Agosto

Impresionantes las actuaciones de Meryl Streep y Julia Roberts, ambas geniales interpretando el desencuentro entre madre e hija. Una película que muestra los problemas que atraviesa una familia disfuncional y sus descarnados conflictos sin caer en ningún momento en sensiblerías ni dar soluciones felices o fáciles. Un almuerzo familiar de todos contra todos donde los trapos sucios, los rencores, los secretos, los deseos más reprimidos y las frustraciones arrastradas hacen mella en la convivencia y en los lazos afectivos hasta que estos vuelan por los aires. Peliculón.

En <em>Agosto</em> todo es aparatoso. Cuesta creer que en una familia de muy pocos miembros se dé tamaña desproporción de historias, despropósitos y temperamentos encontrados, pero es cine o, mejor dicho, teatro, puro teatro. Admitida así, como puro teatro -controversia de caracteres extremos-, la película se convierte en un concierto clásico compuesto para el lucimiento del solista, en este caso M. Streep. Su actuación es soberbia, logrando resolver con sobresaliente la desmesura y complejidad del papel que encarna, una anciana muy enferma que se debate entre las drogas, la avaricia, el resentimiento, la crueldad, la locura y todo ello adornado con una aguda inteligencia que de poco le sirve para rescatar de la desesperación sus sentimientos y salvar el breve resto de vida que le queda. Su principal antagonista, J. Roberts, no se queda atrás en la réplica ni en la interpretación -que está a una gran altura-, pero no consigue hacerle sombra en ningún momento a la "dueña" del film. El resto del reparto, muy correcto, destacando a Chris Cooper, B. Cumberbatch y el discretísimo papel de Misty Upham que, en su pequeñez y con apenas dos frases en toda la cinta, pone un contrapunto de cordura y sensatez a tanto desatino.

La trama engancha desde el inicio, las sorpresas y los giros mantienen la atención en un <em>crescendo</em> continuo que logra hacer verosímil asuntos estrambóticos y como metidos con calzador. Pero en definitiva, una obra bien escrita y desarrollada, entretenida, muy interesante y muy bien interpretada que merece la pena ver.

Lo siento, pero no puedo destacar nada más de esta adaptación del teatro al cine. El reparto es insuperable, las interpretaciones perfectas, sublimes. Pero, al menos a mí, una simple espectadora, no me basta.
Yo tengo un lema, imagino que compartido por muchos, cuando veo una película: si miro el reloj varias veces es mala señal; eso significa que estoy rogando que termine la historia. No sé cuántas veces miré la hora con Agosto. Es cierto que interpretaciones tan magistrales hipnotizan. El problema es que la concentración se pierde cuando no te queda muy claro hacia dónde va la historia o, peor aun, cuando no te enteras de qué te están queriendo contar. A esto hay que añadirle la carga dramática de la situación. Todo lo malo del mundo le ocurre a esta familia. ¿Alguien puede imaginar un dramón mayor?
Me gusta ver cine para disfrutarlo, no para padecerlo. Con Agosto lo padecí todo.

Para quien tenga interés en ver esta película debe de tener muy claro de lo que va a ver porque estamos ante un drama con algún momento aislado cómico pero ante un dramón de libro, con un plantel de actores como pocas veces se ha visto en el que destacan Julia Roberts y Meryl Streep (para mí la mejor de toda la película) que mantienen un duelo interpretativo durante todo el metraje y que evidentemente ambas son las protagonistas de la película.

Es una adaptación de una obra de teatro y eso se nota sobre todo en las largas conversaciones que mantiene las protagonistas y demás miembros de la familia que nos dejan algunas escenas muy destacables (comida todos juntos en la mesa) y otras que no llegan a ninguna parte (botas) creando un conjunto que no llega a despegar del todo, después de lo que cabría esperar de este conjunto de actores, por lo menos para mí.

