El Niño

DIRECTOR: Oye, que llevamos un mes ensayando y el chaval este que habéis elegido para hacer de Niño no funciona.
PRODUCTOR: Dale más tiempo hombre.
DIRECTOR: Ya, pero es que empezamos a rodar la semana que viene.
PRODUCTOR: Bueno, yo lo vi ayer y no lo hace tan mal.
DIRECTOR: No jodas tío, pero si pone la misma cara cuando lo persigue la pasma en helicóptero que cuando se está follando a la chavala. O sea, no pone cara de nada.
PRODUCTOR: ¿Pero es guapo, no? Las tías y los gays nos llenaran los cines.
DIRECTOR: Ya, pero la idea era hacer una buena película...
PRODUCTOR: Mira, tu le haces planos cortos, que se vean bien esos ojazos. La película se la dejas al Tossar, el Fernández y compañía.
DIRECTOR: Que es el protagonista, joder!
PRODUCTOR (paternalista): Mira, Daniel, tu sabes la pasta que invertimos en esta peli, ¿no? Pues el protagonista lo decidimos nosotros. Pensando siempre en el bien de la peli, claro.
DIRECTOR: Sí pero...
PRODUCTOR: Nada de peros. Es mejor que dejes de quejarte y te pongas a trabajar que falta muy poco para empezar el rodaje. Ah... Y dile al guionista...
DIRECTOR: El guionista soy yo.
PRODUCTOR: Ah... Sí, claro... Pues estaría bien que quitaras algunas secuencias de esas aburridas de profundizar en los personajes y todo eso, y pusieras alguna más de persecuciones, tiros y demás. Tu ya me entiendes.
DIRECTOR: Pero los personajes quedaran muy planos y...
PRODUCTOR: ¿Y eso a quién le importa? Venga, hazme ese favor, ¿vale? Te dejo que llego tarde a una reunión. ¡Ánimo y al toro!

Y el productor se marcha dejando al director con cara de tonto.

AVISO: CUALQUIER PARECIDO DE ESTA ESCENA CON LA REALIDAD ES PURA COINCIDENCIA.

Maravillado me hallaba ante la magnífica media hora inicial que nos brinda la cámara de Monzón en esta, su nueva obra. Persecuciones silenciosas, operaciones secretas, cargueros y contenedores en el puerto (Dios, ¿Estaba viendo la segunda temporada de The wire?), una gran estrella del cine español: nuestro Luis Tosar, que aparca al querido Malamadre para meterse en la piel de poli fiel y obsesionado con su trabajo. Joder! Hasta tenemos un actor internacional que ha hecho series de la HBO (Sí, ese canal que ha brindado series como Los Soprano, Juego de tronos o la ya mencionada The Wire).

Nos hace pensar y ponernos en situación. Y ya cuando mi alegría no podía ser mayor, me encuentro que también hay persecuciones con helicóptero incluido. Dios, al fin lo conseguimos, nos ponemos al nivel de los más grandes.
Pero de repente, aparece ese que pone nombre a la película, el que llaman El Niño. Esto merece un cambio de párrafo.

El personaje más cliché del mundo y que ya empieza a cansar es sin duda el punto negativo de esta historia. "Chico guapo de baja cuna que tiene que ser malo para sobrevivir pero en realidad es bueno y tiene historia de amor complicada". Parece que Mediaset ha marcado su terreno (no he dicho que lo haya hecho porque no lo se, he dicho que lo parece). Y es en esos momentos (salvo cuando se sube a la lancha) cuando pasamos de ver una gran obra a ver "El príncipe" o "Sin tetas no hay paraíso". No conforme con eso, diré que Jesús Castro no está a la altura en cuanto a interpretación se refiere. Vacío y a veces parece que sin ganas, lo cual hace que se llegue a pensar que no se le ha cogido por sus dotes como actor (que profesionalmente eran nulas. Pero bueno, siempre hay diamantes en bruto muy al fondo de la mina. En su caso, solo se queda en un mineral bonito pero con falta de valor).

Podría decirse que hay dos películas, la de Tosar, y la de Castro. Yo me quedo de lejos con la primera.
Decían que este Niño tiene los ojos de Paul Newman, pero no se engañen, pues la belleza de los ojos de ese Buscavidas resaltaba mucho más. ¿Por qué? Porque no era solo guapo, era alguien que sabía hablarle a la cámara con la mirada. Al contrario, parece que Jesús huye de ella.

