Haz click aquí para copiar la URL

300

Acción. Bélico. Aventuras. Fantástico Adaptación del cómic de Frank Miller (autor del cómic 'Sin City') sobre la famosa batalla de las Termópilas (480 a.C.). El objetivo de Jerjes, emperador de Persia, era la conquista de Grecia, lo que desencadenó las Guerras Médicas. Dada la gravedad de la situación, el rey Leónidas de Esparta (Gerard Butler) y 300 espartanos se enfrentaron a un ejército persa que era inmensamente superior. (FILMAFFINITY)
<< 1 2 3 4 10 120 >>
Críticas 596
Críticas ordenadas por utilidad
22 de marzo de 2007
91 de 163 usuarios han encontrado esta crítica útil
Así he estado durante toda la película.

Pero que maravilla de fotografía! Que batallas! Que movimientos de cámara!
300 es una batalla continua, es pura acción.
Su fin: entretener y no permitir que la mirada del espectador se aleje de la pantalla en ningún momento.

Como bien se ha dicho, no es una adaptación de un cómic, sino que es el cómic hecho cine.
Fotograma a fotograma es una obra de arte.

Me ha encantado la disciplina y efectividad de la falange espartana. Impresiona verlos en movimiento en pleno combate.


Si os gustan las películas con buenas batallas 300 hará que se os caiga la baba.
Neuromante
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
21 de abril de 2007
36 de 53 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo que está muy bien:
- Historia épica, narrada con fuerza y visualmente impactante.
- Actores que plasman increíblemente bien el valor de sus personajes y el coraje con el que se enfrentan a su aciago destino. Mención aparte para Gerard Butler, que refleja a un muy humano rey Leónidas, valiente y decidido. No se pierdan el grito de guerra espartano, aterrador.
- Los diálogos, cargados de frases para recordar.
- Combates intensos y muy bien rodados. Celebro la coreografía de las luchas, muy impactante y brutal, en todos los sentidos.
- Final apoteósico. Todavía no sé de nadie que la haya visto que no haya sentido escalofríos en el último cuarto de hora.
- Cuando acabas quieres repetirla. Yo ya la he visto dos veces y me estoy planteando la tercera.
-Los Inmortales. Sencillamente espectaculares.

Lo que no está tan bien, según dicen:
- Hay quien dice que el emperador Jerjes rompe la estética de la película. Al parecer su voz y algunos comentarios no parecen muy afortunados. No lo veo así, antes al contrario, lo estimo un personaje coherente con la historia.
- Quizás abusa mucho de efectos recreados por ordenador y del archiconocido "efecto matrix", pero en mi opinión contribuye mucho a darle el tono épico que tiene todo el largometraje.
- Sacrifica rigor histórico en favor de la épica y la leyenda. Por suerte, siempre nos quedará la Rosa de los Vientos.

Conclusión: Me remito al Mono Burgos en el anuncio de Prosickito: "¡Qué peliculón!"
Pliskin
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2 de noviembre de 2007
150 de 282 usuarios han encontrado esta crítica útil
LEÓNIDAS: ¡Eh, tú!

ESPARTANO 1: ¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!

LEÓNIDAS: ¡Bueno, pues tú!

ESPARTANO 2: ¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!

LEÓNIDAS: A ver... ¡tú!

ESPARTANO 3: ¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!

[muchos hoplitas después]

LEÓNIDAS: Y tú, ¿qué me dices?

ESPARTANO 169: ¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!

[así hasta 299]

LEÓNIDAS: Dilios, tú serás el encargado de contar lo sucedido. Serás mi mensajero y, de paso, salvarás la vida.

DILIOS: Gracias, pero ¿por qué yo, mi rey?

LEÓNIDAS: Porque eres el único de mis trescientos mocetones capaz de articular una frase con sujeto y predicado.

DILOS: ¡Uf, luego dicen que la lengua no sirve para nada! ¡Adiós, mi rey!

JERJES (dando un respingo al escuchar la palabra "lengua" en boca de un robustísimo espartano): ¡Leo, Leo! ¿Nos damos un bañito o unas friegas antes de la última refriega?

LEÓNIDAS: ¡AAAAAAAAAAAAAAAHHHHH!

===

Moraleja: Ya en aquel entonces, el más listo se libraba de la quema.

