que pide el público potencial.
Tras esta diatriba, he de decir que la película me decepcionó. Es lo que tienen las expectativas; que son fácilmente decepcionadas. Será porque he escuchado miles de veces (y no es una exageración) frases del tipo “madre mía, qué panzá de reír”, “es un no parar”, “la he visto dos veces en el cine”... así que cuando terminé de verla, mi mujer y yo nos miramos y dijimos “no es para tanto” y quizás esa es la mejor frase que puede resumir este film. No está mal, tiene momentos chistosos, los actores, en líneas generales están bien (Dani Rovira tiene desparpajo y Karra Elejalde es un crack) pero realmente no es para todo lo que se ha liado o por lo menos a mí no me lo pareció (ni a mi mujer tampoco). Echas unas risas (tampoco tantas) y poco más, aparte tiene una textura y una fotografía (aparte de la música) que parecen sacadas de las películas de Paco Martínez Soria. Vamos, últimamente he visto películas españolas más graciosas (“3 bodas de más”) o directamente más buenas (“La gran familia española”).
En cuanto a la temática, vale, aceptamos el enredo y los malentendidos porque damos por sabido que este tipo de films requieren de nuestra colaboración para creernos sus argumentos por muy absurdos que parezcan pero por lo que ya no paso es por el asunto de los tópicos. Vale, ya sé que la película se quiere reír de los tópicos de andaluces y vascos pero es que no consigue romperlos, al menos en caso de los andaluces. Para una persona que ha nacido en Andalucía como es mi caso, resulta doloroso que la imagen que damos al resto de España y al extranjero sea la que se refleja en el film. Una tierra que ha visto nacer a escritores como Bécquer, Góngora, Cernuda o Lorca; músicos como Falla o pintores como Velázquez o Picasso prefiere exportar la imagen del gracejo sevillano con sus muletillas insoportables, sus trajes de gitana y sus carruajes; o una tierra que se caracteriza por la inmensa cantidad de grupos en la escena indy del pop y el rock nacional (Niños Mutantes, Los Planetas, 091, Maga, Napoleón Solo, Lori Meyers...) nos quedamos con Los Del Río. Claro que si escuchamos Canal Fiesta o vemos Canal Sur, se entenderá todo mejor. Pero a mí me molesta, no lo puedo evitar, tengo esa “malafollá” granaína.

"Ocho apellidos vascos" estuvo en el momento adecuado y en el sitio oportuno. No es poca y subestimable habilidad, acompañada de esa dosis de buena suerte que acompaña los taquillazos. Un tema que a veces levanta ampollas y crispa a la sociedad se convierte en una comedia ligera y bienintencionada. El gran público, harta de lo arisco de la política en la última década, abraza con fruición este desenfado.

Tal ha sido el olfato de Martínez-Lázaro, Borja Cobeaga y Diego San José, tipos perspicaces que han hecho muy feliz a su productora. Ahora bien, si ya hay que juzgar por la calidad del film en sí, se admiten los torcimientos de gesto, hay cosas que fallan. Dani Rovira y Clara Lago ponen simpatía, no diría yo que sea una historia de amor que vaya a marcar a generaciones, pero tienen ese toque agradablemente light que ha justificado que este proyecto tenga spin off en televisión y hasta obra de teatro.

No obstante, el desaprovechado plato fuerte lo brindan Carmen Machi y Karra Elejalde, se los disfruta mucho cuando están y se los añora si desaparecen. Dos intérpretes con unas salidas cómicas geniales que enriquecen y hacen más creíbles a personajes casi de retablo, mucho tópico, lo cual no me parece malo en sí, si bien con ellos se podría jugar más allá de lo que se hace aquí.

Creo que le puede afectar el paso del tiempo, si bien, que le quiten lo bailado y la cantidad de entradas que ha conseguido vender.

Teniendo en cuenta que el presupuesto de la película es mínimo al lado de las super producciones de Hollywood y esta produción tiene mucho mérito.
Además han acertado de pleno al entregarle un papel pricipal a Dani Rovira, puesto a que es un gran cómico. Gran actuación tambien de Clara Lago y Carmen Machi.
Por último pero no menos importante, me gustaría resaltar la belleza de los paisajes vascos, sin duda les dan un aire especial a la película.

La película en mi opinión me ha resultado divertida, me pase la mayor parte del tiempo riéndome, le pasara a mucha gente que la vea, dejando los prejuicios de lado. Para los tiempos en los que estamos la veo adecuada le ayudara a mucha gente a abrir sus mente.

La película está hecha con ganas de agradar, con una fotografía estupenda como no puede ser de otra forma con esos paisajes tan hermosos y con la cualidad de que con un mono tema tan sencillo no decae en ningún momento. Porque tiene momentos espléndidos y personajes dentro de la lógica que dominan la acción con una naturalidad y espontaneidad digna de reconocer. Igual que el choque de generaciones se hace creíble y hasta emociona, agradablemente, siempre con la sencillez por delante, o la simpleza si quieres; con un conflicto padre e hija como única historia venida de atrás que ahí queda, como podría pasar en cualquier familia lo que le da más naturalidad a la película.

No busques tres pies al gato ni te hagas el listo teorizando sobre el guión, la pobre producción, la previsibilidad de las escenas o las raíces vascas. No busques 8 apellidos vascos… bueno, a no ser que una chica vasca te guste mucho y no te quede más remedio.