No hago más que leer superlativos hacia "El Niño": que si esto parece una película de Hollywood (luego, los mismos que lo dicen, se cargan 'Transformers' por ser muy 'hollywoodiense'; irónico), que si es "The Wire" a la española, e incluso se habla en términos tales como "un thriller tan elegante como los que hacían Siegel, Frankenheimer o Friedkin". Todo esto evidencia que no sólo a "El Niño" le gusta jugar; también a Mediaset. O eso o la crítica profesional es demasiado amiga de sus amigos e interesa barrer para casa el mismo año en que el mayor éxito español es una comedia chorras hecha con dos duros y que se ha convertido en el crowd pleasure del país. ¿Cómo se contrarresta esto? Alzando a la cima del 'cine español' una producción de cierto presupuesto con un director que viene de hacer una película que ya es un pequeño clásico popular (esta sí) de nuestra industria, como "Celda 211". El tema es derivar la atención hacia el cine espectacular de este ejercicio, aunque no ofrezca absolutamente nada (en términos de 'impacto') que no tengan esas películas norteamericanas tan denostadas; es más, casi cualquier thriller mediano hongkonés cuenta con dos, tres secuencias igual de buenas que las que hay aquí. Y no tengo que irme a Johnnie To (Drug War) para echar por tierra la supuesta maestría de Monzón; me vale con un perfil más bajo: Dante Lam (The Viral Factor, 2012), Law Wing-cheong (Punished, 2011) o Derek Yee (Protégé, 2007); esta última por cierto es tan absurdamente superior a "El Niño" que mencionarla aquí es casi insultarla.

Porque "El Niño" no es una mala película, pero tampoco va más allá de la mera correción. Entiendo que en una industria local como la nuestra haga falta alzar a cosas 'técnicamente espectaculares' porque hay que generar éxitos para que la cosa avance, no tengo ningún problema en ese sentido: sin "Lo imposible", "El orfanato", "Luces rojas" o "Torrente" no existirían cosas más estimables como, yo que sé, "Caníbal" o "10.000 km.". Así que comparando con el resto de thrillers de acción españoles (?) entiendo que aquí tenemos un pequeño hito en cuanto a sus dos-tres secuencias de impacto: aceptables, para el estandar mundial; pero nunca vistas, en España. Monzón asegura haberse documentado durante años para sacar adelante el guión con Jorge Guerricaechevarría pero igual se olvidaron de que trabajaban sobre una ficción, y que por tanto hay que construir a una serie de personajes creíbles, incluso cercanos. La cosa se queda a medio gas y no sólo eso: se desaprovechan actores por un trabajo de texto puramente esquemático (¿de verdad contratan a Eduard Fernández, Sergi López, Bárbara Lennie o Ian McShane para esto?), y se dejan cosas al azar y no se recuperan hasta que conviene para que la narración avance.

Es bastante decepcionante que esto ocurra porque es una película que se ve, se disfruta moderadamente si nos olvidamos de sus problemas y se aprecia la intención de crear un cine de género más seco y directo en España, pero "El Niño", persecuciones por mar y tierra al margen, no ofrece absolutamente nada al modelo local, quedándose no sólo por detrás de los méritos de "Celda 211", también de otras películas mejores como "Grupo 7" o "La noche de los girasoles". Es más, no quería hacer ninguna comparación con Hollywood porque es injusto, pero una película tan infravalorada como "Corrupción en Miami" de Michael Mann ofrece muchos más estímulos que "El Niño". No sólo por la realización ejemplar de Mann, también por la forma en que las imágenes adquieren una fisicidad que aquí no se logra, o la presencia en pantalla de sus actores (Tosar, aquí, apenas es un esbozo de personaje; sus dramas son superfluos y lo verdaderamente interesante se descarta en favor de un 'happy ending' tan inocente que asusta). En fin, que son dos mundos completamente diferente. Esperad a que "El Niño" salga en DVD porque no tiene mucho que aportar. La correción está bien pero así no se avanza demasiado.

Cuando uno es casi acosado con tanta publicidad de un determinado producto, las expectativas terminan siendo bastante altas.Y en el caso del cine aún más. De sobra es conocida la facilidad de Telecinco para promocionar las películas en las que ha participado. Sirvan como ejemplo "Celda 211", "Lo Imposible" o la reciente "Ocho apellidos vascos". El éxito de las tres en taquilla fue incuestionable y su calidad convenció –en unos casos más que en otros- a una gran mayoría. En el caso de "El Niño", el marketing lleva funcionando muchas semanas en la Tv, lo que unido a la gran acogida que tuvo "Celda 211", hacían casi obligatorio que la película cumpliera con creces. Ahora nos meteremos en harina, pero a grandes rasgos, podemos decir que la nueva película de Daniel Monzón cumple seriamente con su cometido.