ORÁCULO DE DELFOS (susurrante): Estudiaaaaad, chicoooooos, no seáis ilotaaaaaas.
Servadac
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
18 de enero de 2008
81 de 144 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy día parece que unos buenos efectos digitales y un objetivo veloz e infatigable bastan para contentar al gran público. El guión, los diálogos, la verisimilitud de lo que se narra, las actuaciones y la planificación del film parecen no preocupar a nadie. Han pasado a segundo plano. No importa lo que se cuenta, sino cómo se cuenta. 300 es un buen ejemplo.
Basado en un cómic de Frank Miller (siguiendo la estela de la multimillonaria Sin City, de la que esperamos secuela), 300 nos recrea a la "gringa" las famosas Guerras Médicas. Y, ¿cómo se imaginan los norteamericanos la historia? No hace falta casi ni contestar: exportando su imaginario al pasado. Los espartanos pasan a convertirse en marines, todos ellos muy machos, blancos, fuertes y guapos, cargados de frases lapidarias con las que sentencian cualquier situación, especialmente aquellas en la que el diálogo y el raciocinio debiera imponerse. Los persas, pues claro, son malos malísimos, oscuros de piel, degenerados, crueles y afeminados (sin este dualismo maniqueo parece que los yanquis se pierden). Vamos, estereotipos y tópicos donde los haya. Exaltando la violencia feroz (y, en gran medida, ficticia) de la que los espartanos son históricamente repesentantes, 300 esboza un discurso altamente reaccionario y conservador, pro intervencionista y apologético de la agresión valiéndose para ello, eso sí, de una exquisita estética y un trabajo de cámara y técnico más que brillante. No en vano, Zack Snyder ya nos demostró su valía como realizador y constructor de imágenes en Dawn of the Dead. Pero, seamos serios, esto no basta o, al menos, no debería bastar. Una película debe ir más allá de su estética y sus efectos, de una cámara frenética o de sus movimientos a cámara lenta para atraparnos con la coherencia en su propuesta, con la solidez de sus personajes y la de la historia que estos, con sus actos y diálogos, conforman. 300 naufraga en todos estos aspectos cinematográficos e intenta paliarlo con una técnica visual brillante pero, al tiempo, sobradamente manida. Más que como un film de ficción podemos entender 300 como un producto propagandístico norteamericano destinado a un mundo que cada vez es más hostil al intevencionismo estadounidense y su forma violenta de entender las relaciones políticas e internacionales.
En definitiva, que si nos tragamos esto como un ejercicio de (buen) cine es que nos hemos vuelto idiotas. Aunque, nos guste o no, parece que la idiocia vende.
Gunnar Hansen
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4 de septiembre de 2008
65 de 114 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los partidos de fútbol, en ocasiones, pueden ser un coñazo. Así que mucha gente se encomienda a los programas televisivos donde los resumenes de la jornada y de las distintas ligas cobran máximo interés para todo futbolero de pro que se precie. En ellos, la repetición de la jugada es algo ya típico, y sirve para recrearse con la misma. Hacía adelante, hacía detrás, a cámara lenta... cualquier modo de volverla a ver, resulta insuficiente, siempre que se trate de un jugadón.
Pues bien, Snyder nos presenta "300" como si de una moviola se tratase, así que todo va a cámara lenta: Las batallas, los hachazos, la gente cayendo por los barrancos... ¡hasta la sangre! No existe la gravedad, ni las ganas de ofrecer un espectáculo épico, sino más bien unvideojuego. Pena que en la peli de Snyder no haya ningún jugadón, y al final tanta cámara lenta termine resultando absurda.

El guión, como no, es como el de un videojuego: Empiezan cargándose simples esclavos, siguen con los inmortales esos, luego aparece un enemigo final de Mortal Kombat maqueado para la ocasión, unos rinocerontes y elefantes que no se sabe de donde demonios salen, un tipo con pinzas de cangrejo al que no sabes si se cargan o no, y los inmortales esos again, pero esta vez lanzando petardetes.
También alguien más lanza petardetes: El guionista que se curró esos diálogos, ya que al final no sabes si estás tragándote otra película donde Bruce Willis suelta frases con chispa mientras se carga malos de tres en tres, o una donde los espartanos se enfrentaron a los persas. Y es que oir frases del palo "Nuestros hombres han intercambiado cultura esta mañana" (tras zurcirse a hostias) o "No me podría arrodillar ante tí, es que tengo un calambre" (o algo así) es, directamente, como para cuestionarse qué está viendo uno.

Por lo demás, tampoco cabría olvidar momentos como el propiciado por Jerjes ante Leonidas y la posterior frase de éste al volver con sus soldados ("Esta noche habrá juerga, chicos", bastante demencial), o los del espartano deforme, que son ridículos y grotescos.
No veo ninguna gran interpretación en la de Butler, que en el mejor de los casos parece que se ha comido un estofado en mal estado, pero el encanto de Headey (a la que ya tuve el inmenso placer de ver en "Sarah Connor Chronicles") lo soluciona todo, y con creces.
Del final y de los trucos sensibleros (ese maizal a lo "Gladiator", que parece se ha transformado en un recurso de lo más resultón ya), mejor no hablar, porque entonces la cosa daría para unas cuantas líneas más, y es que ¿a quien se le ocurre meter baza sentimentaloide en un film de hostias y testosterona? Manda huevos.
Grandine
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 10 120 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow