Tú y yo

Es una auténtica pena, porque hay mucha brillantez conceptual en el planteamiento de esta cinta, en la cual, un joven adolescente, con dificultades a adaptarse a su entorno, busca en la música y la soledad su auténtico lugar en este mundo.

Bertolucci construye bien el personaje, rueda muy bien, y le coloca de forma brillante donde quiere, en una especie de trastero que será el reino del chaval durante una semana, y donde vislumbramos un viaje iniciático alrededor de si mismo.

Pero una vez aquí situados, toda la parte esencial de la película me parece artificiosa, poco creíble, y con un desarrollo argumental que no creo que pueda marcar ese antes y después en la vida de un chico que aquí se cuenta. Porque la presencia de la chica en el refugio del adolescente, no aporta demasiado, hay mucho silencio, cierta artificiosidad, poca empatía entre ellos, etc, y es una pena porque todo eso bien llevado, hasta la desgarradora versión de "Space Odity" que Bowie hace en italiano, y que debería emocionar a cualquiera, aquí cae de repente sin haber tenido un desarrollo previo que justifique tan bello momento, y sin que sienta lo mismo por su protagonista que por el Antoine Doinel de los "400 golpes".

Insisto un retrato generacional bien planteado, con una potente conclusión, pero que se pierde por en medio, en el nudo de la historia.

Esto va a ser mucho más corto que los extensísimas críticas que me preceden.

Es menor. Menor como película. Menor que el libro (si, ya se que es un error). Menos emoción. Menos todo.

Pero mereció la pena escuchar a Bowie en italiano.

Sí, está muy bien rodada.

Sí, los personajes están currados.

Sí, es una peli de academia.

Pero... ves una peli de Bertolucci hoy en día y trata de un atajo de flipados en situación límite. Ves una peli de Almodóvar y trata de un atajo de flipados en situación límite (obviamos la bazofia de los amantes pasajeros). Uno ve una peli de Clint y se trata de personajes normales al límite. ¿Con quién nos sentiremos identificados?

A mí no me ha gustado. Nada. Y puede que sea buena. Pero no me identifico. Como dicen en la película: "¿En qué planeta vives?"

Lorenzo (Jacopo Olmo Antinori) es un joven de catorce años, vive con su madre, como todo adolescente tiene problemas existenciales, no se dilucidan mucho en el film pero si se deja entrever que tiene algunos problemas con su carácter.

El colegio al que asiste, prepara un viaje a unas montañas para esquiar, hace creer a su madre que asiste al paseo, sin embargo, se esconde durante esos días en el sótano del edificio donde vive para pasar tiempo solo.

La monotonía vivencial que sería pasar una semana en ese lugar, se interrumpe con la aparición de su media hermana -por parte de su padre- Olivia (Tea Falco) la cual lo descubre, ella es una chica con problemas de droga.

La relación entre ellos es prácticamente inexistente, ella se supone vive con su padre que desde hace mucho años se separó de la mamá de Lorenzo, por lo que en ese tiempo tendrán que convivir y salir a flote con las diferencias que tienen.

Io e te parte de esa premisa muy sugestiva, del reencuentro de dos medios-hermanos, heridos por distintas situaciones que intentan encontrarse con ellos mismos para redirigir sus vidas, una buena película, muy intimista y emotiva.

Io e te, la última película de Bernardo Bertolucci, narra la historia de Lorenzo, un adolescente de catorce años solitario y enfadado con el mundo, que engaña a sus padres con la coartada de que se va a esquiar con unos amigos para, en realidad, pasar esos días en el sótano del propio domicilio familiar en el que transcurrirá toda la película. Sin embargo, en esta andadura en la que planea disfrutar de la soledad, será importunado por su hermanastra, hija del primer matrimonio de su padre. A partir de este encuentro, Lorenzo evolucionará de manera favorable a su desajuste generacional y experimentará nuevas cosas que le harán ver el mundo de otra forma, como la excentricidad y el desequilibrio de la hermana provocado por el consumo de drogas y el desajuste familiar.

Con este nuevo panorama, el joven combatirá sus miedos y servirá para que Bertolucci enseñe a la perfección lo absurdo de la adolescencia y el rechazo, en esta etapa, hacia lo establecido. No obstante, también servirá para reflejar la pubertad como un periodo que marca a la persona y que la transforma por instantes en un individuo libre que flota sin preocupaciones materialistas. Todo esto concentrado en un mismo espacio-tiempo: un sótano y una semana. Aspecto que podría considerarse monótono y que por el contrario, es bien resuelto por el director salvo en la realización del síndrome de abstinencia de la hermana. El resto es un contenedor de emociones del pasado que se aúnan para devolver al espectador la ternura hacia una época egocéntrica y estúpida como es la adolescencia y que, sin embargo, produce en el público la contradictoria sensación de que un mal comportamiento se transforme en algo amable y tierno.

En definitiva, Io e te consigue trasmitir la presencia de otro mundo cálido y alegre en ese desván. Un mundo abstracto que pertenece a dos personas desconocidas y que, por desgracia, todo el mundo sabe que se esfumará a la hora de salir del caparazón que rodea el particular agujero. Es la metáfora del polluelo que sale del huevo. Una vez fuera, los pasos se alejan y dejan la sensación de que todo lo que pasó se ha ido. Que se ha ido para siempre. El protagonista se ha hecho mayor.


Reparto:
Buen trabajo de los actores pese a no ser profesionales en las que destaca la mirada de incomprensión y voraz del protagonista (Jacopo Olmo Antinori) y la extravagancia de su hermana (Tea Falco).

Mejor escena:
Momento muy poético que provoca emoción en el espectador mediante la canción y el baile entre los dos hermanos bajo la melodía de la canción de David Bowie: Ragazzo Solo, Ragazza Sola.