La última llamada

Una peli con apariencia de serie de televisión, un villano flojo y caricaturesco, una historia simple, inverosímil, una protagonista que llevó a cuesta toda una película y un final que le restó valor a todo esos 13 millones de presupuesto. Con lo que costó esta película no alcanzan ni para pagarle a Myke Myers por decir: “¡lárgate burro!”. En fin, la peli a pesar de tantos fallos, no deja de ser MUY entretenida. Se deja ver, no aburre, no decepciona. Uno no le puede pedir mucho a algo que no tiene toda la maquinaria para ofrecer algo de más talla. Imposible poner a un perro chihuahua a cuidar una casa lujosa. Pero pusieron a un chihuahua a cuidar su propia casa de perrito pequeño, eso está muy bien. Lo que promete dar, eso lo hace con todas las de la ley.

En mi opinión una de las cosas que menos gustó fue el villano. Le faltó más “alma”, más trasfondo. A mí me resulta difícil identificarme con un personaje que no tiene una historia que impacte. Y si no impacta, por lo menos que me convenza de sus acciones… esto para mí es un falló. Es que un malo que anda matando gente sin razón de ser no justifica nada. El espectador debe saber el porqué de sus acciones, de sus traumas y sus miedos. Eso involucra y hace la historia más convincente. En mi opinión.

Otro fallo que no quedó en un simple tropezón y que la verdad fue lo más catastrófico de la historia, fue su final. Quisieron darle un cierre de impacto, como un giro inesperado y lo que consiguieron fue hacerla más inverosímil.

En esta parte tengo que explicar algo muy importante. Todo lo que un personaje haga tiene que estar respaldado por su personalidad. Es decir, es muy fácil imaginarse al ratón Mickey con un globo, un helado y una tierna sonrisa. Pero es muy complicado imaginárselo con una bazuca, un cuchillo y una mirada satanizada. En este caso la protagonista es una mujer de una personalidad más frágil, sensible a los problemas laborales, pues la afectan de una manera trascendental, obsesiva y algo temerosa. La coprotagonista es lo mismo, una niña inmadura, que solo piensa en ir de shopping y decir ñoñadas con sus amigas. Ahora, el final nos muestra un par de mujeres tomando venganza de una manera sarcástica y mentirosa. Lo mejor hubiese sido que el villano sea entregado a la policía y listo. Algo más digno. Pero ese giro con ínfulas de thriller no logró su cometido. Ahora, ¿qué papel cumplió la policía en esta película? Ninguno.

En fin, la peli esta buena como para ir a pasar el rato. A diferencia de muchas súper producciones que prometen de TODO, esta película cumple lo que promete, con fallos, pero aguanta.

El estilo de la cinta oscila entre la cutreza total del aquel pseudo-falso-documental-horror-fílmico titulado "Megan is missing" (Michael Goi, 2011) y el montaje videoclipero de las series "CSI" (Anthony E. Zuiker, 2000/02/04).

La cinta no ofrece mucho más de lo que podría plantear un capítulo cualquiera de la serie documental que seguía los casos de llamados al 911. Es verdad que logra --por momentos, solamente-- llegar a un clímax de tensión pero jamás es suficiente, siempre se queda en la mitad y encima peca por una realización muy floja.

Como adelantaba la cutreza fílmica la embarra mucho. Esos primerísimos primeros planos (PPP) donde el lente de la cámara se torna cóncavo son horripilantes y delatan una forma muy inexperta de hacer cine. Luego tenemos el montaje a lo "CSI", esto funciona a la perfección para las mencionadas series porque entre otras cosas homogeneiza un estilo y les da un dinamismo propio que nos remiten a ellas, en el caso de las series son 24 capítulos por año en el que vemos este estilo en tres o cuatro escenas por capítulo. Pero en un film no cuadra. Cada 3 minutos tenemos esta forma de montar las imágenes donde se hace stop, cámara rápida, el sonido acentúa los cambios de plano, etc., es bastante patético y si bien parece ser usado para aportar frenetismo termina por hacerla parecer como una película de segunda y no como un thriller serio.

