Ocho apellidos vascos

Hacía tiempo que una película española no era tan popular en taquilla y al ir al cine pareció que hice un viaje en el tiempo al ver la sala del cine llena, la gente quería verla lo antes posible, no querían esperar a que saliese en video o alguien te la pasase, estaba siendo tan popular que la gente quería verla lo antes posible.

Pues la verdad que me dejé llevar por la inercia y fui al cine con una amiga y la verdad, hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien.

Al ver el comienzo pensé…ya estoy aquí con la clásica serie aburrida de televisión con frases hechas para que te rías, pero cual fue mi sorpresa que me encontré una película muy divertida y positiva, una película que te deja muy buen sabor de boca ya que crea un buen ambiente en el cine.

No es una película buena, y tiene un guión muy predecible, está llena de errores pero al final se pasa de esto y te centras en la historia, te gusta aunque sabes como será el final ya que todo es muy predecible pero entretiene tanto que decides no fijarte en los errores.

Hacía tiempo que no me reía tanto en el cine y no se si fue la película o su increíble influencia social que está teniendo, pero lo que pasó es que al salir del cine tenía una sensación muy buena y positiva en el cuerpo y eso lo no lo consigue cada película.

Es una lástima la cantidad de críticas destructivas que se leen de esta película. Si os fijáis en las puntuaciones que le dan en esta web, el filme obtiene más dieces y nueves que unos y doses. Sin embargo, parece que está de moda dárselas de listo, de crítico entendido en comedias, y que otorgarle un miserable uno a una película te aumenta tu capacidad cerebral un 50%, porque total, "es una película para tontos llena de tópicos estúpidos". Que queréis que os diga, el único objetivo de la película es hacer reír a la gente, cuanto más mejor.
¿Risa fácil? No lo se, en mi caso soy andaluz, tengo amigos vascos y hay algunas partes con las que me he llegado a sentir identificado. De todas maneras, si decís que sentís vergüenza ajena en ver a toda la sala del cine riendo sin parar, en lugar de plantearos que estáis rodeados de gente estúpida, deberíais replantearos que tenéis un sentido del humor de mierda. Largaos al garito cutre de cómicos de tercera para modernitos que van de listillos, y dejad de dar el coñazo.
PD: La peli es muy buena, dirigida especialmente para el público andaluz y vasco.

Ocho apellidos vascos es una película española ligera y costumbrista, para el disfrute de quienes van al cine sin mayores pretensiones que pasar un buen rato. Por lo demás, se entiende su éxito, fronteras adentro, alrededor de la explotación de las idiosincrasias regionales y nacionalistas de cada comarca como la vasca y la andaluza en un contraste basado en reminiscencias folklóricas. Ocho apellidos vascos es una comedia romántica que explora en los grandes temas que han herido a los españoles en el tiempo: ETA, el franquismo, la violencia, el terrorismo, el separatismo nacionalista en un momento en que la crisis económica pone en duda el proyecto español basado en Europa. Lo importante es que esos temas incómodos son presentados de una forma irreverente, a forma de guasa, y quitándole toda la gravedad que poseen. El mensaje es claro: los españoles tienen que aprender a convivir desde sus diferencias y problemas sin necesidad de recurrir a la violencia o la ira encendida, que es posible el acuerdo, la tolerancia, la paz y el respeto entre todos ellos. Esa es la gran virtud de una película sencilla que entiendo que ha sido la sensación taquillera entre los españoles cansados ya del anti-héroe grosero y palurdo que ha encarnado Santiago Segura.

Ir a ver una película un mes y medio después de su estreno y encontrarte la sala llena no es algo muy habitual en estos tiempos, en los que los films en cartelera padecen una volatilidad crónica. Y si encima la película es española, se puedo considerar como algo totalmente insólito. Más cuando desde los medios de información no dejan de insistir que cada año no sólo hay menos espectadores sino que cada vez menos ven cine español. Como lo ha conseguido el realizador Emilio Martínez-Lázaro, entonces?

