Las ventajas de ser un marginado

Pese a todos los estereotipos del cine anglo por los traumas y tribus de la secundaria, "Las ventajas de ser invisible" (2012) ahonda en los bajos perfiles y la sensibilidad más que centrarse en los romances clichés y técnicas de conquista que explotan muchas de sus símiles.

"The Perks of Being a Wallflower" tiene momentos poéticos, de odas en movimiento y es cierto, cae en algunos convencionalismos, pero el mérito de Stephen Chbosky para adaptar su obra literaria y tomar la manija en la pantalla grande es elogiable.

De corazón indie y relato dramático pero adolescente, la película sorprende por algunas actuaciones muy bien conseguidas. El trío central (Logan Lerman, Emma Watson, Ezra Miller) destaca pero es su adaptación a las temáticas y el sobrio desempeño de los secundarios lo que las erige como recordables.

Suele ocurrir que las cintas de jóvenes se basan últimamente en el sentir del marginado pero no ahondan en el por qué de la euforia del hiperventilado o los secretos detrás del popular, acá se abarcan estos puntos y de seguro en el libro original el cuociente es aún mejor.

Si efectivamente gustará a los más púberes es un misterio. Es más probable que evoque la nostalgia de los geeks o de quienes dejamos esos días de clases hace rato y nos identificamos, aunque sea por pasajes con la típica historia del chico tímido aunque en contextos muy diferentes.

En síntesis es un film confuso como la adolescencia misma y que evade -pero de algún modo toca- los clichés de las típicas películas comerciales. Bien actuada y con buenas probabilidades de dejar satisfecho más que apático. Siempre claro que se logre congeniar con las emociones del protagonista, sino, puede llegar a ser monótona.

Recomendación:
Buena. Una cinta emotiva y dramáticamente entretenida.

=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com

Con esta película me pude sentir identificado, nunca me canso de verla.

No sienten contacto real, ni afecto profundo entre ellos y sus padres; al interior de su colegio, son víctimas de maltrato, burla y rechazo; los profesores –no todos, por fortuna- los ven como bichos raros; su manera de ver el mundo los ha hecho más sensibles que el común de los mortales; sin barrera alguna, aceptan al otro con sus diferencias… y si les dan ocasión, son capaces de prodigarse con un afecto sin medida. Se constituyen, así, en los “invisibles” o “marginados”, pero en realidad no lo son, porque dado un vistazo objetivo, resultan ser ellos los más visibles, ya que el resto es el común, y ellos hacen la clara diferencia.

En un rebaño de ovejas blancas, la que luce más visible es la oveja negra, pero no precisamente porque sea la mala, sino porque es la distinta. Las demás son solo eso: el rebaño; y al referirse a la otra oveja, la llamarán siempre: Oveja negra… y ésto la hace única entre ellos. Si el término (insulto según el tono con que se diga) viene con una carga despectiva de intencionada subestimación, el problema es de quien lo lanza, porque eso da cuenta de su ignorancia y/o de su mísera condición, ya que, el odio “gratuito” hacia quienes son distintos, solo da cuenta del propio y deplorable estado de auto-desprecio... y si solo se pretende establecer la diferencia, en ello hay reconocimiento y envidia de la “buena”.

Charlie, el chico que escribe cartas a un amigo invisible –tú o yo-, queriendo compartir sus anhelos y experiencias, con la esperanza, quizás, de sentirse comprendido, terminará haciendo camino junto a Sam, la joven que se reserva un doloroso pasado y que ahora se tiene en una baja estima; y con ellos estará, Patrick, hermanastro de la chica, un joven de sugestiva mirada y de carácter extrovertido, que vive sin mayores reservas su inclinación homosexual.

Con guión de Stephen Chbosky, quien parte de su propia y controvertida novela, “The Perks of Being a Wallflower“ (1999), y quien se encargaría de convencer a los productores de que también podía dirigir la película, <<LAS VENTAJAS DE SER UN MARGINADO>>, es la suerte de realización lanzada para hacer roncha, y de hecho, la visión que ofrece de la sexualidad y del consumo de drogas entre los adolescentes –bastante liberal y sin objeción alguna- ya le mereció ser uno de los libros más descartados por la asociación de bibliotecas de los Estados Unidos de Norteamérica, habiendo sido también prohibido en diversas escuelas norteamericanas.

Las objeciones tienen cierta razón en ese preciso punto, porque es evidente que el filme –según se ha dicho, muy fiel al libro- ve con beneplácito cada actitud de liberalidad de los muchachos y no plantea límites o consecuencias lesivas de esa permisividad. Lo que ocurre con la réplica de, “The Rocky horror picture show”, filme de culto entre los gays y las concesiones que hace Charlie a “todo” lo que se le presenta en la vida, son puntos de una justa y merecida revisión, pero sin embargo, siento que la película se ofrece para un buen debate familiar o entre colegios, porque es positiva en términos de congregación, de solidaridad e inspiración, pues, aquí convierte a ese pequeño grupo de marginados en seres con propósitos y con grandes impulsos afectivos, que hacen que la vida adquiera para ellos un valioso sentido… y nos queda desear que el resto se reduzca a las comunes travesuras del pasado que quedarán en el recuerdo.

Aunque el filme es tratado como un cuento adulto -dirigido paradójicamente a los jóvenes- pues, con excepción del profesor Anderson, las demás personas mayores son casi fantasmales, al escritor-director no se le ocurrió pensar que, en consecuencia, tocaba asumirlo con perspectiva adulta y se le han escapado rezagos de inmadurez que, lamentablemente, han empañado esta llamativa historia.

Título para Latinoamérica: <<LAS VENTAJAS DE SER INVISIBLE>>

Interesante visión de la clásica historia de inadaptados de institutos con un toque más "arty" e "indie" que lo habitual: jóvenes pizpiretos, de profundas filosofías vitales y una rapidez mental y elocuencia impropias de su corta edad. Aunque claro, luego se denota su inexperiencia en cuanto a las relaciones sentimentales y humanas, y sobretodo en su extraño conocimiento musical: conocen la discografía de The Smiths y no saben qué canción es Heroes de Bowie. Curiosamente este tema es realmente definitorio con la esencia misma de la obra.

Por otro lado, algo que me dejado confuso ha sido el hiperbólico melodramatismo de las vidas de estos jóvenes, que casi parecen vivir una vida de telenovela barata. Entiendo que es necesario ciertos acontecimientos para tener una película interesante, pero en este caso es tan excesivo que el guión parece estar escrito por un sufrido adolescente en los momentos álgidos de su "pavo".

Sin embargo, a pesar de esta trama a medio camino entre lo excesivamente dulce o lo esperpénticamente agridulce, es destacable el trabajo de sus tres protagonistas principales, carismáticos y bien interpretados, sobretodo la Watson, que ofrece un registro ligeramente diferente al habitual. Logan Lerman, si nos brinda su estilo habitual, pero está más que correcto.

Aun así, si eres un marginado, o alguna vez te has sentido marginado, especialmente en tu etapa estudiantil, es fácil que te sientas identificado con la obra.

Chbosky nos presenta los problemas más amargos y profundos de las personas disfrazados de otra cosa. Disfrazados de una melodramática y edulcorada trama de instituto entre tres adolescentes. Los tres actores bordan sus personajes, cada uno en su rol, cada uno en su estilo, cada uno con su personalidad. Emma Watson deja de ser Hermione, Lerman crea un personaje muy simpatizable que en ocasiones da bastante pena (si ese era el objetivo, bravo) y Ezra Miller tres cuartas partes de lo mismo, quitando lo de la pena y añadiéndole humor. Personalmente, la película me deja un sabor amargo a pesar de estar bien azucarada a base de tópicos juveniles. Tiene un trasfondo oscuro del que los personajes intentan salir como el que lo intenta de unas arenas movedizas.
Llegas al final con la frase (más desarrollada) que da título a esta crítica y con la mítica 'Héroes' de Bowie, y entonces piensas que es verdad, que puedes ser un héroe, a pesar de tus circunstancias... Aunque solo sea por una noche.