La boda de mi mejor amigo

Frívola y divertida!!!
Sé que es una comedia comercial pero...quién no disfrutó y se conmovió con las locuras de esta mejor amiga??? Quién no tiene un amigo de reserva por si...en caso de qué...? Y sobretodo...quién no quiere tener un mejor amigo gay que te sirva de soporte para las insoportables bodas familiares donde todo el mundo es perfecto.
Para disfrutar y desconectar, la mejor película!!!

No soy el fan número uno de julia pero incluso Pretty woman tiene más chicha que esta película. Tuvo mucha fama en su momento es decir: típica comedia de siempre pero incluso más aburrida. Apenas tiene escenas que hagan gracia y Julia es de lo poco salvable. No defraudará a los incondicionales de la Roberts.

Comedia romántica que comienza lenta, mejora en ritmo y termina donde lo imaginaste. No hay mucho que admirar, para pasar un rato rosa y darle a lo que sigue. Lo mejor, las canciones. Las actuación más destacable se la llevan Dermot Mulroney y Julia Roberts, en ese orden. Uno intenta a ratos no dormirse, algunos giros de pronto te despiertan sin embargo como antes dije, para verla y pasar a lo que sigue.

"La boda mi mejor amigo" se ha convertido en un clásico muy popular gracias a varias cosas, no sólo por el épico momento musical de "I say A Little Prayer For You". Podemos mencionar desde la actuación de Julia Roberts, algunos diálogos o momentos que se repitieron en otras películas, hasta el soundtrack de James Newton Howard, el cual no tiene nada que envidiarle al resto de la música dentro del filme.
El enfoque de esta comedia se basa en una calidez, un sentimentalismo y un espíritu nupcial que sobresaltan la pantalla directo a nuestros corazones, las interpretaciones, reitero, son destacables: Julia Robets es simpática, hipócrita, celosa y tiene una conexión casi "telepática" con su mejor amigo Michael, encarnado por el señor Dermot Mulroney, que, en este caso, nos deja un personaje respetable; un hombre honesto, fachero, suspicaz y quien tiene un propósito entre sus manos: casarse.
Por su parte, Cameron Diaz realiza uno de sus mejores papeles, teniendo en cuenta que ella siempre hace de personajes desvergonzados y despreocupados, en este filme, Diaz nos regala dosis de energía, humor y hasta caprichos, todo en base a lo que la comedia necesite.
Ahora, bien, George es definitivamente el mejor personaje de la película: gracioso, espontáneo, galán y comprensivo, él es aquella personaje que a todo el mundo le cae bien y a quien envidias por ser como es, (o quizás no). Rupert Everett realmente hace un trabajo maravilloso.

Por otra parte, la trama de "La Boda de mi Mejor Amigo" creo que es la parte que más flaquea, especialmente durante la segunda mitad, ya que la primera tiene aunque sea un poco de misterio porque aún no hemos conocidos a los personajes y las cosas todavía no se metieron en el horno, sin embargo, la segunda mitad tiene el infortunio de ser muy intrincada, puesto que, los problemas ya pueden notarse a flor de piel pero las expectativas del espectador sólo bajan porque el filme se retrasa y da muchas vueltas para concretar un tercer acto, cuya resolución es reconfortante y fue muy buena.
Los personajes secundarios de la familia son geniales, me encantó ver a Francis de "Malcolm In The Middle" ahí; me encantaron los padres y los abuelos también.
Repito que la música es estupenda y que las imágenes están muy bien filmadas. Además, esta película tiene más lecciones de las que parece, nos habla de cómo a veces tenemos que dar las cosas por sentado y que no podemos tener todo lo que queremos, a su vez, que nos habla de lo confuso que es el amor y lo frustrante que esto puede llegar a ser.

En definitiva: Una comedia romántica que elige entretenernos pero también enternecernos, que escoge la risa por sobre el llanto y que prefiere hacernos cantar por encima de la cursilería.

Calificación: 7.9/10

La Celestina. La sal de la tierra. La chica de rosa. Paul Giamatti. Dion Warwick. Esto también pasará. Gelatina. Verdín. Moho.
El principio es mejor que el final, como dice la segunda ley de la termodinámica, todo cae y se desordena.
Versión libre de Lady Macbeth, esa mala pécora, qué cabrona.
Bailar es mucho mejor que follar, dónde va a parar.
Es una película gay, mariposona, purpurina, gominola, gomina, laca, loca, barroca, gozosa, infecciosa, como el ébola, un pompón de algodón y amapola, una cursilería, una horterada, una depravación maravillosa, una putrefacta guarrada, vámonos a Miconos y Lesbos de parranda, una sauna, un solárium, el cine antes de todo, antes de ahora, una pena, ABBA, para variar, Kevin Kline y Calvin Klein, un cenáculo y un vituperio, eso. De hecho, Rupert Everett es Dios, el que parte y reparte, el que cuenta y trama la historia de una película de gatas salvajes que pelean por un hombre hetero, es decir, la cosmovisión homosexual y masculina de toda la vida, el macho como centro del universo, objeto de deseo, el idolatrado por todas las mujeres que se tiran al barro por él, pierden los papeles y hasta la vergüenza por el camino, en ese ardoroso periplo, se vuelven locas, están ansiosas, la angustia de la influencia, furor uterino, mientras que los hombres más guapos, sabios y buenos son los de la pluma, los que las observan desde una distancia olímpica y jocosa, a esas enloquecidas hembras en su lucha eterna y desaforada por el falo soñado, tótem y tabú, algo ajeno e innecesario para ellos, que ya lo tienen, el rabo o pene, mismamente, que carecen de esa envidia enfermiza, por lo tanto, de ese malsano picor, de esa insidia que por dentro te carcome, que saben que son los mejores, los más dotados, los más centrados, el punto medio, la medida de todas las cosas, excelsos.