Brave (Indomable)

He de admitir que Pixar es una de mis debilidades; porque desde que no pude reprimir las carcajadas cuando cierto pececito azulado intentaba hablar balleno, desde que vi a ese robot con aires chaplinescos mostrando su curiosidad ante los objetos que encontraba en la basura, desde que me emocioné con la historia de Carl y Ellie, y desde que se me saltaron las lágrimas en esa incineradora donde la infancia de muchos hacía compañía a Woody y sus amigos, sencillamente me enamoré. Porque el hecho de que una película animada, que además sea de gran calidad, con grandes gags, humor inteligente y un guión que ya quisieran muchas, te haga sentir por un momento como un niño y te aleje del mundo, dejándote con una profunda sensación de satisfacción (que no consiguen ni redes sociales, ni reyes tartamudos, ni artistas venidos a menos) y una imborrable sonrisa, es algo impagable.


Y es que se nota que Pixar cuando siempre nos regala esas joyitas de cortometraje. En esta ocasión es La Luna, una maravilla a la altura de las mejores obras cortas de la factoría, que por su belleza creativa permanecerá en el firmamento cinematográfico.


Hace tiempo oí que Brave es la película "más Disney de Pixar". En cierto sentido es verdad, porque posee muchos de los tópicos que vemos en los clásicos Disney: estructura narrativa similar, sucesos previsibles, personajes estereotipados, final predecible y algo cursi, fuertes reminiscencias de otras películas de la casa del ratón,... pero también al cine de Miyazaki.

Lo que hace que Brave permanezca en territorio de Pixar es el acertado e inteligente retrato feminista, llevado con buen humor y sin demagogia, y la relación madre-hija. Pero no en la parte emocional, que es de donde cojea bastante el film, sino en el contraste entre caracteres y mentalidades tan opuestas, en el pensamiento de Merida sobre la posición de las mujeres, en el hecho de que -en cierto modo- nuestra heroína también sea nuestra villana y de que pueda ser feliz sin un príncipe azul. Eso es lo que la hace diferente.

Aún así, se notan los cambios creativos conforme avanza el metraje, y con ello me refiero al despido de Brenda Chapman como directora. Y es que parece que una línea imaginaria divide el gran comienzo de la última parte del film, porque la película empieza con pulso firme y prometiendo, pero conforme avanza vemos como pierde fuelle y el encanto de la primera media hora.

En cuanto a los personajes, considero que son los secundarios los que realmente brillan, aún teniendo en cuenta que la protagonista está a la altura. Así pues, conocemos a una maravillosa Reina anclada en las viejas costumbres que tiene una relación difícil con su hija, un Rey tan bruto como divertido, una bruja delirante y tres pequeños niños revoltosos que son toda una delicia cómica.

De lo que nadie se puede quejar es de la preciosa banda sonora y de la calidad de la animación. En este último aspecto estamos frente a lo mejor de Pixar hasta la fecha: los magníficos paisajes, el pelazo de Merida o las expresiones y arrugas de los personajes, que incluso tienen los gestos de los actores que les dan voz ¿acaso soy la única que reconoció el movimiento de cejas de Emma Thompson en la Reina Elinor?

¿Qué se parece a Disney? ¿Y qué? ¿Es que esperabáis la nueva Wall-e 2.0 o Toy Story 3 en el medievo?
Ya empiezo a estar cansada de los que critican la falta de originalidad de Pixar, se meten tanto con sus precuelas y secuelas, y cuando experimentan con algo diferente -primer cuento de hadas, protagonista femenina, ambientado en la época Medieval- lo ponen a parir porque parece salida de la compañía amiga ¿Acaso son malas sus películas? Porque me parece que Aladin o Mulán son bastante dignas, por no mencionar El Rey León o La Bella y la Bestia. Y Brave está a la altura de Ratatouille y muy por encima de Cars y Bichos, porque es entretenida, muy divertida, visualmente espectacular y por un momento hizo que me sintiera libre junto a Merida, mientras cabalgaba por esas fantásticas tierras escocesas.

La cosas avanzan que es una barbaridad, parafraseando a Don Hilarión. Y las princesas, más. Y si no que se lo digan a nuestro príncipe Felipe. Pues si las princesas de verdad cambian, las de dibujos animados ya ni te cuento: se acabaron las versiones almibaradas de sueños y suspiros mientras esperaban al príncipe azul, o se resignaban a vivir unas vidas infames hasta que un hada o algún personaje mágico las salvara. Tararí que te vi. Ahora se arremangan las enaguas, pasan del mandato de los padres (o sea, de los reyes... ¿princesas republicanas?) y montan a caballo mejor que el Llanero Solitario. Y cogen el toro por los cuernos, decidiendo su propio destino, antes de twittearlo, publicarlo en su blog y en facebook.

Ya en los pasados ochenta Disney hizo evolucionar todos sus iconos, con Alan Menken y Howard Ashman trastocando (con el beneplácito de Jeffrey Katzenberg, que luego se separaría de la gran compañía para montar Dreamworks y crear la evolución más grande de los cuentos infantiles, con "Shrek" y toda su mitología) el ADN de las princesas con Ariel ("La Sirenita") y Bella ("La Bella y la bestia") como máximos exponentes de por dónde iban a ir los tiros a partir de ahora: se acabaron las muñequitas perfectas, resignadas y que dejan al azar su futuro.

Esa tradición ha ido cristalizando para encontrar su referente perfecto en Pixar, una compañía que ya es la única que realiza películas de animación en Disney, tras prácticamente clausurar sus estudios de animación convencional 2D con una obra realmente apreciable, "Tiana y el Sapo". Pixar ha sabido recoger toda la tradición Disney para "humanizar" juguetes, objetos y todo tipo de personajes, haciéndolos más contemporáneos. Ahora ya nadie puede decir que "vives en una fantasía de princesas Disney", sencillamente porque equivaldría a decir -aproximadamente- a decir que vives en el mundo real. Eso es un alivio, ya que la ensoñación tiene unos ciertos límites, y por otro lado es mucho más fácil ironizar con todo teniendo un referente más cercano.

En el caso de "Brave", Pixar ha apostado por la Escocia medieval -con una clara referencia a William Wallace, el personaje que sirvió a Mel Gibson para realizar "BraveHeart"-, en la que una princesa de lo más rebelde, Merida, se resiste a doblegarse a lo que se espera de ella, que no es otra cosa que elegir marido entre los tres hijos de los nobles de lugar. Su madre, la reina, tiene todo dispuesto para que la tradición se perpetúe, y el bonachón de su padre, el rey, sólo quiere ver felices a todos. Claro que la niña, igual de rebelde que su rizada melena pelirroja, decide cambiar la historia buscando en la magia la solución de sus problemas...
(SIGUE EN SPOILER SIN SPOILER POR FALTA DE ESPACIO)

Historia de princesa, rey, reina y su respectivo reino. La princesa quiere ser, tiene deseos propios, su destino no aparece ligado al del respectivo sujeto de sexo contrario. La princesa rompe con la idea tradicional de mujer y con su destino prefijado en los cánones de la nobleza.

Todo ha sido tratado antes. En animación infantil existe el precedente de Mulan, con el que guarda sólo ciertas similitudes. Pero, ¿es éso un inconveniente?. ¿Una tara?. ¿Es peor película por tratar un tema recurrente en el cine a pesar de ser de importancia capital en la historia reciente?. Para algunos sí. Veremos nuevas películas anti bélicas, de gangsters románticos, de atracos a estancos, de divorciados arrepentidos, de maltratadores, de conflictos interécnicos, de adicciones, de parafilias, et cetera. Todo trillado hasta la saciedad. Algunas de ellas serán obras maestras, a pesar de lo cual. Pero no se verá la típica crítica de "Oh, otra vez ésto".

Algunos la califican como la peor propaganda feminista dado que ataca el sistema neuronal infantil, siempre tan maleable, con las ideas de esa pérfida figura contemporánea: la feminazi. Huelga decir que son estupideces, pero, ¿no se trataba de una historia típica, tipicamente contada?

¿Demasiado infantil? Olé con la crítica, sí señor. Ésta es la mejor, sin duda.

Es una película infantil, dirigida principalmente a los niños, sí, pero para niños no demasiado niños. A su criatura de cuatro o cinco años le puede resultar demasiado compleja, incluso asustarla en algunos momentos. A los adultos que hayan perdido su último resto de fantasía y vivan solo y exclusivamente para cuestiones terrenales como la factura de la luz o la revisión de la caldera, también les aburrirá y les parecerá infantil, se lo aseguro. En tales casos, lo que pueden hacer es ponerles el DVD a los niños y ustedes marcharse a su terraza favorita a hablar de política autonómica o diputacional. O mejor aún, a hablar de lo bien que se lo pasan en el trabajo.

Resumiendo:

Destacadísima calidad visual. De lejos la mejor que he visto hasta la fecha. Los detalles gestuales de los distintos personajes son soberbios. De hecho, todos los detalles de la animación, desde el primer plano al fondo, son una obra maestra.

Por su parte, la historia engancha desde el principio y mantiene el interés hasta el mismo desenlace. Es atractiva tanto para pequeños como adultos (salvo que pertenezcas al tipo "mi vida es un silogismo tras otro"). Tiene enseñanza, diversión, y belleza en cantidades superiores a otras obras de Pixar mucho más alabadas por la crítica.

En fin, piérdansela si quieren. Ustedes verán lo que hacen.

Llevó esperando ver esta pelicula meses ,tanto yo , como la mayoría opinamos que Pixar es sin duda la mayor empresa creadora de obras maestras que existe en la gran pantalla ; Pues bueno esta tarde me disponia a ir a verla y como siempre hago antes de ir al cine , me he puesto a leer las primeras críticas que se cocian por internet acerca de la pelicula, mi sorpresa ha sido más bien negativa , la mayoría decia que esta pelicula no estaba a la altura de otras peliculas de la pixar , que quedaba muy atrás de obras maestras como Up o Toy Story 3 , esto me ha sorprendido la verdad , pero no por ello se me han quitado las ganas que tenia de verla , y que me he encontrado? , pues bueno me he encontrado con una pelicula absolutamente INCREIBLE , técnicamente es impresionante , de todas las peliculas de animación que he visto en el cine esta es sin duda la más cuidada a nivel técnico, la pelicula empezaba y tras quedarme maravillado con la belleza estética en la que se envolvia el film , ha llegado la que sin duda se ha convertido en una de mis peliculas favoritas, una pelicula llena de humor , de entretenimiento y de dulzura, desprendia sensibilidad por todos lados y acompañada de una gran banda sonora , esta pelicula al igual que todas las de Pixar trae consigo una moraleja que toca la fibra sensible a más de uno, como conclusión tengo que decir que para mí esta pelicula es sin duda otra OBRA MAESTRA de Pixar , y me atrevo a decir que una de las mejores que tiene , para mí supera a peliculas como Toy Story 3 o Wall-e , tan ídolatradas por todos , esta pelicula seguira recibiendo el alubión de criticas negativas que esta teniendo comparandola con otros peliculones de la factoría , estas crñiticas son totalmente injustas y vuelvo a repetir , no tiene nada que envidiar a ninguna pelicula que se haya hecho , ni de Disney ,ni de Pixar.

Lo tiene todo en contra "Brave" o "Indomable" con esta protagonista, que está loca y si tenemos dudas, observad como grita cuando sube a la montaña, con el cabello alborotado y arco en ristre, con gesto desafiante; este título y esta productora, que es Pixar o Disney fagocitada por la primera. Y encima le dan el Oscar a esta "versión" de Braveheart (1995). ¿Qué pretenden? Pues de nuevo demostrar que cualquier hembra es capaz de superar a un varón en cualquier terreno, incluso en fuerza. De hecho, hay una secuencia de lucha en la que se deshace de varios guerreros que le ha hecho perder directamente un punto. Pero es que incluso el dominio del arco, que parece muy femenino y terreno abonado para una perfecta igualdad, pues la puntería no debería entender de sexos, tampoco es tal. Por algo mujeres y hombres compiten en tiro al arco en categorías distintas. Para ser más exactos, si la que fuera medalla de oro en los juegos olímpicos de Londres, en el 2012, se hubiera medido con varones se hubiera quedado en el puesto número diecisiete.

Obviamente esto no es lo peor sino como siempre en Pixar, cuyo éxito reside precisamente en haber conectado a la vez que alimentado la mentalidad moderna, en los valores que transmite. Aquí plantea el típico conflicto generacional entre una adolescente un tanto salvaje y una madre "autoritaria" y conservadora. La película, tras una media hora de presentación, en vez de ahondar en esto se saca de la manga una aventura fantástica para desviar la cuestión. Por supuesto, da una respuesta pero de tapadillo, materializada en una carrera a caballo en pleno monte que nos recuerda sospechosamente a aquella de "La princesa de Sherwood" (2001): libertad, que estas mujeres no quieren hombres. Claro que para los que les ponen mejor quedarse soltera porque vaya panda de inútiles, bobos, histéricos y encima feos que aparecen. En definitiva, la oda a la vulgaridad simbolizada en el nuevo ataque al arquetipo de Princesa, se convierte también en una "antisirenita", en su desprecio por los buenos modales, la clase, la feminidad y la madurez mental.