Sinister

Sinister es un thriller de terror que mezcla subgéneros como el de las casas encantadas, el de los niños inquietantes y el del metraje encontrado. Con un argumento que se mueve entre El misterio de Salem's Lot y Terror en Amityville, la historia es lo bastante interesante como para llegar a un amplio sector de público.

Scott Derrickson dirige y lo hace mostrando su mejor versión. El director nacido en Denver vuelve a mostrar esa faceta tan turbadora que le llevó a debutar con Hellraiser V: Inferno (2000) dejando buenas pinceladas y que confirmó su potencial real en El exorcismo de Emily Rose (2005). En Sinister, Derrickson mide bien los pasos que debe dar antes de cada descubrimiento y, aunque se toma licencias de autor para dejar su sello en algunos giros, consigue un resultado más que satisfactorio en casi todos los sentidos. El de Colorado hace un uso inteligente de los planos medios (sobre todo) para cascar buenos sustos que llegan con el don de la oportunidad, haciendo bueno el trabajo previo en el que la tensión parecía no ser correspondida en el momento en el que los espectadores esperábamos. El manejo de la historia y del guion (que él mismo escribe junto a C. Robert Cargill) no aporta grandes novedades, pero sí consigue evitar gran parte de los clichés para, utilizando otros, lograr que pasen desapercibidos debido a las dudas que plantea en la vertiente "thrilleriana" de la película.

Ethan Hawke está a un nivel bárbaro, demostrando una vez más que la angustia es el estado de ánimo que mejor se le da interpretar. Su trabajo como "scream king", alternado con su despliegue dramático, hace de su interpretación algo interesantísimo. Juliet Rylance está, quizás, un poco más floja desentendiendo un poco las exigencias de su personaje y malinterpretando algunas de las presumibles intenciones de Derrickson para con su personaje. Los pequeños Michael Hall D'Addario y Clare Foley se convierten en una fantástica elección, destacando cada uno en un par de escenas puntuales en las que cumplen con creces las exigencias de las situaciones en las que se ven inmersos. James Ransone y Fred Dalton Thompson cierran el reparto principal con sendos trabajos muy notables.

Resumiendo: Sinister es una película de terror bastante notable que demuestra que, incluso cuando parece estar todo inventado, siempre se puede hacer algo distinto pese a usar el mismo material. Si con DO-RE-MI-FA-SOL-LA-SI y sus respectivos sostenidos y bemoles podemos ir desde Miley Cyrus hasta Dire Straits, con un ente aterrador, un par de niños y una casa grande, podemos llegar al fin del mundo.

Soy amante del género de terror y, como tal, aunque me divierte revisitar una y mil veces los lugares comunes de este tipo de películas, me cuesta encontrar alguna que de verdad me de algo de miedo.

Pues bien; Sinister lo ha conseguido. Y lo hace porque las terroríficas imágenes en Super-8 se quedan grabadas en tu mente tras los títulos de crédito y vuelven a tu cabeza al dejar a oscuras la casa para irte a dormir como en su día ocurrió con la imagen final de La Bruja de Blair, los movimientos de Sadako con los frames trucados en The Ring o el sonido de una llamada telefónica al romper el silencio en la desconocida película coreana "Phone".

Papelón para un Ethan Hawke metido en formol que parece no envejecer pese a los 45 años que le alumbran y que, junto a la cámara de super8 es el protagonista absoluto.

Y, sí, claro que le sobran trucos propios del género como atronadoras subidas de volumen para lograr el climax o algún sustito previsible; pero es de lo mejorcito en cine de terror occidental que he visto en los últimos años.

Un periodista viaja con su familia a lo largo y ancho del país para investigar terribles asesinatos que luego convierte en libros. Cuando llega a una casa donde ha tenido lugar el asesinato de una familia, encuentra una cinta que desvela horribles pistas que van más allá del esclarecimiento de la tragedia.

Dirigida por Scott Derrickson, director especializado en el terror (con grandes figuras en el reparto) que acaba de pasarse a Marvel con Dr. Strange. Supongo que en Marvel habrán visto que su trabajo de cámara es aprovechable para la nueva entrega de las fases de Marvel.

No estamos ante la mejor película de terror, ni la peor, es simplemente efectiva. Su secreto se basa en que no intenta dar sustos (sobresaltos), intenta asustar lo consiga o no con cada persona. La película juega mucho con lo que hay fuera de plano, ¿Quién está tras la cámara? ¿Eso estaba ahí antes? ¿Y los niños? Todas estas preguntas sin respuesta hasta que todo se descubre al final de la película.
Como siempre los personajes dan igual, pero los actores no y Derrickson se caracteriza por usar figuras conocidas en sus películas. En esta ocasión tenemos a Ethan Hawke, que pesar de no tener un personaje demasiado interesante, su interpretación es magnifica.
El final como es costumbre en el cine comercial queda abierto para más que probables secuelas.

En esta película se invirtieron sólo 3 M$, seguramente eso es lo que tenía el productor en la cartera en el momento de decidir hacer una película. Al cierre de la taquilla se llevaron 77 M$. El terror hace años que no funciona demasiado bien en taquilla, pero al costar tan poco siempre salen muy rentables.

La película es decente, juega con el conocimiento parcial del espectador y el desconocimiento total de los protagonistas. Hay mucha información fuera de plano muy interesante y al no intentar simplemente dar sobresaltos provoca que el espectador se interese por la historia sin ese rechazo a acercarse a la pantalla y fijarse en los detalles. Las cosas como son, se centran en contar la historia pero tampoco es que tenga nada especial ni innovador, pero no está tan mal para ser una película de terror tan barata, mi nota es un 6.

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Otro ejemplo por lo que la gente de Blumhouse suele apostar: Un largometraje de no muy alta calidad, con un no muy boyante presupuesto que, con buena publicidad y con una cara conocida y de moda, (nada más y nada menos que haciendo el papel del protagonista), consigue una crítica positiva y unos resultados en taquilla del todo deseables.

Haciendo gala del proverbio "No hay nada nuevo bajo el sol", diré que la película cumple su función y llega a entretener e, incluso, aterrorizar.

Hawke hace un papel más, el resto también, nada destacables, pero tampoco reprochables.

La dirección más de lo mismo, aspectos técnicos: fotografía, ambientación, banda sonora... de la misma forma.

Algo habitual en estas películas es emplear aspectos sobrenaturales para incidir en el terror. Esta obra no será una excepción de ello, y creo, firmemente, que no lo hicieron de forma muy elegante, haciéndose así que se rebaje la calidad. (Spoiler).

Poco más que decir.

Gracias por leer.

Asusta poco, muy poco. Lo único que sobresalta son los subidones de volumen en los momentos "álgidos". A los fantasmas de los niños les falta, no se...... ese punto sobrenatural. Se nota demasiado que son niños maquillados estilo Halloween. Se echa de menos algún efecto más logrado, como que fuesen transparentes o algún tembleque de esos tan recurrentes.