El inocente

Un abogado guaperas de alto standing que consigue todo lo que se propone y dinero no le falta. Además de todo esto comparte una hija con su ex pareja, a la que puede ver todos los días por motivos de trabajo y cuya relación es buena, tanto es así que incluso algunas noches acaban "trabajando" juntos en la cama. La historia promete, pero conforme va avanzando va perdiendo intensidad, aunque indudablemente cumple con los requisitos y la interpretación del protagonista es buena. Se puede ver.

Película basada en la novela “El Inocente” de Michael Connelly, del cual se llevó a la gran pantalla otra gran película “Deuda de sangre” dirigida y protagonizada por el incansable Clint Eastwood.
No he tenido la oportunidad de leer el libro, por lo cual, sólo puedo valorar la película en su justa medida.
Empezando por los actores, cuidadosamente elegidos, Matthew McConaughey encabeza el reparto de forma espectacular. He de reseñar que hacia tiempo que no veía una buena película protagonizada por el bueno de Matt, creo que debería remontarme a “Escalofrío” o incluso más atrás en el tiempo en “Tiempo de matar”.
Aquí interpreta a Mickey Haller, un buen abogado criminalista que a pesar de esto, se dedica a casos de poca monta como traficantes, motoristas camorristas y demás especimenes.
Casi en bandeja, un día se le presenta defender el caso de Louis Roulete un niñato de papá, clásico playboy de discoteca que liga con las tías que le da la gana.
Un caso sencillo, mujer víctima de un ataque con agresión y en la que parece han implicado al tal Louis como autor del mismo.
Según avanza la trama Mickey va descubriendo que no todo es tan fácil como parecía en un principio y que el caso se complica y se enturbia de forma que se ve envuelto en un infernal círculo del que le costará salir.
Gran adaptación de la novela mencionada y que va ganando en suspense según avanza el metraje. Muy recomendable.

La verdad es que la primera hora se me pasó muy pesada y estuve a punto de quitar la película, pero eso es algo que no he hecho nunca y no iba a ser especial esta vez. Al final no resultó ser tan mala, pero igualmente la considero vacía y floja. Para ser un drama de abogados no es muy interesante. En CSI lo hacen mucho mejor, la verdad.

Las mejores actuaciones de la película para mí son las de William H. Macy, Frances Fisher y Matthew McConaughey (al que consideraba un actor pésimo, por cierto). Matthew en mi cabeza estaba considerado un actor guapete de comedias románticas, pero visto lo visto no es tan malo. Los otros dos que he nombrado ya de por sí son actores bastante buenos y te bordan cualquier papel, o sea que no es nada nuevo. El resto pues ni fu ni fa, caras bonitas de relleno.

El guión no da muchas vueltas para llegar a la verdad, aunque dos horas de película me parece algo exagerado. Creo que deberían haber acortado quitando alguna escena y, sobre todo, dándole un poco de emoción, porque la película peca de aburrida casi en cada escena.

No recomiendo esta película a nadie, porque si se quiere una historia de abogados, juicios, culpables, testigos, etc., mejor ver un par de capítulos de estas series tan famosas que existen en grandes cantidades y que no son nada malas.

Estamos ante una película en la que el conjunto funciona gracias al buen hacer de sus partes, empezando por un destacable elenco liderado por Matthew McConaughey que interpreta a Mickey Haller, un abogado rápido, canchero, siempre ganador, que se ocupa de casos difíciles y no tiene muy buena reputación entre sus colegas, quizá porque no le asusta tener a criminales y asesinos como clientes. Su marca de identidad es el cochazo con el que se mueve de un juzgado al otro de Los Ángeles, un viejo Lincoln Continental de los años ’70, en cuyo generoso asiento posterior trabaja como si fuera el escritorio de su bufete. A su disposición tiene un chofer negro y una secretaria rubia que conocen todos sus trucos y necesidades.
En un día como tantos a Haller le llega la propuesta de hacerse cargo del caso de Louis Roulet (Ryan Phillippe), un rico heredero detenido por el intento de asesinato de una prostituta. “Pan comido, plata fácil”, piensa Haller. Pero las cosas no siempre son como parecen...

Por eliminación, decidí entrar a verla, (cada día hay menos oferta), llevándome una grata sorpresa. Parece que el ver retratada la doble moralidad y las miserias del sistema judicial yanqui, nos reconforta, pero bien es cierto, que mantiene un ritmo constante, sin muchas lagunas ni altibajos.
Me daba mucha pereza empezar un film que teniendo como protagonista principal a Matthew McConaughey que viene de ser el guaperas de las películas románticas y de muy flojo fuste.
Aquí McConaughey empieza a hacerse mayor y dar la mejor versión de actor que es, convenciendo con un papel serio, bien planteado, arropado con unos secundarios que cumplen con mucha solvencia y destacando a una Marisa Tomei que le da la réplica brillante. Tiene la profundidad y seguridad que da el conocer el sistema judicial y sus puntos débiles y de cómo poder ponerlo a tu servicio.
Muy interesante, la recomiendo con vehemencia.