Haz click aquí para copiar la URL

Philomena

Drama Basada en hechos reales. Philomena Lee, una adolescente irlandesa que vivía en un internado de monjas, se quedó embarazada y se vio obligada a dar a su hijo en adopción. Cincuenta años después, decide contárselo a su hija y se pone en contacto con un periodista de la BBC para que le ayude a contar su historia y a encontrar a su hijo. (FILMAFFINITY)
<< 1 10 14 15 16 22 >>
Críticas 108
Críticas ordenadas por utilidad
27 de febrero de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Los buenos artesanos son capaces de crear productos de calidad hasta del material más limitado y anodino. Eso es precisamente lo que han conseguido la gran habilidad narrativa de Steve Coogan y Jeff Pope y la siempre destacada dirección, visual e interpretativa, del incombustible Stephen Frears. El tercer gran pilar de esta perla "100% made in UK" (sobre una historia a caballo entre la Irlanda profunda y Washington D.C.) es la siempre brillante Judi Dench, cuya anterior experiencia con el cineasta, Mrs. Henderson Presenta, también le valió una nominación al Oscar.

A partir de un material cuya sinopsis enseguida evoca a los repetitivos telefilms de sobremesa, "de esos que acaban con letras", sí, total y literalmente, los artesanos Frears, Coogan y Pope contruyen un relato revelador que va de menos a más y realiza un hábil uso de la analepsis, superpuesta estratégicamente según las necesidades del desarrollo y el ritmo de la historia. Aunque lo más importante, lo que marca la diferencia con esos mencionados subproductos audiovisuales, se encuentra en esa mayor dimensión del relato, en el plano semántico, por la cual la premisa inicial, hilo conductor de la narración, se vuelve a su vez un cauce para esa otra dialéctica, complementaria, enriquecedora y hasta nuclear, por la cual un periodista en horas bajas, que alcanza la crisis de la mediana edad en el paro, se mimetiza progresivamente con la historia que quiere contar y con su protagonista, que inicialmente eran poco más que el instrumento para sacarlos del atolladero.

A medida que la resolución de dicha premisa alcanza su desenlace, el periodista, intermediario y mensajero, de camino a convertirse en el Nick Broomfield particular de la mujer que da título a le película, llega a interiorizar el desasosegante fondo de la historia y a sentirlo como propio, haciendo suyas la frustración y la rabia que él mismo esperaba en la verdadera protagonista de la misma, en un camino intermedio hacia el periodismo gonzo. Porque, ¿hasta qué punto nos podemos abstraer, dejar de implicarnos moral y emocionalmente, cuando el relato que pretendemos contar, la investigación que queremos construir, responde a un conflicto tan triste como odioso?

Y esta misma cuestión se eleva a un nivel superior cuando toca preguntarse por la pertinencia de un ataque frontal y explícito al integrismo religioso, causante de dicho conflicto, a lo que yo, como buen gallego, respondo con otra pregunta: en estos tiempos de reapariciones permanentes del fantasma de Torquemada, especialmente severas últimamente en la realidad española, ¿de verdad debemos cortarnos, dar la más mínima concesión, a la hora de denunciar (con la seriedad argumentativa y expositiva que toda acusación sólida requiere) los efectos tan nocivos, tan conocidamente terribles, de dicho fanatismo, y que pese a todo, en vez de desaparecer para siempre de la faz de la tierra, parezca hasta volver con fuerza hasta en los países del "primer mundo", donde supuestamente el progreso de laicismo se había convertido en un camino de no retorno? Rotundamente no, y un hurra por los creadores de Philomena, que siendo honestos a la historia real de la que parten, la saben conducir a una conclusión determinada, aunque sin perder la elegancia y añadiendo un epílogo positivista que no debe distraer de dicha conclusión sino todo lo contrario.

La guinda al pastel, lo que termina de marcar la diferencia, y la verdadera cima interpretativa de Coogan, actor-autor-personaje, y Dench, mimetizada a la perfección en la sorprendente Philomena Lee, son esos lances, cercanos a la comedia, en los que la protagonista, de la película y de la historia relatada y reconstruida dentro de la misma, muestra una actitud, con respecto a ciertos temas tabú para personas de su edad y procedencia social, completamente diferentes a lo esperado, mostrando que la condición de creyente no debe necesariamente llevar a un estado de extremismo, intolerancia y autoflagelación, y reforzando de esta manera el mensaje de antifundamentalismo (no sólo hacia los poderes religiosos, sino también hacia las culturas políticas que toleran y apoyan sus mensajes de odio y daño, haciéndolos realidad) sin caer en un anticlericalismo generalizado ni mucho menos en un ataque frontal a las creencias, ni tampoco concediendo una posición de superioridad moral a las posiciones laicas y seculares. Lo que se dice honestidad dialéctica.

