El dilema

Recomendación de un alma gemela. Es buena... cierto, pero hubiera necesitado un montaje diferente que puliese escenas intrascendentes, que incluso oscurecen el desarrollo.

La primera hora y cuarto se ofrece muy aséptica, pese al tema tratado, y quizá es ahí, en el tratamiento de esos tiempos, donde falla.
Cuando por fin explosiona, se muestra rotunda, compleja, respondiendo a los intereses de las grandes jerarquías económicas de cualquier índole. Aunque todos conocemos como funcionan, resulta aterradoramente estimulante confirmar sospechas ¿Verdad?

Impresiona el ritmo desarrollado por Anthony Mann lento pero de momentos de gran intensidad; estos son logrados por las distintas visiones y actitudes que tiene los protagonistas frente a las circunstancias a las que se enfrentan. El personaje de Al Pacino, muestra características muy similares al desarrollado por este gran actor en “… y justicia para todos”, rebeldía ante el sistema y obstinada defensa a sus principios. Mientras que Crowe sorprende por la forma en que se muestra susceptible y solo ante el mundo, es claro que el Oscar que tuvieron que darle por esta película se le concedió, de manera forzosa, por “Gladiador”

Cuando el Dr. Wigand es despedido de la compañía tabacalera donde trabajaba y conociendo las oscuras tramoyas de ésta en cuento a las sustancias que contiene los cigarrillos, decide sacar a luz todo lo que sabe y elige un programa periodístico producido por unn nervioso y ambicioso hombre, que hará lo que sea para sacar la verdad a flote.
Sin duda es rarísimo encontrar un film tan sólido e impecable en casi todo como éste. La mayor parte de estos méritos se encuentran en la magistral dirección de uno de los mejores directores vivos como es Michael Mann, en un guión que explora en cada sentimiento de estos personajes( la ira, el desencanto, la frustración, los valores) y en un elenco descollante que hace brillar a cada escena del film.
Suspenso atrapante, crónica de una destrucción personal, moraleja sobre la verdad y sus consecuencias, este film llega a apasionar y mucho.
Russell Crowe dá una magistral actuación, la mejor de su carrera como el Dr. Wigand. Al Pacino está soberbio como el productor Bergman y el sensacional Christopher Plummer nos dá una clase de actuación como el conductor del programa.
Sensacional, aunque un poco largo, grata sorpresa.

Mediante un guión, como siempre, incompleto de Roth. Mann construye, como el sabe hacer, unos personajes muy humanos y bien perfilados, que nos acompañaran durante el extenso metraje (si algo hay que criticar) de este asombroso thriller político a cerca del problema con las tabacaleras estadounidenses. Mann dirige a unos extraordinarios Crowe y Pacino, de los que percibimos en sus fabulosos duelos interpretativos un gran cine épico. La fotografía grisácea de Spinotti nos sumerge en un verdadero infierno corruptivo, en el que no existen personas con derechos, sino meros objetivos totalmente neutralizados por la tinta de contratos infrahumanos. Plummer borda el papel del presentador del programa de televisión que rige Pacino. Como colofón final, Lisa Gerrard nos orquestra este gran film olvidado por académicos y cineastas.

Esta película es imprescindible para todo el mundo. Fumadores, no fumadores, aspirantes a periodistas, consumidores de la televisión, ciudadanos de a pie... Una trama tan compleja es bien explicada de principio a fin. Los actores están a la altura...¿qué más se puede pedir?