Los perdedores

Pues a mí me encantó esta película de acción pura y dura, sobre todo por un reparto, que madre mía que reparto. Óscar Jaenada es el único que no pega nada ahí, además de que casi no habla, solo «no toques el sombrero» —la vi en versión original—.

No sabía que era una adaptación de un cómic hasta que lo vi en la página de FIlmAffinity pero tenía toda la pinta. Los superhéroes aunque sin súper poderes. El villano que quiere destruir el mundo y otras cosas que no voy a contar para no destripar.

Total, entretenida, llena de tiarracos y con bastante humor. Chris Evans sale rarísimo por cierto.

Con alma de cómic y espíritu de comedia de acción gamberra podían haber conseguido bastante más de esta cinta que se queda en un buén intento pero no pasará de ser un producto de domingo por la tarde. Apuesto a que en unas semanas se la empieza a considerar una buena peli de serie B.

Pues eso, que estos perdedores parecen un Equipo A pero más malote, más cachas, más modernos pero igual de frustados. No me ha gustado casi nada, se salva solo la duración (horita y media) y algunas escenas de acción y localizaciones. Y Saldana, claro. Pero el resto nada, ya no es que la historia esté o no esté llena de clichés y tópicos, también lo debe estar el cómic y es todo un éxito. El tema es que, para mi gusto, al adaptar un cómic de este tipo al cine convencional hollywoodiense, el producto adquiere otra dimensión. Pierde el toque de autor, la gracia en los diálogos pasa a ser ridícula pero no ese ridículo hecho a conciencia, sino un ridículo de vergüenza ajena. ¿Jason Patric haciendo de malo malísimo? Pues eso. Además, el director Sylvain White abusa demasiado de la cámara lenta. En definitiva, poco recomendable.

Ignoro qué tal estará el cómic, y la verdad es que tengo cierta curiosidad por leerlo. Pero creo que esta adaptación, que intenta parecerse en algo a las buenas películas de acción de los años ochenta y noventa (al estilo Equipo A o Los Mercenarios) es de todo menos eso mismo. Es un desastre repleto de buenos actores (bueno, el equipo protagonista y para de contar), donde las escenas de acción están penosamente ejecutadas y sólo fucionan cuando se trata de hostias a tutiplén en donde no se asoma ni un mísero morado o una simple herida. Los personajes son chulos, sobrados, magníficos y perfectos. Buenos buenísimos que se dejan las uñas, la carne y el pellejo por el inocente de turno y luego buscan vengarse del malo malísimo más cargante, cutre y aburrido que he visto en muchísimo tiempo. Una trama sin pies ni cabeza, repleta de momentos chanantes y giros forzadísimos, unos diálogos que reúnen todos los defectos de Mark Millar (guionista de cómics), efectos videocliperos sin venir a cuento cada dos por tres, exageraciones mal digitalizadas a mansalva... Sólo se salvan algunos momentos bien resueltos y poco más.

De la remesa que hemos tenido la oportunidad de ver en cuento a cine de acción este 2010, esta ha sido desgraciadamente la más desafortunada. Qué aburrimiento más cargante, por dios.

Cinta genérica de acción que al más puro estilo del Equipo A junta a un grupo de soldados repudiados que se dedican a hacer el bien soltando chascarrillos a cascoporro durante infinidad de escenas en cámara lento. El reparto es de lo más llamativo, mezclando estrellas en declive con otras en auge, y encabezado por un habitual secundario en labores de protagonista. Cabe decir que pese a su previsibilidad es bastante amena, con alguna secuencia de acción absurdamente ocurrente que prolifera menos de lo deseado en esta película que se puede ver de fondo mientras haces otras cosas y no perderás el hilo.

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