Objetivo: La Casa Blanca

Viendo y leyendo las críticas de otras muchas personas, veo que cada uno tenemos un punto de vista muy diferente sobre lo que es el cine y cuál es el objetivo que tenemos los que amamos ver películas.

+ El cine tiene en sí más de 100 años de historia, y podríamos decir que se estrenan unas 100 o más películas al año (sin contar todas aquellas que se estrenan en plataforma digitales), lo que me lleva a pensar que puede haber decenas de miles de películas estrenadas. Entones, ¿es normal que se parezcan entre sí? Obvio que es normal, más que nada porque los directores suelen tener un patrón de cine que les hace crear películas muy parecidas entre sí. Lo mismo pasa con el papel de los actores, hay actores que no salen de su papel debido a lo bien que lo llevan a cabo.
Por lo tanto, que esta película se parezca mucho a otras tantas del mismo género, es totalmente normal. Esta película, como bien he leído en otras muchas críticas, es para pasar el rato, tomarte unas palomitas y una coca cola bien fría... Entonces... ¿Podemos pedir más? Yo creo que no, y más siendo una película muy patriótica americana, que se excede en patriotismo. Un poco más y son ellos mismos los que dicen haber descubierto Europa.

En resumen: Como película está entretenida, a mí sinceramente me ha gustado, pero tampoco podemos pedir mucho a algo que está mil veces creado. Simplemente viendo el trailer ya sabes de qué va y hasta incluso puede saber lo que vas a pasar al final... No hay más que sacar de la película.

Su director, (Antoine Fuqua), no se ha limitado con la barbarie, saña y sangre para modelar un ataque de una guerrilla norcoreana, al que quizás sea, el lugar más protegido de la Tierra. Lo que desconcierta no es esa licencia, es el hecho de que EEUU no se haya pronunciado en esta reproducción, más aún si se añade la situación actual que se está viviendo con Corea del Norte.
El guion está muy elaborado y documentado. Fuqua está muy curtido en el género de acción, y cuando tuvo en sus manos el guion de este film comenzó una gran labor de documentación, estudiando los planes de seguridad de la guardia del Capitolio, y se sorprendió de que, con un grupo militar lo suficientemente amplio y preparado, era algo muy posible. De modo que se lanzó al reto.
Un gran reparto el que respalda esta historia, y que será una de las claves del éxito de la película. Gerald Butler, que interpreta al antiguo jefe del Servicio Secreto del Presidente, por un desgraciado accidente. Morgan Freeman, que con su simple e imponente presencia se come a Aaron Eackhart, quien encarna al Presidente de los EEUU y que queda relegado a un plano secundario en favor del de Freeman. Completando el reparto están Dylan McDermott, Rick Yune o a Melissa Leo entre otros.
En la recreación del escenario hay que destacar el trabajo de producción de Butler. Para hacerlo más grande construyó una réplica de la Casa Blanca. Las escenas de los ataques a la casa blanca, son muy buenas tanto en sonido, como efectos especiales, y fotografía.
La maquinaria propagandística norteamericana a través de Hollywood sigue bien engrasada, y desbordando patriotismo por los cuatro costados. Los amantes del género pueden sumar a su lista una muy buena película.

Estamos ante un filme la mar de curioso. De esas películas que en la tierra de la libertad-si, si, os imagináis a que país me refiero-desatan pasiones, pero que más allá de sus fronteras están denominadas como: americanadas. Podría estar horas describiendo y debatiendo cada uno de los minutos de la cinta, pero siempre llegaría al mismo punto, a la misma conclusión…americanada pura-y dura-.

Antoine Fuqua, el director, ¿lo recuerdan? afamado por rodar filmes de acción, su punto fuerte. Su película más galardonada y seguramente la mejor-aunque depende de gustos, claro-es `Día de Entrenamiento´ (2001) (Antoine Fuqua). ¿Las demás? Bueno, han pasado desapercibidas a lo largo del tiempo, y no es para menos: `El Rey Arturo´ (2004) (Antoine Fuqua) o `Lágrimas de Sol´ (2003) (Antoine Fuqua), entre otras.

De nuevo, Fuqua, nos mete de lleno en una flamante entrega de acción. La verdad, que este señor sabe rodar el género, tiene experiencia y firma de forma notable, aunque, claro; si la historia y el guión no son buenos, no hay nada que hacer. Y en este caso, la historia engancha, bueno, mejor dicho: “engancha”. El argumento se basa en un atentado terrorista a La Casa Blanca, el edificio más vigilado y protegido del mundo, por coreanos. Un ex-agente secreto, Mike Banning (Gerard Butler), el cual dejó su antiguo puesto por un trágico accidente, será el encargado de salvar al Presidente, a su país y al mundo-muy americano eso último, si, si-.

El opening es a modo de presentación de los personajes-algo inteligente por parte del director y guionistas-y también nos enseña el trágico accidente-sería un gran spoiler hablar de ello-, que dejará huella en la vida de Mike y provocará que dejé su puesto como Agente Secreto del Gobierno. Hasta el momento todo correcto, es entonces cuando, meses después, el presidente de los Estados Unidos (interpretado por Aaron Eckhart) se reúne con el Gobierno Surcoreano. En ese momento, un avión no identificado entra en zona aérea restringida y su objetivo no parece nada bueno…¡comienza la acción! Unos diez minutos-quizás más-de pura acción: tiene lugar el atentado. Tiros, explosiones, adrenalina, muertes…Y es que solo pensar en un ataque a La Casa Blanca pone los pelos de punta. Los efectos visuales son buenos, acertados, pero tampoco son una maravilla, podrían ser mejorables; al contrario que los efectos sonoros, impresionantes.

A raíz del atentado comienza lo verdaderamente bueno e interesante: se descubren las traiciones y objetivos de los terroristas, y Mike empieza su labor de salvar el mundo. Como todo, en este punto, también tiene cabida el inicio de la americanada. La vida del Presidente y la de su hijo es lo más importante, por supuesto, faltaría menos, da igual si hay quinientos mil muertos, eso no importa, de hecho los estadounidenses ya inventaron un nuevo concepto para definir estos casos: daños colaterales.

El ritmo del filme es rápido, como en la mayoría de las películas de acción; la tensión se mantiene constante, no hay ningún momento de sorpresa, quizás al principio o al final, aunque este último es muy predecible. El guión es plano, simple y sin ningún tipo de complejidad narrativa, al igual que los personajes, superficiales y tópicos. La película tampoco exige más. Las actuaciones se tornan correctas: Gerard Butler como tipo duro, Aaron Eckart como Presidente patriótico y honrado-Presidente top-y Morgan Freeman como mando de la operación-quizás los que más despuntan-, pero nada destacable, aprobados todos.

El desarrollo es muy predecible, al igual que el final, que huele desde antes de la mitad de la película: Mike tiene la misión de salvar al Presidente, al país y al mundo el solo, ¿la cumplirá? ¿lo logrará? Cuando termina, si eres americano, pensarás: “Si, que gran patria, que gran país: que Dios bendiga a América, ¡de nuevo volvemos a salvar el planeta! ¿Qué harían sin nosotros?” o al menos eso entiendo yo, sino…¿qué sentido tienen estas películas? En fin: americanada.

Lo dicho, como filme de acción está bien, es entretenida, no es para nada aburrida y pasas dos buenas horas. Han elegido un buen momento para estrenarla: cuando los norcoreanos amenazan a Estados Unidos, van y sacan una película donde hacen un atentado a La Casa Blanca; a lo mejor estaba todo pensado y solo era una estrategia de marketing para vender la entrega, ¿no? Como nos tiene de engañados Kim Yong Un, si en el fondo se le ve buen chico…

¿Recomendable para ir al cine? Hombre, los efectos especiales y sonoros merecen la pena; ahora, si no eres americano no recomiendo que te gastes ocho euros en ir a verla, mejor en casa si algún día te entra la curiosidad. Y si quieres gastártelos, ¡adelante!

Crítica escrita por mi en INTRACINE.ES

El director de Día de entrenamiento, y algunas películas más olvidables, Antoine Fuqua regresa con Ataque a la casablanca, una película de acción sobre un ataque de terroristas a la Casa Blanca, protagonizada por Gerard Butler, Aaron Eckhart y Morgan Freeman.

En esta película, Gerard Butler interpreta a un agente secreto del presidente (éste interpretado por Aaron Eckhart) que ahora trabaja detrás de un escritorio, tras un percance en el cual no pudo salvar a la Primera Dama (Ashley Judd). Es interesante esta especie de prólogo a lo que va a ser la trama principal de la película, porque sirve de manera efectiva para presentar a los personajes, además de que probablemente haya más tensión en esa secuencia que durante todo el resto de la película, durante la toma de la Casa Blanca. Después, Morgan Freeman es el vocero, que tras tomar de rehenes los terroristas al Presidente y a las personas que le siguen en cargo, se ve tomando las decisiones más importantes, es decir, se ve siendo el Presidente de los Estados Unidos por un día.

Sin dejar de ser una película más a favor del gobierno americano y en contra de los terroristas, le falta quizás un poco más de profundidad a cómo está tratada esta división. Incluso una película como Independence Day, de Roland Emmerich, que no es santo de mi devoción, es más interesante de ver, cómo el gobierno es atacado. Aquí el bueno es bueno y el malo es muy malo, hay pocos matices. Y como si fuera poco, el guión es tan obvio que desde que empieza uno sabe cómo se van a ir dando las cosas. Explosiones, tiroteos, sangre derramada, elementos simbólicos siendo destruidos, promesas de lealtad a la bandera aún en los peores momentos. Algunas partes casi rozan el ridículo, debo decir. Pero aunque la película dure dos horas, mucho quizás para una película de acción, no se torna lenta porque el ritmo es siempre acelerado, pero sí quizás se percibe repetitivo. Y es que poco aporta al género, más que unas buenas escenas de acción, y algunas muertes, incluso alguna un poco más sorpresiva. Gerard Butler no falla como el héroe de acción pero la película es cero original, cero novedosa y totalmente predecible. Incluso los símbolos se tornan demasiado obvios, como los múltiples planos a la bandera de los Estados Unidos.

God Bless America. Si de algo se encarga Ataque a la casablanca, es de mostrarnos cómo son ellos el ejemplo a seguir. Gente que trabaja día a día para hacer un mundo mejor. Ultranacionalista, se puede pasar un buen momento si se está simplemente dispuesto a divertirse con las escenas de acción, y a no tomarla demasiado en serio.

Un grupo terrorista asaltan la Casablanca, así de simple es la historia muy predecible dirigida por Antonie Fuqua, si busco un símil es ver al protagonista Gerard Butler como en la película Redada Asesina (2011), que no es comparable pero sí parece la típica americana con más glamour y presupuesto, una violencia absoluta muy estereotipada, que no decrece que está bien ejecutada y con su discurso final trillante del presidente en funciones Morgan Freeman, una película sino piensas en sus diálogos es pasable y rápida de prescindir.