P.D.: Era cuestión de tiempo que el cine empezase a aprovechar todo el potencial cómico que tienen las experiencias de volar con Ryanair.
Skorpio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de febrero de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Philomena, ganadora del Bafta como Mejor Guión Adaptado y nominada a cuatro Óscar en la que se incluye Mejor Película, Mejor Actriz, Mejor Música y Mejor Guión Adaptado, es sin duda el drama favorito de éste año por la crítica inglesa y estadounidense, a pesar de que abarque un tema ya conocido, pudiéndose comparar con los numerosos telefilms americanos de fin de semana en los que predomina ante todo, hacer estremecer al espectador sin importar el exceso de tragedia. Sin embargo, lo que la diferencia de estas producciones es el soberbio trabajo de Judy Dench, quien se transforma en una adorable anciana con gajes típicos de la edad pero con sorprendentes toques modernos que fácilmente se identifica con las actitudes entrañables de nuestras propias abuelas, creando una ligera sonrisa enternecedora en momentos puntuales.

El director consigue con este largometraje un objetivo claro: crear rabia e indignación al espectador jugando con los sentimientos más naturales del ser humano, como la relación madre e hijo. Es un tema básico aunque rodada de una manera muy inteligente, ya que hace que el público no se despiste ni un solo momento de la pantalla y siga el hilo conductor de la película sin pestañear esperando el final. Eso sí, prepárense para un gran melodrama compuesto por unos minutos de risa, momentos de ira y, sobre todo, muchas lágrimas.

Lo mejor: Judy Dench está impecable

Lo peor: Demasiadas emociones lacrimosas

http://www.ritmosxxi.com/philomena-melodrama-principio--10915.htm

Marina Lorenzo
Marinalorenzo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
28 de febrero de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Stephen Frears es uno de esos realizadores británicos de difícil clasificación. En su filmografía figuran buenos trabajos de muy diverso género que le avalan como cineasta polivalente y eficaz. Su compatriota Ken Loach, por ejemplo, se limita a rodar un concreto tipo de cine, caracterizado por la denuncia social con un tono de constante lucha reivindicativa. También Jim Sheridan destaca en la recreación de tragedias intensas. Sin embargo, Frears acierta en la comedia (“Alta fidelidad”), en el estilo más vanguardista y rompedor (“Mi hermosa lavandería”, “Ábrete de orejas”), en el drama de época (“Las amistades peligrosas”), en el género negro más actual (“Los timadores”) y hasta en los biopics (“La Reina”). Posee una notable habilidad para narrar historias adaptando cada proyecto a su estilo y dotándolo de verosimilitud y credibilidad. Además, sus películas atesoran una galería de personajes interesantes y ofrecen algunas secuencias brillantes, ya sea por los diálogos o por determinadas situaciones memorables.
Con “Philomena” ha optado por una apuesta arriesgada, ya que el tema que aborda es más propio del típico melodrama televisivo de mala calidad que se emite en las sobremesas de fin de semana. Basado en una historia real, cuenta la desgraciada vida de Philomena Lee, una mujer irlandesa que, tras un embarazo adolescente, fue recluida en una institución religiosa y martirizada por las monjas encargadas de su custodia. Tras ser dado su hijo en adopción en contra su voluntad, se dedicó desesperadamente a buscarlo durante cincuenta años. Este perfil de temática suele derivar por lo general en productos carentes de nivel que se centran en explotar el dolor y la desventura de sus protagonistas para que el espectador, pañuelo en mano, no se despegue del televisor por espacio de dos horas. Sin embargo, la habilidad de Frears le impide apuntarse a la opción más fácil y le obliga a ir más allá para brindar una visión más original -en ocasiones, incluso divertida- del problema.
Y aunque la connotación escabrosa está presente de forma constante, la introducción del personaje de un periodista en horas bajas a la búsqueda de una noticia que remonte su carrera profesional, un cierto toque de “road movie” -al que se añade el estimulante choque generacional y religioso entre ambos protagonistas-, varios diálogos inteligentes y, sobre todo, la excepcional actuación de Judi Dench, se alían para un digno resultado final. Por lo tanto, un film destinado en principio a ser uno más del montón se termina convirtiendo en un correcto melodrama en el que la veterana actriz inglesa sobresale por encima de todo lo demás.
El largometraje hará las delicias de los amantes de las historias de gran calado humano, en las que la bondad y la valentía de una mujer marcada por la fatalidad es argumento más que suficiente para completar noventa minutos de proyección. Es francamente impactante la escena en la que el periodista, ya implicado personalmente en el drama, vierte con odio sus reproches sobre una de las religiosas culpables de tanta desdicha, mientras la propia víctima le echa en cara al reportero su comportamiento y el lenguaje utilizado, para terminar perdonando a la monja, ante la mirada atónita de un hombre incapaz de entender aquel gesto de piedad.
Reitero una vez más que Dench es el alma de este título. Conocida por el gran público gracias a su papel de “M” en la reciente saga de James Bond, conviene recordar que ha ganado un Oscar a la mejor actriz secundaria por “Shakespeare in Love”, y ha sido igualmente nominada por sus interpretaciones en “Mrs. Brown”, “Chocolat”, “Iris”, “Mrs. Henderson presenta” y “Diario de un escándalo”. Su papel de “Philomena” le ha colocado de nuevo en la carrera por la estatuilla dorada, cuya entrega tendrá lugar el próximo dos de marzo. No es la favorita de esta edición (Cate Blanchett y Amy Adams figuran por delante en las apuestas) pero nunca se sabe.
www.cineenpantallagrande.blogspot.com
@gerardo_perez_s
gerardops
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de marzo de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Como indico en el título Philomena es un melodrama, y como tal busca un claro impacto sentimental. Basada en una historia real, narra la historia de Philomena, una afable anciana que, con la ayuda del periodista Sixsmith, busca al hijo que dió en adopción de manera indeseada hace 50 años. Destapa una situación que, al menos en nuestro país, no resulta desconocida ni novedosa, por lo que en este sentido pierde gran parte del impacto; aunque es incuestionable su voluntad de crítica social.