El film empieza en el puerto desde lo alto de una grúa pórtico, para continuar con una persecución por carretera. Sin duda, toda una declaración de intenciones. Los 30 minutos del inicio tienen bastante ritmo e introducen con mucha habilidad a los personajes y sus diferentes tramas. En este tiempo vemos la persecución nocturna del helicóptero y la lancha. Monzón demuestra bastante pericia colocando la cámara y hay que reconocer que hay planos bastante llamativos.

A continuación el film transita por caminos más cotidianos, el ritmo baja, aparece el romance y la historia avanza con pausa. En el caso del romance hay que decir que Monzón acierta porque no se enreda mucho -era esperable ver alguna escena pasional- y utiliza una excusa argumental aceptable. Otro acierto del director mallorquín es a la hora de transmitir lo que acontece a diario en el estrecho. Las localizaciones y los escenarios son perfectos, los personajes están bien construidos, los diferentes problemas de unos y otros quedan muy bien reflejados y las diferentes subtramas se entremezclan con bastante efectividad.

En este sentido hay que quitarse el sombrero porque la producción es excelente. Si nos ponemos muy exigentes, podríamos pedir que la última persecución por tierra fuera más espectacular pero la verdad es que no es nada despreciable. Y se lo pedimos, porque la segunda persecución del pájaro –así llaman al helicóptero- y la lancha, es trepidante y frenética. Si el niño se enfada, Tosar no se acobarda y responde a su estilo. El sonido acelera cada vez más el ritmo cardíaco, los planos aéreos son una constante, pero si la cámara tiene que angustiar para finalizar la secuencia, lo hace. Brillante, no hay tiempo ni para parpadear.

En cuanto a la faceta interpretativa se refiere, Jesús Castro y Meriem Bachier son las caras bonitas del film, y cumplen –aunque no llegan a brillar- en lo que supone su debut en el cine. Ambos tienen carisma y algún buen momento, pero el hecho de no ser actores profesionales se nota un poco. No así en Jesús Carroza, de largo, la mejor actuación de la película. Su jeta, su desparpajo y su humor, son desbordantes.

Luis Tosar pasa de preso a policía, y soluciona la papeleta con bastante solvencia. Sergi López y Eduard Fernández hacen gala de su experiencia y sus interpretaciones resultan muy serias. Por último destacar la testimonial aparición -no abre la boca ni una sola vez- de Ian McShane.

Es lógico que en un segundo visionado, o en el primero si es por Tv –insisto en el gran factor del sonido en una sala de cine- la calidad de la película podría bajar un peldaño. ¿Sí se podría haber contado lo mismo en menos minutos? Pues quizás se podía haber acortado un poco la película en su tramo medio, pero el metraje no se hace pesado y menos aún cuando en el tramo final el ritmo vuelve a subir. También es cierto que no hay un personaje con la fuerza de Malamadre, o que la película no deja una huella sentimental -más allá de Malamadre, tampoco es que fuera muy grande la que dejó Celda 211- pero no se puede negar la contundencia y el poderío visual del que Monzón hace gala con su cine.

El Niño es un thriller puro y duro, no un drama. Aquí hay poco tiempo para los sentimientos. Aquí hay policías, narcotraficantes, persecuciones, cocaína en contenedores, corrupción, misería, el sueño por una vida mejor y todo ello focalizado en el feroz enfrentamiento entre una lancha y un helicóptero en 16 Km de aguas.

7.5/10


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Una película que casi casi parece americana, o lo intenta, con al fin buenos efectos especiales y acción a lo grande sin parecer cutre, como suele pasar en nuestro cine. Una buena trama y un muy buen guión, Tosar inmenso, como siempre... así que por favor que alguien me explique por qué narices le dieron el papel a un individuo al que conocen en su casa, y que debió haberse quedado así porque es a la interpretación lo que el McDonalds a la alta cocina. Vaya forma más tonta de jorobar una buena película... puedo entender que quisiesen a alguien desconocido para el papel, pero que no me digan que en todo España no hay un desconocido que lo pudiese haber hecho mejor, porque peor es difícil... Al lado de Tosar, Sergi, Eduard...y el resto del casting se notan más si cabe sus carencias. Mal casting, no consigue cargarse la peli pero por poco. Una lástima xq con otro en ese papel habría marcado un punto y aparte en nuestro cine, pero claro esto es España y no sé porque me sorprende que en medio de una pedazo de película la pifien con una cosa así... si yo fuese un actor en ciernes español de los que seguramente hay tan buenos esperando una oportunidad estaría cabreado como una mona viendo al elemento ese chupar plano tras plano con la expresividad y dotes actorales de una silla... Qué penita que por cuestiones de productora y taquilla haya que meter a un rompebragas aunque haga perder calidad al conjunto...