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Rep. Dominicana Lucy
44.099
Acción. Ciencia ficción. Thriller. Fantástico
Lucy, una joven obligada a ejercer de mula de una nueva y potente droga, adquiere de repente enormes poderes sobrenaturales cuando la bolsa de la droga se rompe y los narcóticos entran en contacto con su cuerpo. Entonces, su cerebro comienza a aumentar la capacidad de uso hasta poder ser utilizado al 100%, convirtiéndose en una máquina letal con habilidades extraordinarias. (FILMAFFINITY)
4 de septiembre de 2014
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como mismo pongo en el título, es lo que sucede en la industria cinematográfica, y es que estoy bastante cabreado después de que me haya gastado bastante dinero en ir al cine solo para acabar viendo la mayor bazofia de este año en lo que a películas de presupuesto se refiere.
Desde un principio nos encasquetan a Scarlett Johansson y al bueno de Freeman. Pero es que Scarlett no pega en el papel de protagonista ni con cola, no quiero decir que sea una mala interpretación, pero es que simplemente es así.
Morgan Freeman no sé cómo llegó a aceptar este guión, (¡Ah! Espera, sí tengo la respuesta. Se llama dinero.)
Todo el guión es basura en estado puro, sin refinar ni nada, directamente. Vamos, que no hay por donde coger la historia. ¿Droga desarrollada que permite hacer lo que quieras? ¿Usar el cerebro en un principio para acabar siendo todo? Eso no es un guión, no tiene fundamento, sólo tiene errores y errores que no se dejan pasar. Por ejemplo:
Scarlett entra en el hospital con una pistola del tamaño de un elefante y va tan tranquila, todo el mundo a su bola. O bien son ciegos, o subnormales, porque no me termina de quedar claro.
Todo es más que surrealista. Nos intentan vender algo que ha salido de un vertedero.
1/10 Y que pena que no haya 0, porque se lo merece. Ni fotografía ni actores. Si no hay un argumento coherente, la película no vale nada.
Por cierto. A todos esos fans de estos actores famosos. No os resintáis conmigo por no estar de acuerdo, pero me parece desmesurado que le lleguéis a poner un 8/10 ¿Estáis de coña o no? Porque si este truño en toda regla merece un 8, ¿cuántas películas habréis visto?
Desde un principio nos encasquetan a Scarlett Johansson y al bueno de Freeman. Pero es que Scarlett no pega en el papel de protagonista ni con cola, no quiero decir que sea una mala interpretación, pero es que simplemente es así.
Morgan Freeman no sé cómo llegó a aceptar este guión, (¡Ah! Espera, sí tengo la respuesta. Se llama dinero.)
Todo el guión es basura en estado puro, sin refinar ni nada, directamente. Vamos, que no hay por donde coger la historia. ¿Droga desarrollada que permite hacer lo que quieras? ¿Usar el cerebro en un principio para acabar siendo todo? Eso no es un guión, no tiene fundamento, sólo tiene errores y errores que no se dejan pasar. Por ejemplo:
Scarlett entra en el hospital con una pistola del tamaño de un elefante y va tan tranquila, todo el mundo a su bola. O bien son ciegos, o subnormales, porque no me termina de quedar claro.
Todo es más que surrealista. Nos intentan vender algo que ha salido de un vertedero.
1/10 Y que pena que no haya 0, porque se lo merece. Ni fotografía ni actores. Si no hay un argumento coherente, la película no vale nada.
Por cierto. A todos esos fans de estos actores famosos. No os resintáis conmigo por no estar de acuerdo, pero me parece desmesurado que le lleguéis a poner un 8/10 ¿Estáis de coña o no? Porque si este truño en toda regla merece un 8, ¿cuántas películas habréis visto?
13 de septiembre de 2014
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
En este reciente filme de Besson tiene primero que entenderse dos cosas fundamentales. Que el nombre de Lucy al personaje femenino protagonista, implica conocer (y así comprender la alegoría del filme) a "Luzía" (una mujer de unos 20 años, de 1,05 m. de estatura y 15. 000 años de antigüedad. Sus restos son los más antiguos de la Eva suramericana, según los descubrimientos genéticos, y fueron hallados en Minas de Gerais, Brasil, hace cuatro décadas (de ahí posiblemente el comienzo de la cinta y casi al final, tengan validez en el relato y comprendamos la idea central de la película). Claro que también se le llamó así a los restos etíopes, pero con más años de antigüedad. Por otro lado, las ideas del neurocientífico (Morgan Freeman), cuando determina sobre la capacidad del ser humano en sus neuronas, donde sólo aprovecha su 10%.
Entonces, en estos dos conceptos, permite conocer de pronto las intenciones y el mensaje de una película (buena en su esencia), que nos deja la idea de qué es más importante: Seguir con nuestras pobre capacidad ante los asuntos de la vida. O ser parte de la vida misma. Esto en otro semema, sería preguntarnos si queremos (bueno lo formula las neuronas que solo les interesa el tiempo), si realmente queremos ser inmortales, o mortales. Pues yo me quedo con la mortalidad (la idea más cuerda).
Y es que el CPH4 del que fomenta la película, puede incitar a más de un ser de este planeta, que de pronto creyéndose tarado, quiere tener el 100% de su cerebro funcionando. Sin embargo, pienso que la mejor molécula para nuestra vida, es Dios. ¡Así usted piense lo contrario! De manera que este este es un filme para cerebros inteligentes (lástima tanto guiño bessoniano).
Gonzalo Restrepo Sánchez
Visite: www.cinesinirmaslejos.com
Entonces, en estos dos conceptos, permite conocer de pronto las intenciones y el mensaje de una película (buena en su esencia), que nos deja la idea de qué es más importante: Seguir con nuestras pobre capacidad ante los asuntos de la vida. O ser parte de la vida misma. Esto en otro semema, sería preguntarnos si queremos (bueno lo formula las neuronas que solo les interesa el tiempo), si realmente queremos ser inmortales, o mortales. Pues yo me quedo con la mortalidad (la idea más cuerda).
Y es que el CPH4 del que fomenta la película, puede incitar a más de un ser de este planeta, que de pronto creyéndose tarado, quiere tener el 100% de su cerebro funcionando. Sin embargo, pienso que la mejor molécula para nuestra vida, es Dios. ¡Así usted piense lo contrario! De manera que este este es un filme para cerebros inteligentes (lástima tanto guiño bessoniano).
Gonzalo Restrepo Sánchez
Visite: www.cinesinirmaslejos.com
Argylle
17 de enero de 2015
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se lo voy a negar: Cuando llevaba tres cuartos de la película visionados, pensaba que esta película iba para "6". Claro que, por entonces, creía que veía una película de acción mezclada con ciencia ficción. Lo que no suponía, es que estaba presenciando realmente una buena y profunda reflexión sobre qué somos y por qué.
Y esto es lo que a mí me ha hecho darme cuenta de que estaba ante una obra maestra. Verán: Cuando nos cuentan el cuento de los tres cerditos, la cigarra o la hormiga, alguna fábula de Esopo... Siempre hay un gran "mcguffin" envolviéndolo todo. Nos mezclan una historia de acción, drama, etc. Donde lo más importante es lo que no se ve hasta el final: El mensaje y la reflexión.
Cuando somos pequeños, esos cuentos nos impactan. Y, aún de mayores, nos siguen pareciendo un modo genial de hacer entender una idea, o enseñar algo a un niño.
Esta película no es más que una fábula. Macarra y desenfrenada. Una fábula que, por cierto, no puede dejar disconforme a los amantes de la acción. Tampoco a quiénes gusten de buenas actuaciones (Scarlett Johannson está TRE-MEN-DA, y no me refiero a lo evidente). Es decir: Que aquellos que fuesen al cine o se sentasen en el sofá con la única pretensión de ver "lo fiero que era el lobo", "si la caperuza era lo suficientemente roja" o si "el sastrecillo era valiente", tampoco van a terminar pensando que han desperdiciado su tiempo. El cuento mola. La historia se merece un buen 6, como pensaba yo.
Pero entonces, llega el desenlace. Llega el momento en el que nos sentamos (casi literalmente) a reflexionar sobre el núcleo de la trama. Lo hacemos en mitad de una "ensalada de tiros" (de nuevo los que querían ver a la Johannson en mitad de Vietnam, no pueden quejarse), y es en ese preciso momento, cuando todo cobra sentido de repente.
Podrá haber elementos más o menos afortunados en su manera de exponerlos (quizá cierto pendrive. Todo perdonable), pero si hemos llegado hasta ese punto, al de entender que alguien controla el 100% de la capacidad de su cerebro, todo está claro.
No es mi intención hacer una crítica que suene a "poder intelectual". Ni me considero más que nadie, ni creo haber visto cosas de elegidos. Solo pienso que el director ha intentado envolver un diamante tan diminuto como valioso en un papel de regalo pomposo y traicionero. A lo mejor me equivoco y todo le ha salido tan bien a mis ojos "de pura chorra" pero, desde luego, como ésa haya sido su intención, a mí me ha ganado para los restos.
El tiempo... Ésa es la variable. Asombroso.
Y esto es lo que a mí me ha hecho darme cuenta de que estaba ante una obra maestra. Verán: Cuando nos cuentan el cuento de los tres cerditos, la cigarra o la hormiga, alguna fábula de Esopo... Siempre hay un gran "mcguffin" envolviéndolo todo. Nos mezclan una historia de acción, drama, etc. Donde lo más importante es lo que no se ve hasta el final: El mensaje y la reflexión.
Cuando somos pequeños, esos cuentos nos impactan. Y, aún de mayores, nos siguen pareciendo un modo genial de hacer entender una idea, o enseñar algo a un niño.
Esta película no es más que una fábula. Macarra y desenfrenada. Una fábula que, por cierto, no puede dejar disconforme a los amantes de la acción. Tampoco a quiénes gusten de buenas actuaciones (Scarlett Johannson está TRE-MEN-DA, y no me refiero a lo evidente). Es decir: Que aquellos que fuesen al cine o se sentasen en el sofá con la única pretensión de ver "lo fiero que era el lobo", "si la caperuza era lo suficientemente roja" o si "el sastrecillo era valiente", tampoco van a terminar pensando que han desperdiciado su tiempo. El cuento mola. La historia se merece un buen 6, como pensaba yo.
Pero entonces, llega el desenlace. Llega el momento en el que nos sentamos (casi literalmente) a reflexionar sobre el núcleo de la trama. Lo hacemos en mitad de una "ensalada de tiros" (de nuevo los que querían ver a la Johannson en mitad de Vietnam, no pueden quejarse), y es en ese preciso momento, cuando todo cobra sentido de repente.
Podrá haber elementos más o menos afortunados en su manera de exponerlos (quizá cierto pendrive. Todo perdonable), pero si hemos llegado hasta ese punto, al de entender que alguien controla el 100% de la capacidad de su cerebro, todo está claro.
No es mi intención hacer una crítica que suene a "poder intelectual". Ni me considero más que nadie, ni creo haber visto cosas de elegidos. Solo pienso que el director ha intentado envolver un diamante tan diminuto como valioso en un papel de regalo pomposo y traicionero. A lo mejor me equivoco y todo le ha salido tan bien a mis ojos "de pura chorra" pero, desde luego, como ésa haya sido su intención, a mí me ha ganado para los restos.
El tiempo... Ésa es la variable. Asombroso.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
22 de agosto de 2014
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ver algo de Luc Besson, ya sea en dirección, producción o gestación es sinónimo de adrenalina y acción, pero por sobre todo estilo. Lejos de sus más reflexivas obras ochenteras como "Azul profundo" (1988), lo comercial se tomó la creatividad del francés que a veces ve sobrepasadas las ganas con la realización misma.
En "Lucy" (2014), nos queda una resaca mezcla de "Matrix" (1999), la serie de tv "Dimensión Desconocida" e incluso la reciente "Trascendence" (2014). Sin embargo, el cóctel no nos deja satisfechos pese a méritos como la aceleración de algunos pasajes y la por estos días, celebrada cualidad de ir hacia adelante independiente del modo y coherencia de los relatos.
Acotada y todo (hora y media), hay varias características de esta película de acción que deriva en ciencia ficción hiperventilada, que nos dejan esperando más, como el aporte acotado y casi estático de Morgan Freeman o la acción cuerpo a cuerpo que el mismo Besson bien sabe explotar.
Como muchos casos la historia no es mala, sin embargo, cae por un precipicio innecesario y aunque a muchos les guste el tobogán de vértigo que muestra, el impulso y viaje duran finalmente demasiado poco.
Con un leit motiv de drogas, al parecer incluso en su gestación, "Lucy" tiene algunas luces y demasiadas sombras, entre ellas que no se define en su camino hacia lo que quiere y concluye de forma tonta, casi ante el estupor del espectador. Quizás proviene de un cine más elevado o vanguardista que ahora no entendemos, es una probabilidad, pero ante la duda se hace omitible dentro de la cartelera de estrenos, donde si es por buenas intenciones ya estamos hartos.
Recomendación:
Débil. Más efectista que efectiva. Promete acción y termina con un carrusel de luces.
=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com
En "Lucy" (2014), nos queda una resaca mezcla de "Matrix" (1999), la serie de tv "Dimensión Desconocida" e incluso la reciente "Trascendence" (2014). Sin embargo, el cóctel no nos deja satisfechos pese a méritos como la aceleración de algunos pasajes y la por estos días, celebrada cualidad de ir hacia adelante independiente del modo y coherencia de los relatos.
Acotada y todo (hora y media), hay varias características de esta película de acción que deriva en ciencia ficción hiperventilada, que nos dejan esperando más, como el aporte acotado y casi estático de Morgan Freeman o la acción cuerpo a cuerpo que el mismo Besson bien sabe explotar.
Como muchos casos la historia no es mala, sin embargo, cae por un precipicio innecesario y aunque a muchos les guste el tobogán de vértigo que muestra, el impulso y viaje duran finalmente demasiado poco.
Con un leit motiv de drogas, al parecer incluso en su gestación, "Lucy" tiene algunas luces y demasiadas sombras, entre ellas que no se define en su camino hacia lo que quiere y concluye de forma tonta, casi ante el estupor del espectador. Quizás proviene de un cine más elevado o vanguardista que ahora no entendemos, es una probabilidad, pero ante la duda se hace omitible dentro de la cartelera de estrenos, donde si es por buenas intenciones ya estamos hartos.
Recomendación:
Débil. Más efectista que efectiva. Promete acción y termina con un carrusel de luces.
=Cité de Lord Buyinski= www.buyinski.wordpress.com
24 de agosto de 2014
6 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lucy (Sacrlett Johanson) casualmente lleva el mismo nombre que dieron sus descubridores a la hembra de Australopithecus afarensis de más de 3 millones de años de antigüedad en la que ya se apreciaban los de signos de evolución que a través de diversos estadios desembocarían en el actual homo sapiens sapiens.
Lucy se verá envuelta involuntariamente en un caso de tráfico de una potentísima droga que supuestamente segrega la mujer en dosis mínimas en la sexta semana del embarazo, y que es la causante del desarrollo cerebral del feto cuando, accidentalmente, la droga se introduce en su organismo.
Independientemente de que esta sustancia pueda o no asimilarse remotamente a algún elemento real, eso es lo de menos. Lo que presenta la película es una de las muchas teorías que llevan barajándose desde hace mucho tiempo acerca de la explicación de la evolución de la especie humana desde los primitivos primates hasta el hombre actual, y como podría continuar dicha evolución hasta el hombre del futuro.
Morgan Freman, en el papel de un científico que ha imaginado los principios elementales de esta evolución, asume el papel de ir explicando para el espectador todos los detalles pseudo-científicos, de manera que la trama resulte comprensible para todos.
La película entretiene e incluso interesa durante una gran parte de su metraje, que transcurre en medio de una acción intensa, pero como sucede con todas las teorías que no se conforman con ser esbozadas, sino que pretenden dar explicación a lo inexplicable y respuestas a lo desconocido, acaba por defraudar.
Lucy se verá envuelta involuntariamente en un caso de tráfico de una potentísima droga que supuestamente segrega la mujer en dosis mínimas en la sexta semana del embarazo, y que es la causante del desarrollo cerebral del feto cuando, accidentalmente, la droga se introduce en su organismo.
Independientemente de que esta sustancia pueda o no asimilarse remotamente a algún elemento real, eso es lo de menos. Lo que presenta la película es una de las muchas teorías que llevan barajándose desde hace mucho tiempo acerca de la explicación de la evolución de la especie humana desde los primitivos primates hasta el hombre actual, y como podría continuar dicha evolución hasta el hombre del futuro.
Morgan Freman, en el papel de un científico que ha imaginado los principios elementales de esta evolución, asume el papel de ir explicando para el espectador todos los detalles pseudo-científicos, de manera que la trama resulte comprensible para todos.
La película entretiene e incluso interesa durante una gran parte de su metraje, que transcurre en medio de una acción intensa, pero como sucede con todas las teorías que no se conforman con ser esbozadas, sino que pretenden dar explicación a lo inexplicable y respuestas a lo desconocido, acaba por defraudar.
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