Por lo que en conjunto tenemos a una película triste que refleja un momento trágico dentro de una familia y las consecuencias de los actos y secretos del pasado y que puede gustar más o menos dependiendo de las expectativas que se tengan puestas en la película, en mi caso me deja una sensación agridulce de que se podría haber sacado algo más de toda esta historia y actores.

"Agosto" era una de las cintas más esperadas y prometedoras del 2013. Harvey Weinstein, considerado el gurú de los Oscar, se había propuesto urdir una obra cinematográfica excelente que no pudiera ser obviada de ninguna manera por los premios de la Academia: adaptando una obra teatral que ha recibido todos los premios posibles, y consiguiendo un reparto colmado de actores reconocidos y laureados... un reparto encabezado por una soberbia Meryl Streep que, como siempre, no decepciona.

Sin embargo "Agosto" finalmente no ha calado al otro lado del Atlántico ni entre público ni entre crítica, y ha sido de lo más ignorada en las nominaciones a los Oscar (a excepción de dos nominaciones para Meryl Streep y Julia Roberts que lo tienen difícil o imposible a la hora de hacerse con el galardón).

Y es que "Agosto" nota tremendamente su diferencia entre obra teatral y película de cine. Hay adaptaciones teatrales a la gran pantalla espléndidas, pero hay obras de teatro que se amparan tanto en el minimalismo que, si se adaptan a la gran pantalla tal cual pueden quedar parcas.

Y este es el caso de "Agosto". Esta irónica comedia sobre un desastre de familia no dudo que funcione maravillosamente en teatro (pues tiene sus puntos fuertes en los punzantes diálogos y en el buen hacer de sus actores) pero como largometraje resulta demasiado acotado, parvo, exiguo e insuficiente.

En "Agosto" nos topamos con un reencuentro familiar cargado de rencillas, una reunión en una acalorada casucha de Oklahoma que será foco de discusiones y secretos desvelados... pero en la que los invitados (no muy trabajados y construídos, por cierto) vienen y se van con la misma indiferencia y sin dar un vuelco real e imponente a la trama. Digamos que "Agosto" nos enseña como revuelve un poco la basura familiar, pero sin limpiarla.

En su adaptación al cine, "Agosto" se mantiene demasiado fiel a la constricción de su temática. Y en todo momento se percibe que el guión pudo adaptar la obra original mucho mejor. Al ser cine, John Wells contaba con más libertad por ejemplo a la hora de aportar y añadir antecedentes sobre Violet (u otro personaje), o a la hora de desarrollar el culebrón familiar con más elaboración, o a la hora de regalar una conclusión más acabada y satisfactoria con el espectador de cine.

Es ese lastre en su adaptación lo que hace de "Agosto" una cinta de conversaciones con poca historia y de situaciones anecdóticas.

Aun así John Wells consigue un metraje al menos decente, que deja alguna que otra risa... pero poco más. Y es que la trama, sin ser algo que se impregne o se quede como memorable, tampoco es algo terrible. Entretiene mínimamente, siendo el culmen del metraje esa divertida cena/discusión que regala irónicas risas y sonrisas.

Y la cinta cuenta además con una cinematografía decente, un ritmo correcto (pero mejorable en las escenas de exteriores que se alongan un poco) y unas interpretaciones de lo más adecuadas. Pero quien verdaderamente rescata al film de la mediocridad es (como suele ser habitual) Meryl Streep y su vejatorio y cínico personaje. Es cierto que la actriz ha tenido personajes y interpretaciones mejores, pero aun así cuenta con el mejor personaje del film y lo aprovecha aportando una excentricidad que le viene muy bien a la película para aportar brío, garra y energía (lo único perdurable de la cinta son sus gestos sarcásticos y su actitud destructiva y descarada). Cuando Violet no está en pantalla se echa de menos.

Lo mejor: Meryl Streep, Margo Martindale y Julia Roberts. Las interpretaciones en general.
Lo peor: Su guión adaptado es bastante mejorable y lastra al metraje.