La trama es bastante mala, no sólo por el atropellado final donde las personalidades dibujadas que teníamos de las protagonistas dan un giro completamente injustificado desde cualquier raíz argumental; sino por cómo se da la investigación. La cosa viene muy bien mientras Breslin habla con Berry y ésta última le dice qué hacer pero todo lo que ocurre alrededor es inverosímil. Los compañeros de trabajo de Berry que se enfocan en su caso y por momentos dejan de atender llamados, el tipo que le avisa de la pintura (Imperioli) y que luego insiste en seguirlo (?), el auto que el criminal esconde en el bosque (spóiler), la escena en la gasolinera, nunca se entiende cuál es el trauma del psicópata y al asunto del pelo, etc.

Lo único que tiene este film y que no pertenece a la serie Z son las actuaciones de unas solventes Halle Berry y Abigail Breslin; absolutamente nada más. Cómo capítulo de CSI podría haber funcionado, incluso cualquiera de los directores y guionistas de estas series lo habrían hecho mejor; pero como largometraje se queda en algo pobre que genera cierta tensión al comienzo pero que no puede contener su mal gusto y acaba por verse como un producto de baja categoría con actrices de primera.

Lo mejor: las protagonistas.
Lo peor: su realización, la dirección y el montaje por sobre todo lo demás, y un guión muy poco trabajado.

Así es esta película que no te deja un momento de descanso. Aunque tiene cierto tufillo de película de serie B, es una buena historia. Muy bien interpretada y llevada a cabo. Una de las mejores películas de suspense que he visto nunca.

Halle Berry hace un buen papel como la actriz solvente que es cuando quiere, como operadora del teléfono de emergencias de Los Ángeles.
Con solo su teléfono tendrá que resolver un caso de secuestro de adolescente.
Abigail Breslin es la secuestrada y nos vuelve a demostrar que, si no se malea, tiene un gran futuro en Hollywood.
Brad Anderson, experto en el género, sabe mantener la tensión de manera que la película se hace bastante corta.
Se aprovecha bastante bien la idea inicial mostrando diferentes situaciones a las que se tienen que enfrentar a diario los servicios de emergencias.
Además, no es demasiado tópica ni repetitiva. La única película que recuerdo que se parece a ésta es "Cellular" que aunque contaba más o menos lo mismo no tenía el tono dramático necesario.
Un thriller entretenido y que cumple su función.

Este thriller discurre entre el suspense y el escalofrío aprovechando para ello el gancho inicial de los tonos de llamada de un teléfono, elemento siempre recurrente y que no lo vamos a negar, siempre sobresalta y genera algo de angustia. Esa recurrente aplicación de elementos comunes le elimina cualquier intención de originalidad, si es que la hubiese en principio; sonido telefónico, angustia o desesperación de un secuestro o situación límite a través del teléfono, persona afectada por un caso al que se tiene que volver a enfrentar y contra el que se revelará, etc.

La historia hace aguas en algunos puntos (como en el planteamiento y descripción de un villano extraño, inexplicado y casi de dualidad inverosímil) y cae en tres o cuatro casualidades necesarias para el transcurrir de la cinta, pero ante las cuales casi te da la risa, por incredulidad hacia lo que estás viendo, decepcionado por la falta de originalidad y la inventiva reflejada en el guión; plagado de lugares comunes.

Entre lo positivo destacamos la tensión generada y el cómo se consigue sostener en un nivel medio, pero sin decaer prácticamente nunca, aunque para ello recurra algunas trampas y a tópicos del genero. Es lo que es y tampoco pretende ser más. simplemente lo prometido; un producto de bajo presupuesto que busca un entretenimiento sencillo que enganche desde el principio y consiga evadirte de tu cotidiana vida. Podemos decir que lo consigue, aunque falto de clase y calidad, además de adolecer de imaginación o inventiva alguna alguna. Se la podría tildar de fácil efectismo convencional.