La historia está narrada de manera amable, intercalando el drama con elementos cómicos y buscando un acercamiento con el espectador. El duo protagonista (el cual está muy bien, especialmente Judi Dench) presenta un claro contraste. Philomena, católica practicante, disfruta de la sencillez, confía en la gente y muestra siempre su lado amable, aunque en su fondo conviven su enorme pérdida y un gran sentimiento de culpabilidad. Sixsmith, ateo e irónico, está en plena caída profesional y necesita encontrar una nueva ubicación. En cierto modo se complementan y las confrontaciones están tratadas de manera suave.

La banda sonora, de bella factura, está al servicio de la película y contribuye a remarcar su carácter (con lo que pueda suponer esto para el espectador). También es cierto que no se hace especialmente notable, por lo que puede pasar bastante desapercibida.

Las imágenes de video que se intercalan con la narración me han parecido algo excesivas e incluso innecesarias y un artificio para atacar el aspecto emocional.

En conclusión, la película juega en gran parte con la disposición por parte del espectador de dejarse arrastrar por su componente emocional. En este aspecto puede desatar calificativos y valoraciones dispares, desde el de película "bonita" hasta los de película "manipuladora" y "sentimentaloide". También en posible quedarse en un punto intermedio, en el que la película no te aporta nada especial y es simplemente otra película "agradable".

Personalmente, con sus virtudes y defectos, un 6,5.
vjsp
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
1 de marzo de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Stephen Frears tiene una filmografía de lo más dispar, toca todos los géneros, pero siempre caracterizado con un personaje que hacen que pasen desapercibidas los pequeños desatinos de sus cintas.

Philomena comienza muy intensa, poniéndonos en situación rápidamente, y logra embaucarnos desde muy pronto, y esto se debe a varias cosas que hacen que se trate un una película notable, para empezar tiene una trama interesante, muy enrevesada al comienzo que hace que nos dispersemos un poco , pero al fin y al cabo interesante. Tiene la tendencia de recaer en ciertos tópicos y obviedades que hacen que pierda un poco de fuelle la historia, a ratos lenta a ratos con ritmo adecuado, posee también ciertos matices dirigidos a la comedia negra que hace que resulte entretenida en momentos en los que quizás necesite algo más de empuje a nivel de tensión y dramatismo, ya que tiene ciertos pasajes de los que se puede pedir algo más de intensidad que haga de la secuencia en cuestión rebose del poder lacrimógeno que tanto anda buscando; pero todo esto queda ensombrecido por una mirada de profundidad infinita, que es la que procesa Judi Dench, con un carisma , una puesta en escena y un saber estar memorables que hacen de su personaje una delicia interpretativa, que hace que su personaje conecte los cinco sentidos del espectador y haciendo adorable a su creación, la única pega que se le puede poner, es que en ciertos momentos, un grito ensordecedor de una madre desolada que haga enmudecer a todo, no vendría mal para disipar cierta tensión y sugestión que poco a poco va transmitiendo. Por otro lado tenemos a Steve Coogan, en este caso el trabajo que realiza, se empequeñece a menos de su rival, haciéndolo menos carismático de lo que realmente es, por lo que se puede decir que aguanta el tirón y cumple con lo que se espera de el.

Como conclusión se puede decir que la cinta, va dirigida a un público muy abierto, que sea receptivo a la problemática que se trata, ya que si cumple con esa exigencia , disfrutará sin duda alguna de una historia estremecedora.

Lo mejor : Judi Dench y su mirada perdida
Lo peor: A veces la busca se vuelve tópica y las continuas idas y venidas.
fauno21
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 10 14 15 16 22 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow