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Los Tudor (Serie de TV)

Serie de TV. Drama Serie de TV (2007-2010). 4 temporadas. 38 capítulos. Drama ambientado en el reinado de Enrique VIII (1509-1547), que trata sobre los numerosos matrimonios del monarca inglés. Ansioso de poder y muy aficionado a las aventuras amorosas, el joven monarca gobernaba su reino igual que vivía su vida: sin piedad y sin control. Una historia sobre los más ocultos excesos del tirano, cuyo reinado estuvo marcado por la traición y las intrigas. (FILMAFFINITY) [+]
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Críticas 58
Críticas ordenadas por utilidad
20 de abril de 2011
12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
"The Tudors", me parece una mala serie histórica de TV, realmente me parece de mala calidad tanto en su puesta en escena como en las actuaciones. Jonathan Rhys Meyers, actuó muy bien en "Mach Point" de Woody Allen, pero aquí literalmente el personaje de Enrique VIII le queda grande tanto dramática como físicamente. En cuanto al resto del reparto, salvo algunas excepciones como Sam Neill y Peter O'Toole, está claramente enfocado en el atractivo y belleza física de las actrices y actores jovenes; que se verían muy bien en producciones del tipo "Melrose Place" o un sitcom tipo "Friends".
El guión de la serie, firmado por Michael Hirst creador del guión de esa sobrevalorada porquería llamada "Elizabeth" (1998) y esa otra "maravilla" llamada "Elizabeth: la edad de oro" (2007), sólo hace farándula de época, con escenas de cama que no vienen al caso y recurriendo a todos los clichés de intrigas palaciegas ya conocidos. La verdad, es que la trama de ésta serie está más cerca de esas series gringas ochenteras del tipo "Dinastía" o "Dallas", que de un relato histórico medianamente serio.
En lo formal, la serie se ve fastante falsa en cuanto a iluminación de interiores y al tan celebrado vestuario: ¿acaso creen que los monarcas y los nobles del siglo XVI andaban todo el día vestidos de gala ceremonial y cargados de joyas hasta para ir al baño?; claramente no. El lujo que muestra la serie resulta absolutamente falso, considerando que Inglaterra era un reino de segunda fila en ésa época.
Si se trata de series históricas de TV de buena calidad, la BBC ha relizado maravillas con series como "Yo, Claudio" (1976) y "Elizabeth R" (1971), que a pesar de su formato claramente televisivo (sobre todo en el tema de los decorados), tenían de lo mejor de la calidad actoral y elegancia narrativa británica; y que decir de las monumentales series producidas por la RAI como "Jesús de Nazareth" (1977) o "Marco polo" (1982), obras que son verdadero cine hecho para la televisión.
Ahora bien, entiendo perfectamente el éxito comercial de "The Tudors"; al igual que entiendo el alto consumo mundial de hamburguesas con queso y papas fritas: sabrosas pero no muy nutritivas y además suben el colesterol (ignorancia, para el que no haya entendido).
maximiliano
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15 de enero de 2013
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las mejores series llegadas llegada en los últimos años, no de Inglaterra como creía, sino de Irlanda. Aunque engañan un poco con el título. Realmente no se trata de la historia de la dinastía Tudor sino de uno de los reyes más importantes y famosos del país, Enrique VIII, conocido sobre todo por sus múltiples matrimonios. De todos modos se hubiera agradecido una continuación pues después de la muerte del rey la cosa se puso bastante interesante. Por lo menos podría haber acabado con la llegada del último soberano/soberana de la dinastía. Sea como fuere, y aunque no es históricamente muy fidedigna, la serie recrea un período crucial y muy tormentoso en la historia de Inglaterra en la que la vida personal de Enrique se mezclaba con las intrigas políticas, al mismo tiempo que la reforma protestante apareció en la isla.

La serie tiene bastantes cosas buenas y algunas no tanto. Por ejemplo, al principio es cierto que era demasiado explícita en ciertas escenas sexuales si bien en las siguientes temporadas se recataron más. En el otro lado, la ambientación es muy buena, el vestuario excelente (aunque con algunas licencias, estoy de acuerdo) y las actuaciones, que son de primera. Reconozco que me sorprendió Jonathan Rhys Meyers en un papel complicado que, no obstante, interpreta a gran nivel. De las caras conocidas, quizás el mejor sea James Frain (Thomas Cromwell) y de las chicas, la que se lleva el gato al agua es Sarah Bolger, no tanto por su actuación sino por su personaje, María, la hija del Rey y de su primera mujer, Catalina de Aragón. Admito que me tenía absolutamente cautivado esta joven, con el porte y la clase de una verdadera reina.

De hecho, María me encandiló y me hizo sufrir a partes iguales. Porque esta princesa tan guapa, educada, orgullosa, distinguida, católica, piadosa, recta, dulce, recatada, femenina y encima, elegantísima (espectacular su vestuario), tuvo una vida, además de complicada, bastante desgraciada, que sale parcialmente en la serie. Para no desvelar nada, sólo os diré que la historia la ha maltratado sin miramientos (SPOILER). Visto lo visto, no sabría decir si el personaje histórica era tal y como le reflejan aquí. Y eso es precisamente lo que más me duele, que la María real con tan mala percha, fuera la misma que esta joven adorable. Si fueras una petarda, no habría problema pero, ¿cómo te puedo criticar siendo así de maravillosa? María Tudor, ¿por qué eres así? ¿Por qué hiciste lo que hiciste? ¿Qué te pasó por el camino? ¡Qué sufrimiento!

Ahora que lo estoy pensando, mejor haber dejado la serie justo cuando acabó. Así podemos fantasear sobre el futuro de María, recreando una historia alternativa en la que las cosas sean como nos hubieran gustado que fueran.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Reaccionario
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16 de marzo de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una miniserie que toma un tema históricamente tan importante, como lo es el período de reinado de Henry VIII, durante el cual se produce el cisma entre la Iglesia Católica e Inglaterra, es de esperar que hubiera ahondado mejor en los motivos que le dieron lugar, los cuales de ninguna manera pueden quedar limitados a un conflicto matrimonial. Contemporáneo con el nacimiento del capitalismo, el "descubrimiento" de América y la expansión del comercio mundial, nadie puede pensar que Inglaterra, quien poco tiempo después se convertiría en un imperio de ultramar, estaría gobernada autoritariamente por una sola persona, por más que esta fuera depositaria de la veneración de súbditos y cortesanos.
En este sentido, la propuesta fílmica es limitada y poco profunda, aunque no soslaye ningún tema individual o colectivo. Evidentemente, se eligió un tratamiento cinematográfico de alcance masivo, poniendo el acento más en los sujetos y sus circunstancias íntimas que en el proceso histórico.
La reconstrucción de época es magnífica en todo sentido: escenográfica - palacios y castillos no les faltan -, vestuario, música, ambientación, etc. Y muchas de las actuaciones también lo son, aunque la mayoría poco se parezca a los registros pictóricos con los que se cuenta de los personajes reales. Particularmente poco afín es, justamente, Rhys Meyers (Henry VIII), quien - en lo personal - no me transmite un perfil rigurosamente "inglés".
En síntesis, diría que es un magnífico "divertimento" histórico que informa (superficialmente), entretiene y - hasta cierto punto - concientiza sobre la arbitrariedad de la monarquía.
Adrián Klas
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31 de diciembre de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me parece muy remarcable la actuación de Jonathan Rhys-Meyers en el papel de Enrique VIII, me parece muy creíble en su papel, de veras. Ansioso por tener hijos, con una autoridad férrea y con paranoias constantes llegado a cierta edad.

Henry Cavill y su interpretación en The Tudors son también muy dignas de mención. Otro tanto puede decirse de Natalie Dormer.

Pero hay un problema: Sí, queda muy claro que es ficción histórica, y se comprende que se tomen sus licencias pero... Es una imprecisión grande que, aunque en su juventud fuera un buen deportista, al envejecer y debido a una herida en una justa y a una dieta abundante en carne roja y exigua en verduras, el monarca no engorde. Debería hacerlo, pues en la realidad Enrique VIII llegó a tener 137 cm de cintura.

Y además parece que hasta el último capítulo no se hayan dado cuenta de que era PELIRROJO.


Por lo demás notable serie, un tanto partidista, pero a mi juicio endiabladamente entretenida.
La recomiendo.
Fitzalan
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5 de octubre de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se como empezar a definir ni describir esta serie. Reúne todos los requisitos que ha de tener una serie de calidad.

Todos conocemos, más o menos, la historia que trata la serie. Sin embargo, esta serie va más allá de la historia de Enrique VIII y sus 6 esposas. Nos adentra en una historia de pasiones, romances, traiciones realmente bien ejecutada. Además de momentos tan claves de la historia como la separación de la iglesia de Inglaterra de Roma.

Destacaría también a los intérpretes, tanto principales como secundarios. Destacaría a Maria Doyle Kennedy y Natalie Dormer como las 2 principales esposas de Enrique VIII, Catalina de Aragón y Ana Bolena, a Sarah Bolger como la hija mayor del monarca, Lady María (futura María I de Inglaterra) y, como no, a Jonathan Rhys Meyers en una interpretación genuina, sobre todo en las últimas temporadas, del absoluto protagonista de la serie, Enrique VIII.

A esto hay que añadir la lograda ambientación de la época, de la que no falta detalle en cada capítulo, y el despliegue en vestuario, realmente fantástico.

En definitiva, una serie épica, una obra maestra.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
EduardoMoCa
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