Vaya por delante que no estamos ante la mejor película española de todos los tiempos. Hasta me atrevería a decir que ni siquiera ante la mejor comedia. Pero de lo que no cabe duda es que estamos ante una película eficiente, efectiva que sabe explotar sus virtudes muy por encima de sus defectos (que los tiene). La trama recuerda en cierta forma a otro gran éxito del cine francés ("Bienvenidos al Norte"), trasplantado posteriormente a Italia ("Bienvenidos al Sur") en la que se trata en tono jocoso las diferencias provinciales en los citados países. De alguna forma, el realizador de "Amo mi cama rica" o "El otro lado de la cama" y su posterior secuela ("Los dos lados de la cama"), se basa en parámetros parecidos al emparejar a un sevillano (Dani Rovira) con una vasca (Clara Lago), que accidentalmente se conocen en Sevilla y que posteriormente deben hacer el papel de pareja feliz ante la presencia de Koldo (Karra Elejalde) el padre de la segunda.


El guión escrito a dos manos por Borja Cobeaga y Diego San José (dos personas cuya carrera en ETB despeja cualquier suspicacia), explota a fondo los diferentes orígenes de sus protagonistas, que van más allá de los poli tonos de los móviles (una famosa sevillana de Los del Río para él y una txalaparta para ella), y que dan para varias situaciones divertidas. La sombra de la comedia clásica norteamericana planea poderosamente sobre el film. Su influencia es indudable en la guerra de sexos, pese a que con cierta inteligencia y acierto para los tiempos que corren, los guionistas han cambiado el papel de los sexos, dejando en un modo claramente dominante al de la mujer frente al hombre que es el que queda mucho más expuesto, siendo zarandeado y perseguido por ella. Algo que sucedía al revés no hace demasiado. Por otro lado los diálogos rezuman naturalidad y espontaneidad a partes iguales lo que beneficia notablemente al resultado de la película. Además, por encima de la pareja protagonista, sobresalen los personajes secundarios, Carmen Machi en el papel de Merche, una extremeña afincada en el País Vasco y sobre todo un estupendo Karra Elejalde cuyo personaje no sólo es eje sobre el que realmente pivota toda la trama sino que su composición del marino Koldo llena la pantalla y apenas deja sitio al resto del reparto. Es más, los mejores momentos de la película tienen lugar con él presente (incluyendo un excelente "gag" casi al final del film a costa de las diferencia entre los vascos y la guardia civil que además delata claramente la influencia de los grandes nombres de la comedia norteamericana). Es todo un acierto de casting contar con su presencia en esta película.

A la película se le podría achacar de ser un catálogo de tópicos. Se le podría incluso criticar diversos errores de guión, por ejemplo: No se da cuenta ella que ha perdido el bolso hasta que no se lo lleva él? Como es posible organizar una boda en menos de 24 horas cuando se supone que ya había organizado otra? No es raro que no aparezca la madre de la novia a su boda? Y no es extraño que tampoco aparezcan los padres de él? Aunque quizás para mi el mayor defecto del film es su excesiva dependencia televisiva. Buena parte del equipo proceden de este medio y el film se disfruta prácticamente igual en la butaca de un cine que en el sofá de casa.

Pero a pesar todo esto, estamos ante una película que entre otras cosas conquista al espectador por su aparente sencillez, naturalidad y falta de pretensiones, que sabe mostrar un buen equilibrio entre lo puramente cómico y lo decididamente grosero, evitando herir susceptibilidades en uno u otro lado. No es nada sencillo tratar diferencias regionales en este país, sin que no se ofenda algún colectivo de los afectados, y en buena medida, Emilio Martínez-Lázaro lo consigue. Seguramente Buena parte de los motivos por los que este film se ha convertido en todo un fenómeno de público y taquilla sea trabajo más bien de los sociólogos que de críticos de cine, pero no por ello debemos de quitar el mérito a un film que por encima de todo consigue hacernos reír, que no es poco en los tiempos que corren.

He cambiado hace poco la nota de esta peli de 7 a 8, ¿por qué? Pues porque he comprobado que se puede ver varias veces, cosa que no pasa con muchas pelis.
Sigue siendo divertida, los puntos débiles se mantienen, pero si puedo ver una peli y pasarlo bien varias veces le doy un notable.
Me siguen divirtiendo muchas escenas, yo diría que prácticamente todas en las que aparecen Karra Elejalde, lo mejor de la peli, y Dani Rovira, que le sigue de cerca.
Puntos débiles hay 2:
Los amigos de Rovira tienen poca gracia. El humor tiene que partir, creo yo, de un mínimo de credibilidad ( ¿los andaluces piensan que todos los vascos son terroristas? Como esto me parece increíble no me hace gracia) .
La otra debilidad son los personajes femeninos, tanto por el guión como por las actrices que, estando bien, no llegan al nivel de Elejalde y Rovira.