¿Qué fue de Jorge Sanz? (Serie de TV)

Más que interesante es este producto casi inaccesible, ya que solo lo he podido ver por canal + y en internet es, diría yo, casi imposible de encontrar. Y es, como casi todas las cosas que huyen de la fama, una pequeña joya. Es divertida, cae sin disumulo en el patetismo más sonrojante, pero la verdad es que funciona. Son 6 episodios, poca cosa, fáciles de engullir y de disfrutar. Y con cameos buenísimos como el de Juan Manuel de Prada.
En mi el título de mi crítica la comparo con la serie Larry David (sin ella, esta probablemente no existiría), pero mientras la americana cuenta los problemillas y malentendidos del productor norteamericano en su (cómoda) vida cotidiana, esta se centra en las miserias de un actor en lo más bajo de su carrera, sin escatimar críticas al mundo de la televisión y el cine, y sin tampoco dejar de reconocer lo pésimos que han sido los últimos proyectos emprendidos por Jorge Sanz. Todo ello desde un punto de vista humorístico, sí, pero sin dejar a un lado lo triste que resulta haber sido alguien y hoy no ser nada.
Concluyendo, aún sin poder saber cuánto de verdad hay en esta miniserie y cuánto de ficción, tenemos ante nosotros una estupenda comedia que nos enseña a reírnos de nosotros mismos y que, lo que al final es lo importante, entretiene y gusta. A mí Sanz y Trueba me han convencido.

Un apunte: la pieza principal de Darren Hayman, perfecta.

Estamos ante la mejor serie española de la década, a años luz de cualquiera que se haya estrenado, cosa tampoco muy difícil visto el panorama que tenemos en las teles. Y ha tenido que ser una cadena de pago, la que nos haya traído esta joya.

En ella, el actor Jorge Sanz, se interpreta a si mismo, un tipo acabado, que ha vivido tiempos mejores, y que ahora se arrastra por un misero papel en una serie que ni siquiera quiere hacer. Junto con su representante, un antiguo vendedor de quesos (sublime Eduardo Antuña), luchará por reconducir su carrera, a la vez que intenta por todos los medios participar en la vida de sus hijo, que vive en Barcelona.

Simplemente tengo que quitarme el sombrero ante Jorge Sanz, que ha sabido reírse de si mismo, y hasta de humillarse, ya que todos sabemos que muchas de las cosas que le pasan, no son muy extrañas para él. Y por eso tiene mucho mérito que se haya hecho esto. Además, la serie consigue que te descojones por momentos, como cuando cada dos por tres le dicen que esta acabado, con los partidos de padel con Resines (que nunca llegan a jugarse), el encuentro con Galiardo, el numerito en los Goya (memorable), o las escenas con la directora de banco fan de Valentina (y de las cosas que le hacían a Jorgito en la cinta...). Por otro lado, a veces sientes pena por ese actor venido a menos por su mala cabeza, o porque el cine es así de injusto, como cuando se derrumba al encontrar a un antiguo amigo de profesión en plena calle.

Lo único que podemos aplaudir es que en este país, dónde los actores son una gentuza deleznable, que no tienen la más mínima autocrítica, se haya hecho esto, un prodigio de serie, que si no fuera por su último episodio en Guatemala (que no está a la altura del resto), rozaría la perfección. Espero que algún día veamos una segunda temporada. Gracias Jorge, y gracias Trueba, os habéis ganado un ferviente seguidor.

Lo mejor: El agente de Jorge Sanz, que se haya hecho, y que por fin el cine español se mire un poco el ombligo.
Lo peor: El último episodio, que podría ser suprimido y no pasaría nada.

Es cierto. Creo que es la mejor serie española que he visto y, disculpen mi atrevimiento, una de las series mejores que he podido ver, contando todas, incluso las de fuera. Cada viernes por la noche la veíamos mi esposa y yo, y ambos nos partíamos de risa. Y eso que a ella nunca le han gustado este tipo de series. Es novedosa, tierna y cruel a la vez, y derrocha un sentido de humor impresionante. Toda vez más impresionante si observamos lo que se ríe de sí mismo Jorge Sanz. Te mantiene atrapado, no quieres que acabe, y cuando acaba te sabe a poco. No solo son los argumentos, que son buenísimos, sino que los actores, incluido Jorge, lo bordan. ¿Qué decir del representante? Tiene una vis cómica y está tan bien en el papel que creo que hace una interpretación memorable. Y en cuanto a Jorge, hay que tener muchos huevos para hacer lo que ha hecho. No pude estar más patético y creible en su papel. Y la sintonía es fantástica, pegadiza y ayuda al éxito general de esta pedazo de serie.
El único pero es que son solo seis capítulos, y que no he podido averiguar si harán más, que no creo. Dios quisiera.

- Tú eres Jorge Sanz el de Belle epoque, verdad? Qué película, cómo me gustó. Y bueno, también hiciste la de amantes, no? Y alguna más, que ahora no me acuerdo. Qué guapo eras. Y luego estaba el otro, el que hacía de feo siempre, cómo se llamaba? Ah, sí, Gabino Diego, muy majo, pero qué feo. Tú eras mucho más guapo. Lo que no sabía es que fueras tan bajito.

- Yo soy muy admiradora tuya, he visto todas tus películas. Y siempre escucho los discos de tu primo Alejandro, me gusta muchísimo. Por cierto, que hay que ver lo que os parecéis. Cómo se nota que sois parientes. El talento, que se hereda.

- Oye, mira, Jorge, yo nunca te pediría esto en una situación normal pero... ya que estás aquí... Es que... mañana tenemos un acto de protesta. Por la violencia de género y eso. La verdad es que nos vendría muy bien que un famoso leyera el comunicado, así saldríamos en todas las teles. Por cierto, cómo es que no viniste a las manifestaciones por Aminatu Haidar?

- Jorge, tío, eres la hostia, eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Si no fuera por ti todavía estaría por ahí vendiendo quesos. Ya, ya sé, que tú estás acabado, que no tienes nada que ver con lo que fuiste, pero yo... yo jamás había visto estas tías, ni podría viajar a Guatemala, ni... ni nada. Si no me hubieras nombrao tu representante. Yo sería una mierda sin ti.

- Hola, papá. ¿Te importa que te llame papá? Sí, mi madre me dijo que eras mi padre verdadero pero mi padre no lo puede saber. Lo que pasa es que quería conocerte. Mira, te he hecho un dibujo, he pintado tu casa. Sí, sólo hay una piscina pero mi madre me ha dicho que los artistas tenéis todos piscina. Qué dónde está la casa? En la piscina.

- Oye, Jorge, que dicen por ahí que tu serie parece nosequé de Larry David, que es una imitación. Que quién coño conoce a ese Larry David? Pues yo qué sé, por lo visto todo el mundo que ve tu serie es fan del tal Larry. Es lo que pasa por hacer series minoritarias de seis episodios para canal plus. Pos tío, trabaja pa tele5.

- Jorge, Jorge, que soy muy fan tuya, que me encanta tu serie, que no me importa que tengas bolsas como puños y arrugas como la ruta 66. Que estás de puta madre y que me encanta que te chotees de ti y de todo el mundo de esta manera. Y que igual lo que pasa es que ese tal Larry David se parece a ti. Ah, y dile a Trueba de mi parte que siga experimentando, pero no más contigo. Lo bueno si breve... Déjate querer, tío, y conviértete en serie minoritaria de culto. Una segunda parte sería una ordinariez. Tú sabrás sacarle partido a esto. Ah, y recuerdos a tu representante. Me podría mandar un queso?

Curiosa sátira de la vida de un Jorge Sanz en busca de nuevos papeles.
Destacable el trabajo del propio Jorge y Eduardo Antuña como su nuevo representante Amadeo. Se nota la mano de David Trueba al frente aunque su guión flojea a ratos de facilón, de la misma manera que saca poco jugo a las participaciones de bastantes rostros conocidos haciendo de sí mismos. No obstante, los momentos buenos que guarda son suficientes como para entretener a lo largo de sus seis capítulos, aunque sin más aspiraciones que eso...